Un deseo sin fín

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- ¿Hola? - esas fueron las primeras palabras que se me vinieron a la mente , ya que en el lugar donde me encontraba no se parecían en nada a mi cuarto.-¿Hay alguien? - pero cada vez que daba un paso un lugar diferente aparecía , el primer lugar que vi  fue una casa en el bosque , el segundo lugar era un enorme jardín lleno de muchas flore en donde había unas extrañas que nunca las había visto en mi vida , y así siguieron pasando varios lugares , hasta que llegue a un lugar donde se podía ver un hermoso lago , también flores y lo que mas resaltaba era un enorme árbol que estaba alejados de todos , cada vez que me acercaba al árbol se podía distinguir de un chico , que estaba sentado sosteniendo algo en sus manos , cuando ya estaba lo suficientemente cerca para poder verlo mejor el se levanto y me agarro de la muñeca y me atrajo así el 

- Oye suelta ,¿ quien te crees que eres para abrazar ?- le dije mientras intentaba soltarme de su abrazo 

- Eugenia ya es tiempo de que despiertes , te quiero mucho - esas fueron las ultimas palabras que pude escuchar ante de levantarme , cuando mire por la ventana ya estaba el sol saliendo y en la parte de la cocina ya se escuchaban ruidos y eso era signo de que mi mamá ya estaba levantada .

- Hola mamá ,¿ que estas por tomar ?- le pregunte mientras me estaba terminando de peinar , ya que simplemente odio el hecho de que todo mi cabello se me venga a la cara y como siempre me acababa asiendo trenzas.

- Te, con tostada y manteca ¿ quieres ?

- Suena tentador , pero no puedo comer tostadas y manteca , ya que me tengo que cuidar para la fiesta de egreso - siempre al acordarme de la fiesta de egreso me ponía melancólica ya que era el ultimo año de secundaria , y eso significaba que al termina iba a hacer menos el tiempo que iba a tener con mis amigas.

- Entonces ,¿ un té , con galletas de salvado  ?- me pregunto con una cierta duda a que me niegue a desayunar.

- Eso esta mejor- era algo tan tranquilo estar en casa  desde que mis padres se divorciaron, antes cuando me levantaba lo primero que escuchaba siempre eran gritos.