// Capítulo 4.

123 2 2
                                    

Querido diario: 

                               Aunque seguro no me creas porque últimamente estoy muy olvidadiza, ¡conseguí un nombre para tí! Lo leí en una revista y me enamoré. Espero que te guste, ¡SAM! Es cool, ¿cierto? Estoy segura de que te ha encantado.

Bien...estuve leyendo las páginas anteriores y recordé que tengo que continuar contándote mi "historia" con Diego.

 —Diego, gracias, de verdad. Es muy tierno de tu parte, de veras. —Dije mirando el suelo.

Él me tomó el mentón, levantó mi cabeza y me miró a los ojos.

 —Julieta, tú de verdad que me gustas. No es ningún cuento, ni nada pasajero.  —Miró hacia el cielo, suspiró. —Así que te pido por favor que, si no quieres nada conmigo, me lo digas ahora.

 A él se lo vio triste, o mejor dicho deprimido, luego de que dijo aquello. En cambio a mí se me veía ilusionada ya que nunca antes, se me había confesado un chico.

Me pareció tan tierno y sincero lo que me relató que, con una sonrisa, le dije: —Mañana a las cuatro p.m en el parque frente al cine ‘Hoyts’, ¿te parece?

Diego me miró y sonrió de oreja a oreja (tiene una bella sonrisa, por cierto). Le di un beso en la mejilla y continué mi viaje a casa.

Me deprimí mientras caminaba. ¿Sabes por qué? Porque me puse a pensar que volvía, lentamente, a la realidad. Es decir…todo parecía mágico, irreal y fantástico cuando estuve con Diego, pero al despedirlo me di cuenta de que me vida, va más allá de un noviazgo, una relación o un amigovio…mi vida era un verdadero desastre. Pero no quise arruinar mis expectativas sobre mañana pensando en ella, por eso tomé mi MP3, coloqué mis auriculares en mis oídos y puse a reproducir ‘Mine’ de Taylor Swift.

Bueno, después de eso, no pasó nada ‘interesante’. Sólo fui a hockey, hablé con Tomás y Cecilia para contarles lo de Diego, y chateé con mis amigas cibernéticas (así les digo yo). Deseo conocerlas. Ellas me están ayudando más que nadie en mi vida. Las amo. (Lo siento, no quería ponerme cursi).

Sam, quiero seguir contándote cosas, pero tengo que ir al shopping con mi madre.

¡Mañana te contaré cómo me fue con Diego en el parque!

                         Con mucho, mucho, muchísimo amor, Julieta.

PD: ¡Te adoro pequeña Sam!

"No escondas lo que eres por miedo a que te juzguen".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora