CAPÍTULO 4

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Llego a las empresas Styles con las manos en los bolsillos de mi abrigo tratando de protegerme del frío infernal. Saludo a Mary, quien siempre sonríe, y voy directamente a mi puesto de trabajo.
Acomodo mis lentes y me siento en el escritorio. Empiezo a ordenar los papeles y cartas y poco después el señor Styles llega con cara de pocos amigos. Puedo intuir la reacción del señor Desmond al enterarse de lo sucedido.
Se ve realmente enojado y apenas farfulla un saludo de mala gana al pasar por mi escritorio.

Ese brillo de furia en sus ojos esmeralda le da a su semblante un aura de peligro que resulta demasiado atractivo.

¡¿Atractivo?! ¡Por Dios!

Me reprendo a mi misma por estar pensando ese tipo de cosas.

Ese efecto de peligro que emana al estar enojado, resulta tan atrayente como sería la luz para una intrépida e inocente polilla, sólo que al final, la luz termina siendo fuego.
Fuego que consume y acaba con todo a su paso.
¿Se supone que soy una polilla siendo atraída por fuego?
Debería ahorrarme mis tontas conclusiones, no me llevan a ningún lugar.

Sacudo mi cabeza tratando de alejar esos pensamientos y comienzo a teclear en la computadora sin lograr concentrarme en ningún momento. Lo que mi madre me dijo anoche me ha dejado muy preocupada. Espero poder hacer algo para ayudarlos, porque eso es lo que la familia hace.

El día transcurre en una tensa calma, y en ese momento, mientras buscaba solución a un problema, no imaginaba que las dificultades más grandes apenas comenzaban.

Tarde o temprano terminaría siendo una tonta polilla que, ignorando el peligro, cedería a los encantos del fuego.

•••

Casi a las nueve de la noche conduzco a casa en medio de la lluvia entre el tráfico congestionado. Pensaría que el día hoy transcurrió en calma, pero se que no es así.
Todo en este momento está muy lejos de estar medianamente tranquilo.
Cuando llego a casa, encuentro a Eloisa arreglando un ramo de flores en la sala, mientras Gemma se encuentra sentada en las piernas de Liam en uno de los sillones.
Están todos menos mi padre.

--- Buenas noches --- Saludo tranquilamente dejando mi abrigo en el perchero de la sala --- ¿Donde está papá? --- Cuestiono aflojando mi corbata.

--- Ya se fue a dormir --- Afirma Eloisa sin despegar la vista del florero --- Sientate, necesito hablar contigo --- Murmura.

Contengo una mueca de desagrado y fastidio.

--- No necesito otro discurso --- Farfullo --- Ya no más reproches. Ayer le dije a papá que lo arreglaría y lo haré.

--- No se trata de ningún reclamo, es una posible solución, de eso se trata, Harry. Toma asiento, porfavor --- Insiste con parsimonia sin mirarme.

Tomo asiento de mala gana en un sillón cercano.

--- Debería decir que hace algunos días ... --- Comienza Eloisa sin poder concluir la frase siendo interrumpida abruptamente por mi hermana.

--- ¿Estabas hablando en serio? ¡Es una locura! ¡El no lo aceptará!--- Exclama con vehemencia.

--- Deja que eso lo decida tu hermano --- Espeta Eloisa con el ceño fruncido.

Gemma niega con la cabeza en señal de desaprobación. Ellas saben algo que yo no.

--- Como te decía --- Murmura Eloisa haciendo un ademán con sus manos --- Hace algunos días vino un abogado enviado por parte de tu tío en Francia. Está enfermo, y no tiene más familiares que tu padre y nosotros, así que el esta pensando dejarte su herencia.

CONTRATO MATRIMONIAL• |H.S| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora