// Capítulo 3.

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Querido diario:

¡Hola! Todavía no conseguí un nombre para ti. Me han dado muchas ideas, y también he buscado, pero ninguno me convence…Tiene que ser especial ya que tú también lo eres.

Han pasado tantas cosas que no sé por dónde comenzar. (Desde el principio será lo mejor, ¿cierto?) …Bien.

Mis mejores amigos volvieron de sus viajes  (¡estoy tan feliz por eso!) y les conté absolutamente todo. Bah…a decir verdad, lo que es ‘todo todo’ no. A Cecilia SÍ le conté, porque sé que ella me entendería. Pero a Tomás…a él sólo le conté que me quise suicidar y que me sentía sola. Pienso que, si le cuento sobre mi sexualidad, me dejaría de lado. Tomás no es esa clase de persona, lo sé, pero se me haría raro contarle…no entiendo por qué si, al fin y al cabo, es mi mejor amigo.

Como dije antes, a Chechu (Cecilia) si le conté y expliqué todo. Ella me supo entender y me dijo algo que jamás voy a olvidar (por cierto, me largué a llorar): “No importa  cómo eres. Yo siempre  voy a estar para ti, pase lo que pase. Eres única, Julieta”.  Mi mejor amiga es, definitivamente, una de las personas más tiernas que conozco. Ella se largó a llorar conmigo. Siento algo muy profundo en un rincón de mi corazón…creo que se llama “miedo”. Miedo a enamorarme de mi mejor amiga…miedo a que en un par de días me ignore y me deje de lado…miedo a que me mire de otra manera…Pero, a decir verdad, no tengo idea de por qué pienso esas cosas. Yo sé que Cecilia jamás me dejaría. Lo sé y estoy segura. ¡Basta de pensamientos feos!

Ahora te contaré lo más ‘raro’ que me pasó ayer.

Estaba saliendo del colegio, para irme a mi casa (sola, para variar) y de pronto alguien me tapa los ojos (por detrás) y me dice: -“Adivina quién soy”. ¡Yo me asusté! Pensé que iban a secuestrarme y a violarme (estoy mirando demasiado el noticiero con mi madre, ¡perdón!) pero no. Resultó ser un amigo mío llamado Diego. Va conmigo al instituto, pero él no sabe que soy bisexual, quizá sea esa la razón por la que aún hablamos. Es decir…si se entera, yo creo que me dejaría de lado (para variar, de vuelta). Tuvimos una charla entretenida:

–Julieta, perdón si te asusté, de veras lo siento. ¿Tienes un momento?  –Hizo una pequeña pausa. –Necesito hablar contigo.

Lo dudé. Presentía que iba a preguntarme sobre mi sexualidad. De todos modos, le di una oportunidad.

– ¡Diego!  Qué sorpresa, hace mucho que no hablamos. –Miraba el suelo…no sabía qué decir. – Sí, dime. Estoy media apresurada, pero puedo escucharte.

No podría escribir aquí todo lo que hemos hablado (se me acabarían las hojas y no quiero. ¡Tú eres único!) Te haré un pequeño resumen: dijo que estaba enamorado de mí.

¡ENAMORADO DE MÍ! ¡DE MÍ! ¡DE JU LIE TA! ¿Puedes creerlo? Porque yo no. Es decir…se me hace raro pensar que sí le gusto a alguien, que sí estoy en la mente de una persona por mucho tiempo, que sí le importo a un simple chico. De verdad, aún no puedo creerlo.

En fin. A mí Diego no me gusta, yo siempre lo vi como un amigo y nada más. Es esa clase de adolescente atractivo, gracioso, sincero, modesto, y, por más que seríamos una linda pareja, jamás saldría con él. El punto es que no pude ignorar tanta ternura y sinceridad.

–Wow, Diego…–estaba muy nerviosa. Me puse colorada como un tomate. –Me dejaste…sorprendida. Esa es la palabra. Gracias por venir a decírmelo y no ser esa clase de chico que se guarda los sentimientos, de verdad gracias.

Él sonrió, me miró a los ojos.

–No tienes qué agradecer. Simplemente…ya no aguantaba más, tenía que decírtelo y pues, ¡aquí me tienes! –Ambos reímos y volvimos a mirarnos. –Escucha. Sé que no debes sentir nada por mí, porque también sé qué clase de chicos te gustan, pero me encantaría salir contigo. Si quieres, llámalo una ‘cita’. –Volvimos a reír. –No, hablando en serio, Juli. Elije tú, el día, la hora y el lugar. Mientras a ti te guste, creo que será genial.

¡Te dejaré con la intriga hasta mañana, My Little Diary! Seguro que me odiarás, pero yo odio aún más a mi hermanastro, ¿sabes por qué? ¡Me está gritando para que vaya a cenar! Mejor iré antes de que empiece a pegarme para que me apure. Lo sé, es super tierno.

Un beso, besito, besazo, besotón con muuuuucho amor.

Julieta.

"No escondas lo que eres por miedo a que te juzguen".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora