Capítulo 7

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Dallas apenas pudo manejar su paso a través de la semana, pero mantenerse en las clases regulares y ahora una nueva estricta rutina de baile, la mataba. Para el miércoles casi no lograba mover sus pies al ritmo de la música y la Sra. Jessica lo notaba.

-¿Estás contando? Es uno, dos, tres, cuatro. ¿Dónde está tu cabeza hoy, Dallas? -gritó por sobre la música. Dallas podía sentir los ojos de Andre en ella, pero no le susurraba de forma alentadora. Intentó retorcer las manos y encontrar sus pies, pero su cerebro y cuerpo simplemente no trabajaban juntos en este momento. Mientras observaba a los demás bailarines, se dio cuenta que sudaba más que todos y sus ojos se encontraban inyectados de sangre cuando se miró en el espejo.

Se hallaban tan rojos que casi lucían como su cabello anormalmente rojo. No había tenido tiempo de estar sola desde el domingo y no había bebido desde entonces. Sabía que pasaba por los síntomas de la abstinencia, pero no sabía ocultarlos mejor de lo que ya lo hacía.

Su maquillaje ciertamente no ayudaba. Había estado en el salón de computación anoche y mientras Mila escribía sobre un reporte, buscaba acerca del alcoholismo. Al parecer las manos temblorosas y la sudoración eran la menor de sus preocupaciones. Si no obtenía un trago pronto, comenzaría a tener alucinaciones o peor, convulsiones.

Se preguntó si eso sucedía ahora, sintió el giro de la habitación y se volvió en el camino equivocado estrellándose directamente con Andre.

-Oh, Dios mío, lo siento mucho -dijo tratando de levantarse a sí misma del suelo.

Él se encontraba tumbado debajo viéndose aturdido y confuso.

-¡Oye! ¿Andre, estás bien? -dijo la Sra. Jessica mientras flotaba sobre el suelo en su dirección.

-Sí, creo que sí -dijo luego de tocarse la parte posterior de su cabeza.

-¡Eso es! Clase retírense. Dallas, tú te quedas -añadió amenazadoramente.

Dallas asintió mientras uno de los amigos de Andre lo ayudaba a levantarse. La miro mientras salían de la habitación.

La Sra. Jessica frotó su cabeza y tomó un sorbo de agua antes de

afrontar a Dallas.

Podía ver lo estresada que se veía su maestra y no comprendía cómo eso la afectaría.

-Dallas -suspiró-, tienes que acomodar tus prioridades.

-¿Disculpe? Creo no entender. Quiero decir, estoy en esta escuela de baile, ¿no es bastante claro lo que pretendo hacer?

La Sra. Jessica se enderezó, lucia especialmente alta en sus mallas hoy.

Su falda negra hasta el suelo se movió un poco al girar.

-¿Sinceramente crees que puedes seguir en esta escuela sin que nadie sepa que tienes un problema?

Ninguna persona le había dicho eso a Dallas en la cara y no se sentía segura de cómo responder. Pudo haber mentido y fingido no saber lo que la Sra. Jessica hablaba, o simplemente decir la verdad y ver si existía alguna manera de ayudarla.

-No... no sé de qué está hablando. Estoy cerca, pero no consigo entenderlo.

La Sra. Jessica sacudió la cabeza y se alejó hacia el espejo. Dallas se encontró a si misma observando la cicatriz que destrozó los hermosos rasgos de su maestra.

-Dallas, permíteme decirte algo. Sólo hay una oportunidad en el mundo de la danza y tienes que ser lo suficientemente fuerte para soportarlo. ¿Eres lo bastante fuerte para admitirte que esto es un problema? -se apoyó en la barra mientras lo decía, casi como si la cansara tanto como a Dallas.

-Puedo hacerlo -dijo Dallas con convicción.

La Sra. Jessica suspiró y se volvió para mirar a Dallas. -Voy a tener que informar a alguien de tu problema si no te encargas pronto.

Dallas frunció el ceño. -Como he dicho, no entiendo de que habla. - Tomó su bolso de danza y salió corriendo de la habitación para no detenerla.

El resto de la semana fue bueno, y Dallas halló momentos para estar sola. Normalmente había un puesto vacío al final del baño donde le permitían ir con su bolsa de danza y destapar una lata. La Sra. Jessica no entendía de lo que hablaba, y claramente se mantenía alejada de los asuntos de Dallas. No era de su incumbencia, sólo la acababa de conocer y Dallas no comprendía por qué tanta importancia. Cuando volvió a verla el viernes en la clase, la Sra. Jessica nunca hizo contacto visual. Apenas la vio bailar y Dallas la miró tomando agua durante su turno, algo que rara vez hizo durante la instrucción.

Esa fue la primera vez que tuvo oportunidad de bailar frente a sus compañeros, así que añadió unos de sus mejores pasos, incluyendo un hermoso

arabesco y tres giros completos de ocho pasos a la segunda. Al terminar

se sorprendió de que nadie aplaudiera, porque aplaudían a todos al acabar.

Cuando miró a los otros estudiantes vio que no respondían.

Mila permaneció mirándola con total sorpresa y asombro. Mientras continuaba mirando alrededor, se dio cuenta que muchos tenían la boca abierta de sorpresa. Por último, la Sra. Jessica aplaudió dos veces y le dijo a los estudiantes que tomaran sus lugares para la rutina de pareja.

Dallas se acercó a Andre tomando su mano sobre la suya, deseaba hacer la rutina apropiadamente, así no luciría muy inexperta. Justo cuando la música estaba a punto de comenzar, Andre susurró una sencilla frase en su oído-: Eso fue sorprendente.

Dallas sonrió tan ampliamente que escasamente notó a la Sra. Jessica mirándola con mucha atención, registrando de cada uno de sus movimientos.

Cuando el fin de semana llegó, Dallas se hallaba muy entusiasmada por el partido de la noche del viernes, y con Mila pasaron toda la semana planeando su atuendo.

-Tienes que tenerlo. Es totalmente tú, Mila. -Dallas observaba a Drew desde que Mila dijo que se interesaba en él. Se dio cuenta de que no apartaba su mirada durante sus rutinas en solitario. Se lo había mencionado a Mila, pero respondió con-: Tampoco apartó sus ojos en tu rutina. Aunque nadie lo hizo, ni siquiera Trish.

Solo había una persona que Dallas desearía que comentara su rutina, pero la Sra. Jessica parecía no tener comentarios. Le dolía que a su maestra no le importara desde que le ahorró el discurso pero Dallas estaba acostumbrada a que a la gente no le interesara, ¿Por qué habría de empezar ahora?


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