Capítulo XII

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Cada gota de agua tibia resbalaba por mi cuerpo y me sentía relajado. Me estaba aseando con el fin de poder estar perfectamente atildado para la noche que iba a tener con el amor de mi vida.

Siete cuarenta y cinco marcaba el reloj y yo estaba en nuestra habitación eligiendo qué ropa ponerme, quería estar perfecto para esta noche que intuía que sería inolvidable por varias razones.
Me tenía algo asustado la idea de que Eric quería que tuviéramos relaciones sexuales lo intuí al instante. Me daba miedo de por si la idea y más si él me obligaba a hacer algo que yo no quisiera, y también la razón de parecer un cobarde al no querer, o querer y que no me guste, verdaderamente trataría de no pensar en eso pero es inevitable.

Me asusté de repente cuando sentí que alguien entraba al cuarto, trate de taparme y era él, nunca nos habíamos visto desnudos, y creo que muy pocas veces en ropa interior, el pudor era inevitable.

–Perdón, perdón –dijo mientras salia rápido, con los ojos cerrados y ocluía la puerta.

Me di cuenta que ya era bastante tarde y me dijo que saldríamos a las ocho y media.

Elegí ponerme un jean color blanco y una remera gris, pero como la noche estaba algo fresca me puse la campera que usé la noche que lo conocí, digamos que era como una especie de reliquia de la suerte para esta noche.
Salí directo hacia el baño para terminar de secarme el cabello y peinarme.
Cuando salí lo vi desde abajo hacia arriba y cada centímetro de él era perfecto, describirlo sin alardear o parecer empalagoso.
Estaba con pantalones marrones semi-apretados y un pullover gris oscuro.

***

Nueve cero cinco era cuando entramos a un lugar llamado "La rosa náutica". Lugar que parecía tener mucha clase y me hacia sentir raro y diferente.
Nos sentamos en una mesa de dos personas cerca de una puerta de vidrio muy fino, al igual que el lugar completo repleto su techo de candelabros y gente bien vestida. Me adjudicaba ser uan especie de paria frente a toda esa gente tan fastuosa y estrafalaria.

No quería emitir sonido alguno, estaba sumamente nervioso en ese lugar en la circunstancia en general.
En el momento que habíamos comenzado a hablar sobre su trabajo, qué hacía y demás nos trajeron la cena que habíamos pedido cada uno. Yo tenía en mi plato algo vegetariano, según lo que decía era un quiché de verduras. Mientras que él había pedido alguna pieza de carne de cerdo, me parecía desagradable tener que mirarlo comer eso, traté de ignorar su plato toda la velada en ese lugar.
Una vez finalizada nuestra cena fue hasta la entrada donde se encontraba el mozo que nos atendió y pagó lo consumido. No quiso que lo acompañe, sólo fue él.

Luego de esto nos retiramos hacia el cine, lugar que también había elegido Eric para pasar la noche, ya marcando diez cuarenta y cuatro, un minuto restante para la película. El nombre de la misma era La horca, era una película de terror, mi género favorito.
Nos habíamos sentado en la última fila y por ende la más alta. La trama de la protección era bastante entretenida y atrapante, había que estar atento porque era en inglés subtitulado al español, Por lo tanto había que leer.
Los momentos que llegaba el momento del susto o parte del suspenso de la trama me apoyaba en su pecho. No tenía miedo, pocas veces lo tengo en una película, lo hacía sólo para poder abrazarlo fuerte, trataba de no ser tan expresivo, no queríamos que los demás videntes nos observaran juntos, el hecho de ser dos hombres y con diferencia notable de edad, juntos, podría ocasionar comentarios y situaciones que no quería pasar, era una gran noche.

Al finalizar la misma nos dirigimos nuevamente a casa. Estaba feliz por esta gran noche con mi pareja.

PROHIBIDO (Gay) [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora