Dallas aferró sus bolsas mientras ella y Mila caminaban rápidamente a través de la multitud. Caminó detrás de Mila, ansiosa por ver su nuevo alojamiento.
—Las clases deben de haber empezado solo para los de segundo año —comentó Mila sobre su hombro—. Por lo general tienen el último horario. Y las clases de baile antes. Alégrate de que te lo saltaste, es el peor grado en Allenwood si me preguntas.
Dallas asintió mientras se abrían paso por el pasillo. Subieron dos tramos de escaleras y llegaron a otro pasillo con chicas sentadas en sofás de felpa jugando cartas en una esquina. Muchas tenían sudaderas y parecían cómodas usando pantalones de chándal.
— ¡Aquí está! Éste es el dormitorio de las chicas. No se permiten chicos después de las 7:00 pm, no bebidas, no drogas y reporta todos los desórdenes alimenticios.
Dallas estaba confundida.
— ¿Desórdenes alimenticios?
Mila miró con atención. —La anorexia y bulimia son muy comunes aquí.
—Entendido. —Dallas se mordió el labio inferior.
—No rompas las reglas —le advirtió Mila—. Las cosas se ponen feas si tienes que ir a ver al director, especialmente para nosotros, los becados. No tenemos papás que les paguen, o mejor dicho que “compren nuevos libros para la biblioteca”, como algunas de estas chicas. No me refiero a nadie particularmente, tratando de hacerte daño... pero sabes cómo es la danza.
Mila se encogió de hombros mientras pasaba por las puertas decoradas con nombres de chicas en ellas.
—En realidad, no sé cómo es la danza —admitió Dallas. No había tomado clases en años, además de teatro en la escuela secundaria. Y sin nadie que realmente le enseñara, sus habilidades naturales no eran competencia. La carta enviada a Allenwood de hecho había sido idea de su maestro de teatro, él sabía que Dallas había tenido dificultades en casa y merecía la oportunidad de hacerlo por sí misma.
Mila se giró hacia Dallas con los ojos abiertos. —¿Qué quieres decir con que no lo sabes? ¿Son ciertos los rumores? ¿No tomaste lecciones?
— ¿Los rumores? ¿Ya hay rumores sobre mí?
—Vamos adentro y te explico —susurró Mila. Sacó unas llaves y abrió la puerta que tenía su nombre en púrpura—. Podemos poner tu nombre también, estoy segura de que hay etiquetas en la oficina de admisión.
Cuando entró en su dormitorio asumió que luciría como los pequeños dormitorios que los colegios promovían en sus sitios web. No esperaba el enorme lugar frente a ella. Si, los muebles eran mínimos, pero encajaban bien con el lugar.
Había un par de camas, dos vestidores, un escritorio para cada chica, pero luego había un enorme armario empotrado y un mueble con una televisión de pantalla plana. Dos sillas lujosas que concordaban con los sofás en el vestíbulo estaban situados frente al televisor. El cuarto de Dallas en casa, no era ni la mitad de esta habitación así que no le importaba compartir. Colocó sus cosas sobre la cama que no tenía sabanas ni edredón, y se dio cuenta de que no tenía nada que ponerle.
Mila notó inmediatamente su angustia. —No te preocupes sobre eso. La escuela dará todo después de la cena, de todas formas, no nos permiten traer cosas de casa para las habitaciones. Ellos dicen que lo hacen para crear continuidad entre los grupos.

ESTÁS LEYENDO
Move
Teen FictionMove. Brina Courtney. Bueno, este es uno de mis libros favoritos, y lo quería compartir con ustedes. Ojala les guste tanto como me gustó a mi. ¡Disfrútenlo!