Camila
Si Sofia hablaba en serio, debería aparecer en algún momento del día de hoy.
Pero creo que nuestro encuentro no será la reunión entre hermanas que ella espera.
Como Ally se lo explicó a las chicas —y creo que también a Lauren
aunque no quiera admitirlo—, estoy continuamente rodeada de gente. Si
Ally no está conmigo, está Dinah, Lauren o Normani. Incluso Veronica ha llegado a
acompañarme a clase. Eso fue muy raro.
Estoy en plena lucha interna. Mis entrañas me dicen que Sofia
aparecerá, pero mi cabeza cree que es imposible. A fin de cuentas si tiene
dinero para cruzar el país de punta a punta, también lo tiene para pagar sus
deudas, ¿no? Pero ella no lo verá así. Por mucho que quiera ignorarlo, sé que
aparecerá.
Estoy muy nerviosa durante las clases. Apenas escucho nada de lo que
dicen los profesores y ni siquiera Lauren bromea como lo hacía antes en
clase de Literatura. Se pasa la hora entera acariciándome el pelo. Por
extraño que parezca, la verdad es que me relaja. Un poco. O algo así.
Cuando se acerca la hora de comer y Sofia no ha dado señales de vida,
una parte de mí se relaja y bajo la guardia. Aunque también podría ser que
el motivo por el que no la haya visto sea que no he salido del campus en
todo el día. Ni siquiera me he acercado a la salida del campus porque sé que
mientras esté aquí estaré a salvo. Ni siquiera Sofia llegaría tan lejos.
O por lo menos eso espero.
Ni siquiera he ido al Starbucks. Le he pedido a Lauren que fuera por mí.
Se mostró encantada de ir siempre que me quedara sentada entre Austin y
Veronica. Me dieron ganas de matarla. Austin se pasó todo el rato mirándome
las tetas.
Así que imagino que Sofia estará merodeando por los límites del
campus esperando a que salga.
Pero no quiero averiguarlo.
Aunque en algún momento tendré que salir. Y en realidad lo haré esta
misma noche cuando vaya a ver a Lauren.
El juego. La realidad. Todo se está empezando a mezclar. Unos
sentimientos colisionan con otros y me estoy comenzando a preguntar qué
es real, si es que hay algo que lo siga siendo.
Ahora ya puedo separar lo que siento por Lauren y también por Sofia, y
eso me tiene asustada. Deberían estar encerradas en la misma caja con los
mismos sentimientos, iguales pensamientos y exactos miedos. No deberían
estar separadas. No deberían ser distinguibles la una de la otra.