- ¿Dónde estoy? -
El chico examino su alrededor. Las cosas oscilaban, de izquierda a derecha, de arriba abajo. Mareado por la situación en la que se encontraba, y desorientado solo quería que el mundo fuera bueno y dejara de dar vueltas. Cerró los ojos con fuerza intentando mantener la poca cordura que le quedaba.
- Nei solo haces que causarme problemas -
La voz se escuchaba distante, parecía llegar con el eco de las montañas.
- ¿Nos estará oyendo? - Preguntó.
Esta vez las palabras no venían de la misma persona, el tono era más sereno y pausado. Unos segundos después todo empezó a verse con mayor claridad, la tierra había dejado de moverse.
- ¡Hey!, ¿Estás ahí? Cabeza de melón -
La chica de ojos índigos, había acercado más su rostro al del chico, quería observarle mejor.
Entonces, el muchacho abrió los ojos de nuevo, Evil estaba muy cerca...
- Creo, que ya está bien -
- Si, eso parece - dijo la chica poniéndose de pie.
Nei, seguía sin comprender nada, vagas ideas se mezclaban en su cabeza.
La reina empezó a caminar en dirección a la puerta, tenía cosas que hacer, después de todo ella era la máxima autoridad del lugar.
- ¿Ya te vas?- pregunté fisgona.
- Soy la reina, tengo mejores...- y tras una pausa añadió- y más importantes cosas que hacer.
- Si, tú y tus rollos reales. Reales de verdad- La chica no pudo evitar soltar una pequeña carcajada - Reales...verdad. Me parece que no lo pillas-
Dark no respondió al estúpido comentario de su subordinada, simplemente lo ignoró.
En un abrir y cerrar de ojos la gobernante ya no estaba.
- Nadie entiende tu arte - dijo con recochineo.
- Anda Astaroth, no me saques las castañas del fuego-
Nei se había sentado, ahora parecía más tranquilo. Su rostro sin aquellas cicatrices se veía raro, como si nada hubiera pasado.
- Evil, me puedes explicar... -
- ¿El qué? -
- Me siento raro, ¿Qué ha pasado?-
- Míralo tú mismo -dije señalando el gran tocador que a nuestra derecha se encontraba.
El muchacho se irguió y lentamente fue arrimándose al mueble.
Tal fue su sorpresa al verse en el espejo, que no pudo evitar poner una mueca de asombro.
- Esto no puede ser... -
- Verdad - Le interrumpió Astaroth.
La lujuriosa solo se había quedado, para ver la reacción del pobre demonio al enterarse de lo ocurrido. El aspecto era solo el principio.
- Estuviste apunto de palmar chaval -
- ¡QUE! - respondió sobresaltado e incrédulo.
- Repito, casi te mueres -
- Y por qué no estoy... -
-A eso voy, si me dejas explicarlo- Le cortó.
La verdad es que no sabía cómo comenzar la explicación, después de todo "El pacto" era muy peliagudo.
ESTÁS LEYENDO
Demon chronicles
FantasyLos seres humanos, y su afán de guerra; siempre creyendo ser los amos del mundo. Siempre peleando por causas estúpidas. "Lo que está bien y lo que está mal". ¡Mentiras! Ellos nos tratan cómo monstruos. Ponen excusas para exterminarnos a todos. Inclu...