Camila
Olvídate el pijama.
―¿Por qué me iba a olvidar el pijama?
―Porque así tendrás que dormir en ropa interior, desnuda o con una de
sus camisetas.
sabes que a lauren le gusta usar mucho esas camisa anchas y esas cosas...
―Y no hay nada más sexy que una chica con una camiseta asi y mas si es de lauren jauregui ―
añade Normani―. Yo siempre me pongo las de Austin. Es una garantía de sexo
segura.
―Yo aún no he llegado a ese nivel, Normani.
―¿Y? Ya estamos casi en la tercera semana, ¿no? ―Mira la cartulina
colgada de la pared y desliza el dedo por los pasos a seguir―. Y eso
significa que ya puede empezar la seducción sexual.
Dejo caer la bolsa en la cama y me siento en la de DInah.
―Entonces haganme ustedes la bolsa.
―¡Sí! ―Ally se desenrosca de mi almohada y ataca mi cómoda
abriendo cajones―. ¡Oooh! ¡Esto! ―Se da media vuelta sosteniendo un
conjunto de ropa interior de seda negra que me compré hace unos meses y
aún no me he puesto ni una sola vez. Le quita las etiquetas y Normani me vacía
la bolsa. La ropa interior acaba dentro de la bolsa junto al maquillaje, un
cepillo y la ropa para mañana.
Normani cierra la cremallera.
―Lista.
―¿En serio? ¿Ropa interior, una muda limpia y apenas cuatro artículos
de higiene personal? ¿Y ya está? ―aúllo.
―¡Sí! ―Ally se vuelve hacia mí con las manos en las caderas―.
¡Estamos hablando de seducción, no de comodidad, Camila! Tienes que
provocarle para que cuando decidas ofrecerle ese culito, sea incapaz de
resistirse.
―No se resistirá ―le respondo con sequedad recordando el momento
que compartimos en su habitación. No, estoy segura de que no se resistirá.
―Ya, pero como ya has dicho antes, no está enamorada. Todavía.
Ally sonríe con picardía.
―Lo que tú digas ―resoplo y cojo la bolsa―. ¿Nos podemos ir ya?
―¡Sí! ―Normani coge su bolso y salimos las tres de la habitación―. Oye,
¿sabes si viene Dinah?
―Está... ―se me apaga la voz―. Espera. Ni siquiera sé dónde está.
―Si no sabemos donde está es muy probable que signifique que no
queramos saberlo ―concluye Ally.
―Eso es lo más acertado que he oído en todo el día. ―Normani deja escapar
una risilla―. ¿Crees que está con Darla?