---Hay alguien que me gusta en ese salón -declaraba él ahora usando un tono tímido. Me atreví a asomarme por la orilla del marco de la cocina.
---¡Oh! Vaya, y ¿quién es ella? -"Y dale con ella" pensé. Derek levantó la vista de inmediato.
---Ella es... su nombre es Paige -confesó casi entre dientes-. Sí es ella. -Está vez fue más claro en su tono.
Lo sabía, lo sabía, lo sabía, esas miradas Sourwolf. ¡¡Entonces qué diablos con nuestros besos!! Me sentí un poco traicionado. Eh iba a evitar que Derek estuviera cerca de Paige a toda costa.
---A qué salón es donde quieres estar -preguntó una vez más ella, reacomodando la caja entre sus brazos.
---Es en el salón de Stiles.
---Bueno, tal vez deberíamos hablar con nuestra madre sobre eso -aseguró su hermana, y mierda, parecía que ya se iba, me puse nervioso, regresé a las escaleras y después me giré para hacer como que venía de arriba. Ella se fue y Derek no me vio pues se fue al campo de nuevo. Así pasaron algunos días después de éso, Paige no quitaba el dedo del renglón sobre el tema Derek y éste ya se empezaba a poner molesto con todo el mundo, como si le hubiera dado su periodo menstrual. Y dada la insistencia de mi amiga de salón pues un día...
---Oye Paige... -susurré volteando a verla.
---Dime -habló sin abandonar su tono de voz semi alegre.
---Bueno, tú querías conocer a Derek por lo que recuerdo ¿Verdad? -Me acomodé mejor en la silla.
Por un momento dudé en llevarla con Derek, no sé Sourwolf, es que, no quería que entre ellos pasara algo más que unos encuentros visuales, sí, tal vez tenía miedo de que Derek la llegara a querer más que a mí si la conocía. Pero bueno, al final lo hice. En realidad no quería que se presentasen de manera formal así que sólo llegamos al salón de Derek.
Derek estaba sentado en su lugar, casi en medio de todo el salón, con rostro serio y leyendo un libro, el maestro no estaba y sólo había unos cuantos alumnos.
---¡Derek! -exclamé yo, saludando con la mano en alto, menequeándola de un lado a otro. Ocultando un poco lo que había visto minutos antes.
---¡Stiles! -correspondió a mi saludo, sorprendido por mi presencia.
En realidad me arrepentiría de lo que iba a hacer, se notaba que la chica estaba interesada en mi Derek, y yo mismo lo había escuchado a él decir que le gustaba ella. Yo, él enamorado secreto, los estaba uniendo, pero si de esta forma podía ver a Derek feliz de nuevo, entonces, sí, los uniría.
---¿Qué haces aquí? -preguntó él, cerrando el libro y dejándolo sobre la paleta.
---Sólo vine a visitarte Hale. -Me acerqué a él y me puse justo frente a su cuerpo, tapando un poco a Paige.
---¿Por qué? -cuestionó, siendo un poco mas abierto en sus expresiones.
---No tengo nada que hacer. -Era verdad, mi profesor tampoco estaba.
Y por un momento él casi hace un algo con sus labios que pudo haber sido una media sonrisa, pero entonces distinguió a Paige atrás de mí.
---¿Quién es ella? -preguntó serio, incluso hasta hizo un movimiento con la ceja.
---Ella es... -casi lo digo, pero él se adelantó. Ahora que lo pienso nunca le dije nada sobre el nombre de ella, es como si me escuchara desde afuera de mi salón platicar.
---Es Paige -habló con naturalidad.
---Sí es ella -aseguré, finjiendo felicidad de presentarsela por fin, porque por dentro estaba confundido, se supone él estaba interesado en ella, era para que se alegrara, no para que se pusiera serio.
---Ya veo... -respondió mirándome entre curioso y pensativo.
---Hola Derek, bueno sé tu nombre porque Stiles me ha hablado de ti -habló por primera vez ella detrás de mí haciendo un espacio para que él pudiera verla.
---¿En serio Stiles? -preguntó él dirigiéndome una mirada que decía.... pues lo mismo que él dijo.
---Sí Derek.
---¿Has hablado bien de mí?
---Tal vez... -murmuré evitando verlo por pena.
---¿Qué te ha dicho de mí? -pregunto él, entonces dirigiéndose a Paige.
--¡Oh! Él ha dicho maravillas de ti -soltó llena de felicidad llevándose las manos entrelazadas al pecho.
---Wow Stiles. ¿Como cuáles? -cuestionó una vez más mirando a la chica que se estaba casi sonrojando.
---Él ha dicho que tú, eres muy serio por fuera pero por dentro una linda persona, con buenos sentimientos y que parece que no sabes sonreír pero es todo lo contrario, que tu sonrisa es la más...
Y sonó el timbre. Gracias a Dios.
---Nos vemos Derek, vámonos Paige -corté de tajo antes de que ella dijera hasta lo que yo no sabía que sentía pero que siento, ¿me explico? No creo que no.
---Pero si apenas nos acabamos de conocer -exclamó ella un poco decepcionada de la corta visita.
---Él maestro llegará y no queremos reprobar, recuerda que nos toca la clase de música -hablé casi empujando su cuerpo.
---Tienes razón vámonos. -Ella nunca se perdería la clase de música por nada en el mundo.
---Adiós Derek -dijimos ella y yo al mismo tiempo y salimos de ahí.
Y todavía más tarde en el pasillo me lo topé de nuevo, sólo que entonces yo estaba solo.
Una sonrisa se dibujo en su rostro y entre cerró los ojos, lo cual me tomó por sorpresa, mi faz cambio de expresión por una sorprendida, y poco a poco fui descruzando los brazos y haciéndome hacia atrás. Se acercó a mí, mucho, sentí su nariz pegada a mi patilla.
---¿Estas celoso? -preguntó burlón-. Hueles a celos.
---Claro que no -tartamudeé sintiendo su respiración en mí piel, mis piernas estaban temblando como nunca.
---Claro que sí. -Noté como cerraba los ojos y seguía oliendo-. ¿Con qué te bañaste hoy Stiles?
---Igual que siempre, bueno, ya sabes, después de bañarme, me puse del perfume que me regalaste... -admití anegado de pena.
---Deberías hacerlo más seguido, sólo para saber si así debe oler siempre, o también se combina con la esencia de los celos -susurró dando un último respiro profundo.
---¡Que no estoy celoso! -exclamé y dictaminé que era mejor irme de ahí.
---Espera Stiles -clamó usando su elegante acento francés sobre mi nombre, de forma ligeramente exagerada y especial. Me detuve en seco.
ΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔ
P.O.V. Narrador.
En algún otro lugar ese mismo día.
Paige llegaba a casa, Stiles le había dicho que se iba a quedar en la escuela un rato más, se despidieron alegremente, y salió de la escuela.
La carroza por lo general iba por Paige al colegio, ella subió ahí y llegó a casa, pasando por un paisaje alejado de la parte más poblada de la ciudad, llegando a un camino escoltado por altos y vivos pinos,
---Gracias Alfredo -dijo ella en tono amable al chófer de la elegante carroza.
---No hay de qué princesa -correspondió él con una reverencia.
---Alfredo, ¿cuántas veces tengo que repetirlo? -cuestionó ella jalando su vestido que aún estaba medio aferrado a la carroza.
---Está bien, señorita Paige.
---Sólo Paige, Alfredo. -Ella se dirigió hacia la puerta de su casa pasando por una fuente y un jardín grande para el lugar, pequeño para los que ella estaba acostumbrada-. ¡He llegado a casa! -gritó ella entusiasmada.
---Señorita Paige -exclamaron un par de las amigas de Paige, las mucamas para los padres, ellas son jóvenes y diez años más grandes que la chica, en sus veinticuatro.
---¡Hoy lo conocí! -gritó emocionada ella anegada de felicidad, dando giros sobre sí misma.
---¿En serio y cómo es él? -preguntó una de las mucamas.
---Tal y como lo recuerdo y también encaja a la perfección con la descripción que dio Stiles -suspiró dejándose caer sobre un sillón.
---Pues ahora tienes que conquistarlo -dijo otra de ellas de cabellos claros.
---Necesitas ropa nueva, que sea muy vistosa y linda -exclamó la primera de ellas de piel morena.
Y ellas se organizaron toda la tarde.
ΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔ
P.O.V. Stiles.
Tuvimos una charla en el comedor durante la cena en la casa y después de una platica que tuvo involucrada el nombre propio "Paige" decidí retirarme de la mesa con total discreción. Porque... ¿Acaso Peter había olido mis celos? ¿Cómo Derek? No aún sigo sin creerlo, es absurdo, e imposible.
Cuando llegué a mi habitación prendí todas las velas y me empecé a cambiar y poner la pijama.
---Hola -dijo Derek cerrando la puerta detrás de él.
---Hola -respondí bajito, dejando que la camisa de manga larga y cuello redondo de algodón suave y azul se resbalara por mi abdomen, dándome unas suaves caricias en mi piel rosada y brillante.
Levanté la mirada, Derek parecía no dar crédito a lo que acababa de ver, sus ojos brillaban amarillos, lo cual para mí fue muy raro, y pensé que tal vez era el brillo de tantas velas prendidas a nuestro alrededor brillando en sus ojos.
---¿Derek? -susurré intimidado al darme cuenta que se acercaba rápido, un metro sesenta de puro Hale acercándose a mí.
---No digas nada... -murmuró, cogiéndome por los brazos, y acercando su rostro mucho al mío. Lo miré a los ojos, seguían brillando así tan amarillos llenos de vida y otras cosas-. Creo que eran los celos... -comentó en voz bajita.
---¿Qué...? -chillé todavía más acoquinado en cada parte de mi cuerpo.
---Necesito que huelas a celos. Me gustas cuando hueles a celos... -Y mis piernas no lo soportaron, puse los ojos en blanco y respiré muy hondo por la boca, casi caigo al suelo, pero él me sostuvo-. ¿Qué te sucede? -interrogó espantado.
---No sé qué está pasando... O qué estés haciendo... pero... -Me recostó sobre el suelo.
---No sabes cuanto me gusta Paige, su sonrisa, su mirada, su forma de moverse. No como tú. -Lo estaba logrando, me puse celoso-. Eso es -añadió y su nariz se pegó a mi cuello. Tuve que reprimir mis quejas y también un pequeño suspiro cuando sentí su roce abajo de mi mandíbula.
Respiró varias veces de manera profunda. Hasta que estuvo satisfecho se levantó, mierda me estaba doliendo la espalda, y solté un quejido.
---Ahora sabes lo que se siente estar en el suelo más de cinco minutos, tal vez así me tengas un poco más de consideración niño -protestó a la vez que apagaba todas las velas y se acostaba en la cama.
ΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔ
Hola Sourwolf, sabes no tengo tiempo de escribir todo el tiempo así que he decidido que te volverás mi amigo imaginario, aunque aún no he decidido qué forma tendrás. Tú sabes, persona, animal. Deberías decirme qué forma quieres pero en fin.
Paige no ha venido a la escuela porque ha estado enferma, nada grave, bueno, sí un poco, tiene gripe pero al parecer ya está, mejor, hay un sujeto que siempre viene a la escuela a dejarle una carta a Derek, algunas veces Paige manda saludos a mí también. Desde que Derek está en el salón Paige y él se sienta juntos, y yo me he quedado solo, bueno, no tan solo, hay hay un sujeto a mi lado, pero es como estar solo. Pero gracias a que la chica no ha venido Derek se ha sentado conmigo una semana, ha sido agradable durante este tiempo, solo hablo con él y como vamos en el mismo salón salimos a la misma hora, por lo tanto también regresamos juntos.
---En la adolescencia, los chicos... -dice el profesor parado frente a todos, pero Derek no me deja poner mucha atención.
---¿Derek qué haces? -susurro con el ceño fruncido intentando mirar al profesor y poder comprender lo que dijo y está explicando, pero no puedo.
---¿Es que no puedo enredar mis pies con los tuyos? -pregunta sin dejar de ver mi perfil con admiración, apretando más mis piernas entre las suyas por debajo de la mesa, regocijándose con el contacto.
Yo no puedo evitar sentir unas cosquillas en la espalda. Es que tengo que confesar que me gusta enredar mis piernas con las suyas.
---Llevas toda la semana haciéndolo y por eso no puedo estudiar bien -reclamo con los ojos cerrados-. Además alguien nos podría ver.
---Nadie nos ha visto -repone girando la cabeza para ver al maestro.
---Eso crees tú.
---De ser así ya lo sabrían todos, por favor, todos en este salón apestan como personas, claro, menos tú, Paige y yo.
---Debo admitir que en eso tienes razón, y también no eres tan malo como pensaba que eras... -comento escribiendo algunas cosas en mi libreta, mi letra es de tamaño promedio y las letras son redondas, la letra de Derek es más como, alta y curvada, es bonita, al parecer Paige le ha enseñado a escribir o algo así.
Más tarde llega una profesora y se lleva a Derek ya Ethan del salón hacia la dirección.
Llego a casa, todos están preparando las cosas para la cena de Noche Buena y Navidad, no todos celebran la Navidad en Nueva York, hay muchas culturas y además algunos de ellos son como ¿anticristianos? Esa palabra me causa sudor frío en la piernas, pero bueno.
---Stiles te he lavado ropa a ti y a Derek, ve y acomodala en tus cajones, por favor -dice mi madre desde la cocina-. Por cierto... ¿Y Derek? -pregunta ella con la frente sudada, un mechón de cabello risado sobre su frente y el ceño fruncido.
---Ah... él está, en la escuela aún... -murmuro pegando a la puerta de salida.
---Bueno. -Parece que no recuerda que Derek está en mi salón también.
---Sí, este, voy arriba a hacer lo que pediste -murmuro cauteloso y subo las escaleras.
Después de un rato de doblar ropa, me quedo pensando, en que no tengo un reloj, no sé donde ver la hora nunca, ni siquiera sé hace cuánto que llegué a casa.
---Hola pequeño parlanchín -saluda Derek desde el marco de la puerta. Ya ni siquiera estoy pequeño, bueno, tal vez tampoco soy un sujeto enorme pero, tengo mi altura.
---¿Cómo te fue? -pregunto un poco desinteresado ante su relajada expresión.
---Nada grave -comenta y se sienta en la cama todavía más suelto-. Bueno, recibí una carta de ella de nuevo cuando salí de la escuela ¿Qué crees que debería decirle a Paige? -Pero siempre tiene que arruinarlo.
---Ya cállate -reclamo con agresiva voz.
Lo cual me recuerda que antes de que todo esto pasará habían sucedido otras cosas. A ver déjame recordar...
ΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔ
Hace algún tiempo.
---No sé qué está pasando... O qué estés haciendo... pero... -Me recostó sobre el suelo.
---No sabes cuanto me gusta Paige, su sonrisa, su mirada, su forma de moverse. No como tú. -Lo estaba logrando, me puse celoso-. Eso es -añadió y su nariz se pegó a mi cuello. Tuve que reprimir mis quejas y también un pequeño suspiro cuando sentí su roce abajo de mi mandíbula.
Respiró varias veces de manera profunda. Hasta que estuvo satisfecho se levantó, mierda me estaba doliendo la espalda, y solté un quejido.
---Ahora sabes lo que se siente estar en el suelo más de cinco minutos, tal vez así me tengas un poco más de consideración niño -protestó a la vez que apagaba todas las velas y se acostaba en la cama.
Después de ese día Derek apenas y me dirigía la mirada y al mismo tiempo se peleaba con el mundo por quién sabe qué. Yo pienso que es porque Derek se sentía, incómodo después de lo que había hecho, es decir, olerme como si él fuera alguna clase de perro. De vez en cuando me lo encontraba en el pasillo y era como:
---Hey Derek -saludaba con la mano en alto.
Pero me ignoraba, pasó muchas veces a lo largo de una semana.
Un día después de éso, Derek seguía con la misma actitud por la que no hubo nada interesante ese día que deba contar. Debo admitir que extrañaba que siempre me pidiera quedarse en la cama. Pasaron tres días sin avances de ningún tipo. Y entonces una mañana yo me había ido a la escuela solo. Me senté en mi lugar como era de costumbre, por lo general Paige ya estaba en su lugar junto a mí cuando llego pero ella no se encontraba ahí aún.
ΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔ
Ese mismo día en la mansión Stilinski.
P.O.V. DEREK.
---Tú eres guapo Derek. Hoy se lo dirás. Tú puedes hacerlo, a él también le gustas.
Tomé mis cosas, me despedí de mi madre y caminé a la escuela, feliz, se podría decir que casi bailando, me presentaría lo más guapo posible ante ese niño, desafiando todo a mi alrededor con tan sólo el simple hecho de corresponder su atracción, porque lo nuestro es imposible, pero para mí esa palabra no existe.
ΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔ
Ese mismo día en la mansión del fondo de la Quinta Avenida.
P.O.V. Narrador.
---A ver.... listo -dijo la rubia, se separó de ella un poco para que la chica se pudiera ver en el espejo.
---Oh por Dios... -murmuró sorprendida la princesa por su belleza.
---Le aseguro que será amor a primera vista. -La rubia cogió la loción que habían pedido con tanta antelación y la roceó en el cuello de Paige.
ΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔ
Ese mismo día en la escuela.
P.O.V. Stiles
Entonces de pronto Derek se presenta ante mí tan guapo que podría jurar que sólo le falta el sombrero de Abraham Lincon, bueno, no es como que Abraham Lincon fuera muy guapo, pero me refiero a la ropa. Y me dice que se cambió de salón a este donde estoy yo.
Lo dejo sentar a mi lado -en el lugar de Paige- sólo porque sé que Paige no va a venir.
Pasan un par de horas y entonces.
---Bueno Stiles, tenemos que hablar de algo importante, y serio -aseveró Derek sin mucho entusiasmo.
---¿Y qué es? -pregunté con demasiada curiosidad por saber qué era tan grave.
---Es que, entre los dos, están pasando cosas curiosas... -Él quería decir algo, pero no sabía cómo, sólo estábamos en silencio. Quise decir algo para llenar ese incómodo silencio que se instalaba entre nosotros a pesar de que los demás adolescentes hacían ruido en el salón, junto con todos los chirridos de las sillas oxidadas, crujidos y roces de algunas otras cosas, gritos y alaridos, risas, en medio de todo éso, pude notar como Derek se desesperaba por dentro a modo de deshacerse cual castillo de arena y bolas de viento.
---Tranquilo, si no puedes decirlo, no lo hagas ahora... -susurré poniendo mi mano sobre la suya. Ante el tacto él levantó la vista para reecontrarla con la mía, su mirada tenía una esperanza y brillo indescriptible.
---Es que, yo quería decirlo hoy, para eso me arreglé tanto. -Y entonces agarró su mano con la mía, viendo mis ojos con intensidad-. De acuerdo lo diré de una vez. -Tomó aire-. Tú me...
---Perdón pero ese es mi lugar -habló una voz femenina, ya sabía yo de quién era. El brillo en los ojos de Derek se apagó un poco.
---¡Oh espera un minuto! -me dijo fastidiado Derek. Soltó mi mano y se giró para ver quién lo había interrumpido-. ¿Podrías...? -Pero no dijo nada más, sólo se quedó ahí mirándola, a la chica más hermosa, a Paige, con un peinado estupendo, un vestido grande, pendientes y un collar de oro con gemas preciosas, todo éso del color del océano profundo y extenso cielo.
Ambos se habían arreglado tanto, para verse el uno al otro, y no sólo éso, también ya estaban en el mismo salón. Pero en todo lo anterior, yo quedaba fuera, era una de esas piezas extras que no sirven de nada y dejas que se pierdan en el olvido. Entonces pensé que ellos están destinados a estar juntos. Derek no está en mi destino.Nota de Autor: Este capítulo está super resumido, en sí, son dos y debido a la poca audiencia, pues decidí que el próximo capítulo tal vez sea el último. :'( Yo pensé que ya lo había subido, así que revisé y me di cuenta que no xD lo siento.
ESTÁS LEYENDO
Himno Nacional
FanfictionDerek Hale acaba de llegar a Estados Unidos. Y conoce a Stiles el cuál tiene la misma edad que él. Durante la guerra civil de Estados Unidos. Ambos tienen doce años.