Cierro mis ojos y me lo vuelvo a preguntar ¿Quién soy realmente? Siento como pasa una y otra vez la navaja sobre mi muñeca derecha, lo he hecho tantas veces que ya no siento dolor...
Siento como me desvanezco y antes de perder la conciencia veo mi muñeca, el pequeño charco de sangre y mi reflejo en el espejo; pero no soy yo la ''yo'' actual, es la niña que fui alguna vez.
Esa pequeña niña inocente y feliz a la que le robaron la infancia, la niñez...La inocencia. Simplemente está ahí mirándome con pequeñas lágrimas en sus ojos tristes, diciéndome ''Adiós''.
Es entonces cuando, creó que he muerto...Eso es algo que deseo hace un tiempo. Escucho voces, no sé donde estoy...
-Donde la encontró?!-escucho pero no se quien habla-Tendremos que hacer una transfusión de sangre.
-Es mi vecina, estará bien?.-notó como su voz se quiebra.
Unos momentos después las voces ya solo son murmullos y luego solo hay un silencio...Escucho un ''bip, bip, bip'' y lentamente abro los ojos y una luz cegadora hace que los frote y los vuelvo a abrir...Veo hacia los lados y noto que estoy en un hospital. Veo mi muñeca y tengo una venda manchada por un poco de sangre. No sé que hacer, veo la puerta que se abre lentamente y entra una enfermera de cabellos castaño y delgada, muy bonita a decir verdad.
-Hasta que despiertas bella.-me dice con una media sonrisa en su rostro.
-Que hago aquí?.-pregunto, ella solo hace un movimiento negativo con la cabeza y me mira.
-No recuerdas nada, verdad?.- niego con la cabeza.-Mira hace día y medio estas aquí, te trajo una señora...Creo tu vecina, te hicieron una transfusión de sangre y hoy recién despiertas, enseguida mandare a que te traigan de comer.-me sonríe.
-Oh, gracias.-digo ya que no tengo más preguntas que hacer, siento un poco de vergüenza.
-Espero que te recuperes, el doctor vendrá a hacerte algunas preguntas luego así que será mejor que estés calmada.-dice mientras se dirige hacia la puerta y se va.
Quedo sola en la habitación por un rato y comienzo a hablar conmigo misma. Otra vez no puedo creer que no lo lograra, que debo hacer para morir? Soy un poco cobarde para tirarme de un edificio o algo por el estilo. Miro hacia el techo con lágrimas en los ojos y pienso en que si mi madre estuviera conmigo nada de esto sucedería, la extraño tanto, no sé cómo pudo abandonarme...Se supone que una madre debe cuidar a su hija...Ahogo un grito que tengo en mi garganta y me seco algunas lágrimas que corren por mis mejillas. Escucho que abren la puerta y trato de calmarme, entra una señora bastante mayor con una bandeja con comida, mi estómago ruge y la miro.
-Hola pequeña.-dice con voz dulce.-Aquí te traigo algo para que comas y te nutras bien.-me sonríe.
-Gracias.-digo tímida.-Creo que me hará bien comer algo, mi estómago está rugiendo.-la miro y sonrío.
-Claro que te hará bien.-dice y deja la bandeja encima de mi torso.-Ahora come que luego vendrá el doctor Jhonson a hacerte algunas preguntas, cuando termines solo deja la bandeja a un lado que luego vendrán a recogerlo.-dice mientras se dirige hacia la puerta.
-Gracias.-digo mientras meto un bocado de gelatina en mi boca.
Ella solo hace un gesto con la cabeza y se va. Mientras estoy comiendo pienso en que preguntas me hará el doctor y me pongo un poco nerviosa, que le diré, que pensara de mi luego de que le diga que me quise suicidar, es algo obvio pero no sé qué hacer. Quiero irme, salir corriendo de aquí pero sé que no puedo. Termino de comer y me siento satisfecha...Suspiro y dejo la bandeja a un lado, comienzo a poner mis pensamientos en orden mientras espero la llegada del doctor. Trato de alejar todos los pensamientos tontos de tratar de huir, pasa un buen rato hasta que alguien toca la puerta y es el, el Doctor Jhonson, asoma su cabeza por la puerta y entra lentamente.
-Buenas tardes.-dice mientras se sienta a mi lado.
-H-hola.-digo tartamudeando un poco y asiento con la cabeza.
-Bueno te hare algunas preguntas.-mira su planilla.-Primero que nada, comiste bien.
-Si.-digo y luego agrego.-Estaba muy rico todo.-medio sonrío.
-Muy bien.-dice mientras sigue mirando su planilla.-Te contare como esta tu situación, el día martes te trajo una mujer de mediana edad en un estado grave y te llevaron a urgencias donde te hicieron una transfusión de sangre y te vendaron la muñeca.-dice esto y me mira apuntando con su bolígrafo mi muñeca.-Desde el martes no despertabas y te trajimos aquí para tenerte en observación para ver como iba tu situación y hoy despertaste por suerte.-por mala suerte digo en mi mente y el sigue hablando.
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Fake Smile
Teen FictionCuando crees que todo va mal podría ir aun peor,solo me pregunto si hay alguien allí afuera capaz de salvarme de mis propios demonios, de mi propio ser. La vida que me tocó podría no ser la peor ni la mejor,pero cada día es una lucha interna que te...