CAPÍTULO 23

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Hoy Edward cumple su tercer año y mi madre esta extremadamente emocionada al respecto. Ed ya se ha acostumbrado a su presencia y constantes muestras de cariño hacia él, ya que ya llevamos varios días viviendo en casa de mi madre. Va a extrañarla mucho cuando tengamos que irnos.
Mandy y mi madre se han encargado de llenar la casa de globos desde muy temprano en la mañana.

--- Ya no se puede caminar en este lugar --- Se queja Charlie  mientras intenta dirigirse a la cocina con todo lo que mi madre le ha obligado a comprar para la celebración.
Mi madre se ríe alegremente junto a Mandy, mientras yo supongo que es entendible tanta emoción. Edward es su primer nieto.

--- ¿Vas a quedarte allí parada sin venir a ayudar con los globos? --- Murmura mi madre sin mirarme, mientras busca un globo azul de la mesa y toma una gran bocanada de aire.

--- ¿No son ya suficientes? --- Murmuro con diversión mirando la marea de globos de colores cubriendo el piso de la sala.

--- No la presiones, mamá. Aún le aterran los globos --- Se burla mi hermana.

--- No es cierto --- Niego.

Mandy jamás olvida mi vergonzoso trauma con los globos a la edad de once años. De hecho, no porque ella lo recuerde por haberlo vivido en primera persona; si no porque mi madre tuvo la amabilidad de contarselo cada vez que tenia oportunidad.

Mandy niega con la cabeza riéndose de mi, mientras observo a Edward saltar en la piscina de globos de colores que se han encargado de formar. No me explico como es que en un momento cuando todo el mundo parece tan feliz, tengo el sentimiento de que algo va a mal. El presentimiento es que algo esta próximo a suceder, que habrán muchos problemas y esta felicidad es solo la calma que siempre está antes de una gran tormenta.
Intento que esa angustia no me domine por completo.

Cuando anochece, la casa de mi madre tiene un aspecto alegre y acogedor. Es solo una pequeña celebración, así que sólo estamos Charlie, Mandy, mi madre y yo.
La velada transcurre entre una animada canción de cumpleaños, risas y, por supuesto,  llanto de mi madre diciendo que no podía creer que yo hubiera crecido tan pronto y la haya convertido en abuela.

Todo transcurre entre la canción de cumpleaños, risas y llanto de mi madre, por supuesto. Según ella no puede creer que haya crecido tan rápido y la haya convertido en abuela.
Mandy y yo nos encargamos de tomar las fotografías de la familia junto con el emocionado Ed. También una en la que Edward aparece aferrándose al postre de chocolate que su abuela preparo para él; y por último, una en la que aparezco junto a el.

--- Mamá ... --- Susurra con su infantil voz cuando estoy a su lado intentando hacerlo dormir. Su lenguaje no es del todo entendible aún, por lo que sonrío enternecida --- ¿Donde está papá? --- Cuestiona frotando sus ojos con gesto cansado.

Hay momentos en los que sientes una sensación inexplicable de desasosiego y culpa en el pecho. Algo parecido tal vez, al dolor físico. Este es uno de esos momentos.
Sencillamente, no se que decirle. Aparte se la sensación sobrecogedora que me asalta cuando pienso en su padre, mi mente se encuentra en un lugar muy lejano. No quiero seguir mintiéndole a Edward, pero no tengo otra opción.

--- Ya te lo he dicho, papá esta aún en su viaje --- Digo tratando de no sonar descompuesta.

--- ¿Va a regresar pronto? --- Murmura con su tierna voz.

--- No lo sé, cariño. Sabes que los viajes de astronautas tardan un tiempo ... --- Susurro.

Unos meses atrás, cuando Ed me hizo la misma pregunta; decidí que no tenia otra opción que mentir. Algo que no sonara demasiado duro para un pequeño soñador. Le hablé de astronautas y de viajes espaciales. Le dije que su padre era uno de ellos y que estaba en una misión especial atravesando la galaxia. Cassey decía que era absurdo, pero después de haberlo hechi, me sentí un poco mejor. Sabia que esa enorme mentira era mejor que la realidad y Ed es muy pequeño para comprenderlo. Jamás podría olvidar el brillo en sus ojos  mientras me escuchaba hablar de su padre como si de un héroe se tratase. Sé que se siente orgulloso de él. Del héroe que atraviesa la galaxia sin imaginar que en realidad es un hombre arrogante, con traje y corbata que siempre solía llevar el ceño fruncido.

CONTRATO MATRIMONIAL• |H.S| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora