Al día siguiente Dallas y Mila pasaron su tiempo caminando alrededor de la pequeña ciudad de Cape Haven. Mila incluso fue a la playa, porque Dallas nunca antes había visto el vasto océano. Fue hermoso ver las olas en la orilla arenosa y una sensación de calma se instaló en Dallas.
Mientras regresaban de la playa, Mila comprobó su celular y anunció que tenía un mensaje sobre la fiesta. —Totalmente cancelada —dijo—. Sin embargo podrían hacerla el próximo fin de semana. Podríamos ir entonces.
Dallas miró sobre su hombro hacia el agua esperando que estos se prolongara para calmarla, pero permitió que el pánico se arrastrase bajo su piel. Tenía algunas cervezas escondidas bajo su cama que guardó en una bolsa antes de salir de la casa de su madre, pero ciertamente no serían suficiente para una semana entera. Había esperado robar algunas cosas en la fiesta, pero ahora, tendría que encontrar otra manera de conseguir su dosis.
―No te preocupes, Dallas, habrá un montón de fiestas para ir. No hay porque enfadarse.
Por supuesto que Mila confundiría la mirada introvertida de Dallas como tristeza por la pérdida de una reunión con potenciales amigos, cuando la verdad era mucho peor.
Dallas y Mila encontraron algunas piezas geniales de ropa vintage en una pequeña tienda de segunda mano junto a la playa. Dallas gastó apenas un poco de dinero y tendría una semana de ropa sin problema. Encontraron una oferta así fue capaz de conseguir algunos pantalones de marca que también podía usar en las noches como las otras chicas. Mila se probó un montón de pantalones de niño de los cuales compró unos que le encajaban perfectamente.
Pasaron el resto del fin de semana en su habitación y disfrutando de su mutua compañía. La noche del domingo Mila salió a correr por el campus, le preguntó a Dallas si quería ir, pero en su lugar Dallas la rechazó y aprovechó la oportunidad para disfrutar de una bebida solitaria. Había estado temblando todo el día y tenía miedo que Mila lo notara, pero fue afortunada de que estuviese tan enrollada hablando de Drew, su pareja de baile de fin de curso, que no vio las manos de Dallas sacudiéndose incontrolablemente. Dallas se sentó en el piso y abrió una lata de cerveza tomándola lentamente y disfrutando su sabor. Casi inmediatamente que la sostuvo, la tranquilizó y calmó, sin importarle nada el mundo hasta que Mila se dio la vuelta.
―¡No puedes beber eso aquí! ―dijo con los ojos muy abiertos, devastados
por su hallazgo―. Pueden echarte de la escuela por eso. ―Como Dallas no
respondió, ella continuó con―: ¿Dallas, me estás escuchando?
Dallas terminó su copa y sonrió perezosamente a su amiga. ―No te preocupes. Nadie tiene que saber.
―Dallas, ¿tienes un problema? ―La preocupación de Mila era evidente.
―¿Con la bebida? ¡De ninguna manera! Es solo que ha sido un poquito estresante desde que llegué aquí. Pensé que un buen trago me relajaría un poco, no te preocupes por esto.
Mila puso la boca en una línea delgada y agarró el pijama para tomar una ducha. Con su mano en el pomo, añadió―: Dallas, no me gusta esto, ten cuidado, me agradas y no quiero una nueva compañera de cuarto.
Dallas asintió mientras usaba su pie para ocultar el resto del paquete de seis debajo de su cama.
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Move
Teen FictionMove. Brina Courtney. Bueno, este es uno de mis libros favoritos, y lo quería compartir con ustedes. Ojala les guste tanto como me gustó a mi. ¡Disfrútenlo!