XIII

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"Extraño Stalker: {Sin ofender}

Me has dado ánimo cuando no me quedaba. Me has alentado cuando no podía. Me has hecho sonreír por más de casi dos meses, y parece increíble todo lo que he vivido en ese tiempo, pero en parte, estaba bien, porque te tenía conmigo, a un desconocido stalker que dejaba notas en mi taquilla; notas de colores cursis y extrañas. De verdad que era inimaginable el apoyo que conseguía de tu parte, solo con volver a leer una carta, sonreía aún sin tener ganas.

He estado perdiendo poco a poco a mi mejor amigo, me he dado cuenta de que creo, CREO, que quiero a alguien que no debo querer, los problemas familiares me ahogaban en casa, y tú, en cambio, no has cesado de hacerme reír.

Y todo lo que puedo decir es 'Gracias'.

El chico al que no deberías prestar tanta atención."

Colgué la nota sin dudar y me di media vuelta, intentando no sentirme un completo subnormal.

-¡Mira por donde vas!.-Grité al chico moreno que se chocó contra mi. ¿Quién corre por los pasillos aparte de mi mismo? Samuel de Luque, como no. Rodé los ojos.

Tomé todo el aliento que pude y esperé a Alex en la salida. Bien, ¿decía que no merecía a Mangel? Él tampoco. Nadie lo merecía, porque era demasiado bueno para ser real. Y como estúpido, había tardado en verlo, hasta que lo he perdido.

Pero aún no era tarde, ¿no?.


Letters. (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora