Capítulo III

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Ya era viernes por la noche, y yo estaba emocionado por salir, hacia tiempo no me divertía en algún boliche, no me desesperé nunca por ir a uno, ni por salir sólo un poco de emoción.

Hicimos previa en la casa de Leandro, en realidad no era su casa, el vivía al lado de su abuela la cual falleció hace menos de un mes y la casa estaba sola, esta casa estaba junto a la de él y sus padres, por lo tanto en el caso de necesitar algo lo pedíamos.

Los chicos habían comprado varias cosas para comer, tomar y demás. Con una notebook pusimos algo de música y desde las nueve de la noche comenzamos a cocinar pizzas caseras. No me creo el mejor cocinero, pero me ofrecí a hacerlas porque entre pocas cosas que si hacer, supongo que la cocina esta entre las mejores, las pocas mejores.

Lo único que había en la casa abandonada era una mesa, una cocina, y una heladera, faltaba todo, había un vacío que asustaba, pero era divertido. Sólo contábamos con electricidad y gas, además del agua corriente como únicos servicios. Esa noche sin televisión fue un gran sacrificio para mi.

–Esto me está dando miedo, estamos muy solos y vacíos acá –dijo Nicole

–Es obvio que este vacío, las cosas no las queríamos y las vendimos, eran antigüedades inútiles –dijo Leandro

Saque la primer pizza del horno con un repasador, de veía perfecta, el sabor ya no lo se, tenía mucha salsa, queso, tomate, y la masa era hecha por mi obviamente.

–Y Lean... –dije mientras colocaba la pizza en la mesa –¿El fantasma de tu abuela seguirá acá?

–Ya van a empezar con eso ¡no me asusten al propósito! –dijo a los gritos Nicole

–Nadie te quiere asustar, era para saber si la pizza era para 4 o más –reí

–Se ve espectacular –agregó Luly, parecía que también trataba de pasar el tema de fantasmas

Pasamos varios minutos comiendo hasta que terminamos la pizza y yo obviamente quería seguir bromeando con los espíritus.

–Juguemos al juego de la copa –dijo Leandro

–¡No! –Se escuchó el grito de Nicole No me parece divertido.

–Dale no te hagas la mala onda, sé que querés –dije

–Yo quiero jugar –dijo Luly Somos 3 contra 1... ¡Juguemos!

Fui y lavé rápidamente los platos y con más preferencia los vasos, mientras los demás se repartían en guardar lo que sobró, las bebidas que había y las cosas ya lavadas. Los vasos los usamos para tomar alcohol que compramos y unos vasos limpios para jugar.

Nicki nos sirvió fernet a cada uno y con la mesa vacía escribimos papeles para el juego, pusimos si, no, tal vez y los colocamos en cada punta de la mesa, nos situamos al rededor y nos pusimos a jugar, eran 23.31, teníamos tiempo.

Jugamos un rato, que aún que pareció poco, fueron casi 2 horas, y decidimos finalmente salir, íbamos en taxi hasta allá, estábamos a casi más de 20 cuadras. Nos cambiamos todos, yo fui el primero, entre con mi mochila con la ropa a la habitación vacía de la casa, me puse un jean ajustado (chupin) color negro y una remera que me encantaba blanca con calaveras como si fuera estampada y unas zapatillas también negras.

Cuando salí ya estaban todos listos, creo que se habían cambiado en otras habitaciones y el baño. Leandro tenía un pantalón chupin también, color azul claro, unas zapatillas grises y una remera estampada negra con flores rojas, me encantaban esas remeras, eran la última moda, se había puesto una camisa arriba porque obviamente hacia frío era con una textura parecida al jean, le quedaba bien porque él era cabello oscuro con ojos verdes y su altura lo favorecía.

Luly se había puesto un short azul brillante y un top negro, arriba una campera que eran hasta las rodillas y el pelo recogido de manera excelente, su pelo negro es brillante y hermoso y del mismo color que sus zapatillas sin cordones.

Y por último vi a Nicole, no lo podía creer porque nunca la había visto así, estaba con un vestido no tan largo, ni corto, era perfecto, color negro y tenía su cabello hacia un costado completamente y del lado que no tenía cabello un aro colgante con una cruz dorada y tenía un poco de altura en sus zapatos. Lo que más me sorprendió fue su maquillaje parecía otra persona, estaba hermosa.

–¿Nos vamos? –dijo Luly

–Si –agregamos entre los tres

Me puse una campera verde muy oscuro que tenía hacia mucho frío esa noche.

***

Llegamos y entramos, estaba lleno de gente de todas las edades, creo que el más chico debía haber tenido 15 y después el más grande llegaba a 25 años.

Apenas entramos recordé el porque no salía, no me gustaba para nada la música que ponían. No era nada que fuera con mi estilo, pero bueno me conformé por ahora.

Deje mi campera en la entrada donde te daban un número y te la guardaban, al igual que las chicas dejaron sus abrigos de la misma manera junto con sus carteras, pero todos guardamos nuestras pertenencias bajo el mismo número. Fernando guardó el número en su bolsillo.

***

El tiempo se pasaba rapidísimo mientras me divertía, eran más de las 4 de la mañana cuando miré mi celular. Las chicas decidieron ir juntas al baño, Lean decidió ir a traernos más bebida y yo me senté en una silla que estaba ahí a contestar un mensaje que tenía en mi celular.

Inmediatamente sentí alguien que se sentó al lado mío pero no le presté atención, era raro conocer a a alguien entre tanta multitud en un mismo ligar y momento.

–¿Tenés hora? –me preguntó una voz muy masculina y grave

–Sí –le dije y mirando mi celular le contenté –cuatro y treinta y cinco –cuando lo miré me quede atónito

Era ese profesor que había añadido a facebook, no intencionalmente, no tenía idea de que hacer, por un segundo pensé que me iba a preguntar porque lo añadí o por otro momento pensé que me diría quien soy, no se todas las cosas que pensé mientras el no me contestaba lo que le había respondido.

–Gracias –dijo yo a vos te conozco, vos vas al mismo colegio que doy clases, el otro día te ví, ¿puede ser?

–Si, puede ser –le dije, quería que me tragara la tierra, no se por qué pero me quería morir, y lo hacía de la vergüenza que tenía.

–Me llamo Eric, ¿vos?

–Fernando.

sonrió Si te tengo en facebook

–Perdón te añadí sin querer, lo que quise hacer es apretar otra cosa y me equivoque –no sabía que decir para zafar ese momento incomodísimo

–No hay problema, no me molesta tener un contacto más, y menos el tuyo

lo miré y no sabía que decir Solo decía.

–Sos de muy lejos de acá

–Si –dije, ya estaba en un momento que ni pensaba que decía, iba a explotar

–Si querés a la salida te puedo llevar, de onda te digo

–Estoy de mis amigos gracias –en ese momento pensé donde se habían metido esos malditos

Miré mi celular y tuve que mentirle Mis amigos me esperan afuera.

–¿Te acompaño hasta afuera? –dijo

Que le pasa a este tipo, porqué quería estar cerca mío a toda costa.

–No, no. –exclamé y me fui. Me quiso daludar con un beso, pero rápidamente interpuse mi mano y me respondió el saludo de mala gana.

PROHIBIDO (Gay) [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora