Capítulo 6

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Chocolate. Era lo único en lo que podía pensar. Se peleó con otro chico por la barrita rellena de caramelo. Por supuesto,él ganó. Pagó y salió del edificio contentísimo. Tenía un par de horas libres y se iba de investigación. Normalmente tomaba la ruta de la derecha,pero aquel día le apetecía hacer algo nuevo. Comenzó a caminar,con los auriculares puestos,moviendo la cabeza al ritmo de la canción. No se dio cuenta de que alguien le miraba, susurraba su nombre y apretaba el puño.

_Así que aquí estás ¿eh?

Quizá el chico no recordara a aquel hombre aunque se hubiera vuelto a mirar. En cambio él no había olvidado su cara. Su denuncia le había llevado a la cárcel un año entero. Y aquello no pensaba perdonárselo. Jamás.

***

_¡Jace!

Yuki se echó a su brazos en cuanto salió por la puerta. Él lo besó con suavidad,sonriendo.

_Te acompaño al conservatorio. ¿Te parece bien?

_¡Vale!

Desde que le habían castigado,hacía ya casi un mes,Jace se las ingeniaba para acompañarle en las salidas y entradas al instituto. También se colaba de vez en cuando en los vestuarios donde,exceptuando los días de clase que se saltaba y los fines de semana que podía huir, se devoraban mutuamente un buen rato.

_Oye,Jace. ¿Mañana estás muy ocupado?

_No. ¿Por que lo dices?

_¿Vamos a algún lado? He estado pensando en lo del tatuaje y...bueno... Quizá si quiera hacérmelo. Un copo de nieve igual que el tuyo.

***

Había elegido hacérselo en el antebrazo izquierdo,al contrario que Jace. Así quedaría mucho mejor cuando se cogieran de las manos. Pero no le diría la razón. Resultaba demasiado vergonzoso reconocer el motivo.

_Anestésiame... -susurro Yuki,tirando de la chaqueta de Jace. 

Él se inclinó sobre el asiento,besándolo con suma dedicación.

_Que valiente...my little snow kid...

_No me sueltes la mano ¿vale?

_Claro que no

Apretó los dientes con fuerza al notar la aguja contra su piel. Dolía bastante más de lo que se había imaginado,pero no le importaba. Sería su conexión con Jace a flor de piel. Dirigió la vista hacia el tatuador,aunque Jace reclamó enseguida su atención. Lo mantuvo entretenido entre besos y caricias. Quizá fuera porque lo distraía o por las sensaciones que causaba en su cuerpo al rozarle,pero le dolía mucho menos.

***

Se miró el antebrazo,colocado junto al de Jace. No pudo evitar la sonrisa. Era precioso. Aunque el suyo seguía muy rojo sabía que se vería como el de él enseguida.

Fallen AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora