48 Horas (Te Veré Nuestro Próximo Martes)

168 9 1
                                    

NOTA DE AUTOR: Hola amigos, este es el final -no sé si es definitivo o no, aunque dejé unos cabos sueltos por si algún día decido continuar con esto- de la historia National Anthem, espero que les guste, y les haya gustado el fanfinc, agradezco mucho los que lo han leído. El martes subiré el primer capítulo anexo, como es de costumbre conmigo desde "Toda Una Vida", empezaré a subir la nueva serie de nuevo que se llama "Te Conocí en esa Fiesta" a la cual voy a cambiarle el nombre porque la historia cambió de lo que tenía planeado y estoy seguro que será mejor y más buena que esta. También necesito darme un tiempo de esto porque, la historia no estaba iendo a ningún lado (y tal vez iba muy lento) no podría desarrollarla detalladamente hasta este capítulo, porque nunca en todo el proceso tuve claro qué era lo que quería escribir, y me gusta que las cosas que escribo tengan, una buena historia, aunque a veces se me salgan cosas extrañas de la cabeza pero bueno. Quería decir que este es oficialmente el capítulo más largo que he escrito en toda mi vida -siempre digo esto- pero ahora sí que lo es. Ayer fue mi cumpleaños, deberían felicitarme. Nos leemos luego y los extrañaré hasta que vuelva, como por a mediados de diciembre o menos yo creo que empezando, para la nueva serie. Está muy largo espero que no se aburran. Son tres capítulos en uno, lo merecen.

ΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔΞΔΔΔΔΔΔ
Νarrador.

Ambos caminan despacio hacia las escaleras de madera, Derek ha tomado los tiempos desde que viven ahí, o vivían claro, en cierta hora del día, no hay nadie en casa, es buen momento para entrar y robar algo de su propia casa. La madera cruje debajo de sus pies, Derek saca la llave del picaporte, lo cual hace que Stiles se plantee seriamente preguntarle a Derek cuántas cosas trae consigo, pero no indaga más. La puerta se abre frente a ellos, la casa luce igual que siempre, pero ahora se siente la falta de su presencia en el lugar por supuesto. Rápido sin decir nada, todo lo hacen en silencio. Stiles toma su mochila y saca todo menos un cuaderno y un lápiz número dos, Derek se dirige al campo donde encuentra las frutas que necesita, todo lo mete en su mochila, no importa llevarse las cosas que ya tenía adentro de la mochila envueltas en la cobija para después cargar ésta. Stiles sube a la habitación, y saca más velas y cobijas, además de más ropa limpia y otro par de zapatos de Derek y de él. Ambos se sienten como en una tienda pero gratis, temen no llevarse todo lo necesario porque saben que no regresarán en un buen tiempo, pero temen llevarse cosas de más, los habitantes de la mansión Stilinski notarían la diferencia y lo que querían era dejar los menos rastros posibles.
Derek ya esperaba a Stiles al pie de la escalera, justo éste se queda viendo el enorme haya en medio del campo desde la ventana de su cuarto, él tenía la esperanza de comer manzanas verdes y rojas con Derek durante el atardecer, o incluso solamente rojas con miel de abeja a baño María. Cierra la puerta del cuarto sin preocuparse por el ruido, la madera cruje debajo de sus pies con cada paso que da.
---¿Quién anda ahí? -pregunta una voz femenina que ambos reconocen bien. Es Claudia Stilinski.
Derek ve a Stiles petrificado a un paso de empezar a bajar las escaleras. Lo último que recuerda el chico más pequeño es que su madre se desmayó, de sólo recordar cómo lo golpeó aquel día siente que la oscuridad lo envuelve.
---Stiles... -susurra Derek extendiendo una mano hacia frente, como para hacerle entender que al final de todo lo tiene a él al pie de la escalera esperando su presencia.
Stiles sin embargo no puede moverse... Quiere abrazar a su madre aún después de lo ocurrido, pero teme que lo rechace, sólo por amar a otro chico. El sheriff se acerca a paso firme desde la calle, la tierra y polvo vuelan alrededor de sus opacos zapatos, regresa a casa, sólo para comer, todo se ve igual por fuera, pero presiente algo. Stiles ve el picaporte de la puerta de entrada moverse y una gota de frío sudor se escurre por su sien, la puerta del cuarto de su madre se abre detrás de él. El Sheriff se da cuenta de quiénes están en su casa, siente que algo se le revuelve al vacío dentro su estómago, y sin pensarlo, saca la pistola y la carga muy rápido lista para disparar. Derek se da cuenta, sin dudar, se transforma en lobo, sus ojos se encienden en sangre, y sus colmillos brillan filosos a la vez que se abalanza contra el Sheriff, éste dispara en el acto, la bala viaja después de un ruido estrepitoso, y se estrella contra el cuerpo de Derek, del joven de quince años que sólo quiere proteger a su novio, de su propio padre por amor. El cuerpo de Derek cae hacia un lado, Stiles no deja de gritar el nombre de su novio a la vez que empieza a correr escaleras abajo, las lágrimas empiezan a salir de sus ojos, se aferra a las cosas que están en sus manos. No llega a la mitad cuando el Sheriff apenas se recupera del susto de ver a un chico que creía que conocía y de pronto se transforma en un monstruo, se da cuenta del horror, su hijo enamorado de otro chico que es un monstruo, a lo mejor ni siquiera es su hijo... Toma la pistola de nuevo con más fuerza y apunta hacia Stiles, Claudia no hace nada tampoco, está muy enferma.
Derek se levanta de la nada y se abalanza contra el brazo del Sheriff quien aprieta el gatillo y la bala sale disparada hacia arriba, dándole a la madre de Stiles en el vientre, su cuerpo se estrella contra el marco de la puerta mientras la sangre se empieza a escurrir por su cuerpo manchando el camisón, su boca se anega de ese líquido, se le va el aire.
---¡Stiles! -grita Derek desesperado agarrando todo lo que dejó caer. Cuando levanta la mirada sólo ve a un castaño en shock, petrificado con los ojos muy abiertos, incluso sin respirar. Derek se siente más loco que nunca, no sabe qué hacer, toda la presión se amontona en su cabeza y explota o se desinfla muy lento, derribándolo y decide dejar a cargo a su lobo.
Sin saber cómo, de pronto ya se haya afuera de la mansión aullando, para después casi correr de ahí con Stiles aferrado a su mano. Comienza a recuperar la conciencia, se da cuenta del horrible y desgarrador llanto de Stiles a sus espaldas, y éso hace que su espalda se sienta espiada y sus piernas empiecen a flaquear. Los ojos se le ponen rojos, pero porque quiere aguantar el llanto, de forma simple ha sido demasiado para ellos dos. Todo es tan pesado sobre su cabeza que siente que pronto va quedar tan inservible como una bicicleta que cayó desde un kilómetro y medio de altura, o también como un reloj de bolsillo siendo lanzado contra la pared.
Llegan hasta una calle solitaria, el sol es tapado con una nube gris, la única nube gris más grande en el firmamento. Sus pies dejan de moverse, y el castaño se detiene detrás de él. Derek se voltea sólo para abrazar a Stiles, éste suelta todas las cosas que sus manos llevaban, sus dedos por fin recuperan la sangre y se ponen colorados de nuevo, se aferra a la espalda del moreno, escondiendo sus manos entre su cuerpo y la mochila de Derek. Su llanto se vuelve más fuerte que nunca, Derek incluso teme que alguien los vea debido a los gemidos tan altos de su novio. Le duele de verdad verlo así, que incluso aún después de hacerse el fuerte tanto tiempo, también rompe sus presas y termina llorando, la tristeza lo embarga tan profundo dentro de un abismo sin salida que piensa que estará ahí todo el resto de su existencia.
No hay palabras sólo miradas, que lo dicen todo... Después de un rato Stiles se ha calmado pero éso no hace que Derek baje la guardia. Lo lleva a la escuela de nuevo, esta vez no es necesario que trepen el árbol, ya tienen la llave, se quedan adentro del salón donde se quedaron antes, más pronto de lo que Derek quiere, anochece, prende una vela, tiende la cama, ahora con más cobijas.
---Stiles... -susurra Derek parado en el rincón. El joven castaño tiene la mirada perdida en la llama que se menequea lento de un lado al otro-. Ven a dormir... -insiste con cuidado en su tono de voz para que no suene a demanda y rompa la calma con la que se rodea Stiles, con la que se protege.
El castaño se despabila lento, parpadea y mira a Derek. Éste nota como Stiles sigue llorando, pero hacia adentro. Sin decir nada, ambos se meten bajo las cobijas, Stiles se acurruca muy cerca de Derek, enreda las piernas con las de Derek y pega su rostro al pecho de éste. El moreno se acomoda mejor de lado y abraza a Stiles. Se quedan dormidos en poco tiempo, a Derek no le gusta irse a dormir sin escuchar la risa sincera de su pequeño adolescente risueño. Pero así es esa noche y éso le desanima.
A la mañana siguiente cuando el joven Hale despierta, nota que Stiles no está en la cama, y se espanta, rápido como puede se levanta y se pone los sucios zapatos, su corazón se acelera muy rápido pero al igual que éso, la velocidad desciende pronto, su castaño está sentado en la puerta del salón de clases mirando el firmamento -apenas amanece- con mucha atención. Derek toma una de las mantas con sus manos aún calentitas, verlo ahí en una mañana tan gris hace que se sienta que están indefensos, entre las bancas camina hasta que se pone justo detrás de él. Deja caer la manta de forma suave sobre la espalda curvada de Stiles, éste se da cuenta y cierra su cuaderno, SourWolf. Donde parecía estar dibujando.
---Te vas a resfriar -comenta Derek a la vez que se sienta a su lado.
Pero el castaño no dice nada. Un copo de nieve cae del cielo, tan temprano. Stiles abre su cuaderno hasta la pagina de atrás. Con cuidado toma el lápiz que dejó a su lado, con los dedos escribe un mensaje.
---Gracias... -Escribe el pequeño.
---Así que no piensas hablar ¿eh? -dice entre dientes Derek mirándolo de forma fija a la cara.
---No -responde el otro sobre la misma hoja un poco más abajo del primer mensaje y más remarcado.
---Bueno -responde Derek.
---Seguiré dibujando.
Escribe Stiles, no habla, sólo escribe.
Siente que lo más probable es que Stiles no quiera a hablar porque entonces nunca se detendría y terminaría por sacar todo lo que siente y piensa y lloraría hasta derrumbarse de nuevo. El moreno prefiere que esté estable su novio, así que decide tener paciencia hasta que Stiles se recupere y se sienta mejor. De todas maneras ahí estará para ayudarlo porque-: Para eso están los novios, puedes hacer lo que quieras -dice Derek con cariño depositando un beso en la mejilla fría de Stiles a la vez le aprieta la mano.
Derek no tiene planeado qué hacer, es lunes y dentro de poco, el conserje, el guardia, el director, los maestros, los alumnos, todos regresarán a la escuela, lo que le preocupa son los dos primeros, ¿qué harán si los encuentran? Mejor irse, sin dejar huellas, siempre ocultándose, siempre huyendo, siempre... Éso es lo que más le duele. ¿Por qué ocultar algo tan hermoso como el amor que se tienen Stiles y él? Bueno, al parecer hoy van a tener que irse, con pena, toma la mochila y mete algunas cosas, la fruta la ha puesto toda en la mochila de Stiles y en la suya, los zapatos, las velas y demás cosas.
Deja todo en orden antes de salir del lugar.
---Stiles es hora de irnos -dice el moreno con la mochila en los hombros y la otra en la mano izquierda.
El chico cierra su cuaderno estrepitosamente, otra vez. Sólo se levanta.
---¿Quieres lavarte la cara o algo así? -pregunta Derek a su novio mientras pasa un pulgar por su rostro con cuidado.
El castaño sólo niega con la cabeza. El moreno siente que le han robado su razón de reír porque ya no es capaz de oír la bonita voz de Stiles. Quiere hacer algo pero sabe que es mejor dejar a Stiles por ahora.
---Entonces vámonos -decide Derek sosteniendo la mano izquierda de Stiles.
Se toma un poco de tiempo para cerrar la puerta del salón con llave, la del baño de chicos, y dejar las llaves en la dirección, menos la primera que robó y por qué no, también llevarse la de la puerta principal de la escuela, después de todo nadie sabría que fue él quién se la llevó.
Cuando salen de ahí, la calle ya tiene algunas personas -nadie se dio cuenta que salieron de la escuela- por ahí, ha sido a tiempo salir antes de que llegara el guardia y el conserje al mando.
---A ver Stiles, este es el plan: Damos una vuelta por un rato y volvemos para entrar a la escuela a las siete o... -El moreno se detiene de hablar al ver la expresión de aversión de Stiles-. ¿No quieres entrar? -pregunta esta vez. El castaño niega con la cabeza-. De acuerdo pues... ¿A dónde quieres ir?
Stiles apunta en su cuaderno: Al terreno baldío.
Derek se pone triste, es como si su novio fuera a morir y ahí va a ir a despedirse. Aprieta los labios, pero lo lleva hasta allá a pesar de que, de pronto, en medio del verano, está nevando.
Se sientan sobre el pasto, justo ahí, Stiles rompe en un llanto silencioso, mientras abraza a Derek, mientras el sol se esconde, mientras la nieve vuela, mientras todo se llena de gris y blanco, mientras la madre de Stiles se pone cada vez peor, mientras sus cuerpos se quedan inmóviles. Derek no lo aguanta, pero tiene qué.
Paige se despierta en la cama, quiere ver a su novio, está confundida, estaba tan a gusto besándolo debajo de los fuegos artificiales y de pronto, salió corriendo Derek, dejándola ahí parada por casi una hora. Espera verlo para poder aclarar lo sucedido, en verdad le duele un poco que la haya dejado así, se reacomoda en la cama soltando un suspiro.
---Princesa Paige ya es hora de levantarse -avisa la chica morena que además de sirvienta es su amiga, más amiga que sirvienta para ella.
---De acuerdo, ahora mismo voy -dice ella mientras se baja las cobijas hasta la altura del abdomen.
Se mete a la bañera donde ya hay agua recién calentada, le hecha un poco de esencia de enebro porque es un día nublado, frío y con un poco de nieve, lo cual indicará que un olor fresco a bosque le sentará bien y abrirá su sistema respiratorio, para poder oler mejor el delicioso aroma a tierra mojada. Cuando termina se seca el cuerpo y la sirvienta le deja la ropa en la cama, un vestido lindo con algunos encajes azules oscuros, es algo ligero para el clima pero bueno, aunque para ser sinceros es muy despampanante. La sirvienta rubia le sirve el desayuno en el gran comedor, estando ahí, en ese lugar tan grande para ella sola, es cuando más necesita un abrazo caluroso de su novio. Está muy bonita y arreglada, espera que su novio lo note.
Su chófer la lleva a la escuela, sus ánimos no aumentan cuando se da cuenta que su novio no está, la situación no mejora cuando se da cuenta que el asiento a su lado -donde se sienta Derek- está vacío desde la mañana y ya casi es hora de salir.
Cuando lo hace se da cuenta que todos se están iendo ya a casa. Llega la carroza por ella, ¿de qué sirvió arreglarse de manera tan ostentosa? si Derek no vino. Justo cuando decide irse, un moreno con mochila se le acerca muy rápido. Es Derek.
---¿Por que no viniste...? -Pero es callada por un beso que el mismo moreno le da a voluntad propia.
---Ha sido un día horrible. Necesitaba verte -dice en tono lastimero mientras acaricia el brillante cabello de su novia y deposita otro beso en sus labios.
---Yo también te extrañé Derek -susurra ella colgada del cuello de éste.
Derek decide dar un poco de lástima. Sólo empieza a recordar lo triste que se veía Stiles, lo roto que se veía, lo inreparable que se veía. Y sólo éso, hace que sus ojos empiecen a escocer. No quiere sentirse como un manipulador pero quiere actuar como uno.
---Mi familia... Ellos me corrieron de casa... -solloza Derek mientras Paige le ve con duda pero al mismo tiempo le duele verlo así porque lo quiere de verdad.
---¿Pero cómo sucedió? -pregunta ella intentando verlo mejor a la cara.
Él no quiere dar más detalles así que se limita a sólo seguir sollozando, y de hecho no es del todo falso, en verdad se está desahogado. Ella toma las manos de Derek entre las suyas y las coloca a la altura del pecho de ambos.
---Derek... mírame -ordena la chica con mirada comprensiva. Él acata la orden-. Vas a estar bien, te vas a quedar conmigo hasta que solucionemos tu problema.
---Está bien... -logra decir el moreno.
Ambos entran en la carroza, Derek ve por la ventana, puede ver a Stiles parado, con unas cosas en las manos y la mochila puesta. Mierda, piensa al dejarlo, pero es necesario que lo haga. En serio quiere bajarse y llevarlo, pero está seguro que Paige no querría llevar a Stiles, puede que sean grandes amigos, pero esconder a ambos chicos en su mansión la meterían en aprietos. Derek mira a Stiles, éste parece que va quebrarse en mil pedazos, quedando sin vida a simple vista, pero reacciona y hasta da un paso adelante, tal vez quiere correr detrás de la carroza, pero Derek lo mira tan fuerte -diciendo: Voy a regresar por ti, lo juro por mi vida- que no lo hace y se queda quieto, confía en su moreno.
Cuando llegan a la mansión al final de la quinta avenida, Paige da las gracias a su chófer, y éste promete de forma amable no decir nada sobre Derek. No pasa mucho tiempo, pero a Derek ya le comen las ansias, necesita verlo ahora mismo. Paige le da una habitación que nadie usa, ni siquiera entran ahí, es para huéspedes pero... nadie los visita... Éso hace que Derek se sienta apenado por la chica, está tan sola, bueno, sus únicas amigas son sus sirvientas.
---Ahora vuelvo -avisa Paige antes de salir de la enorme habitación.
Derek ve la puerta de la habitación apenas cerrarse, sin pensarlo dos veces, sale corriendo por la ventana, el día se ha nublado tanto de pronto, el clima es un desastre. Las pequeñas gotas comienzan a caer sobre él, sus zapatos se estrellan contra el suelo a gran velocidad, corre toda la quinta avenida, la conciencia le molesta y se siente bastante culpable. ¿Qué hará si Stiles no está ahí? ¿Qué pasará si desaparece? Es la mitad de él, seria como si llevaran su alma, no podría vivir sin él, no lo soportaría, está seguro que moriría de dolor, a lo mejor ese niño podría ser su compañero de vida.
Cuando llega a donde dejó a Stiles, su corazón se alivia, él sigue ahí, sentado sobre un tronco.
---¡Stiles! -exclama a la lejanía, aún está muy lejos, pero quiere hacerle saber que la espera ha terminado.
El castaño se levanta y sólo toma las cosas que traía consigo para correr hacia Derek. Ambos se estrellan el uno contra el otro.
---¡Creí que nunca volverías! -exclama el castaño abrazando con fuerzas sobrehumanas al moreno.
---¡Eso es muy estúpido! ¡Nunca te dejaría! -responde Derek llenando lo más posible su sistema respiratorio del aroma de Stiles. Aunque la lluvia empiece a inundar todo con su olor nada podrá evitar que se inunde de Stiles.
Llegan a la mansión donde vive Paige, no hacen mucho ruido, a pesar de que dejan un rastro de gotas de agua por los pasillos. Derek lo mete a su cuarto.
---Cuando vuelva Paige te esconderás en el armario o debajo de la cama -dice Derek a su castaño.
---Está bien -susurra Stiles queriendo sentarse pero no quiere mojar la cama. El día se ha nublado tanto que ya hasta parece casi de noche.
Derek puede escuchar a Paige acercarse al cuarto. Stiles se esconde en el armario viejo y grande y vacío de ahí.
---Derek ¿a dónde te has metido? -pregunta ella preocupada.
---Estaba... dando una vuelta por la casa. -¿Es lo mejor que puedes decir? se recrimina Derek, esperando que ella no note que hay cosas de más en la habitación.
---Está bien, pero debiste avisarme por Dios... -Ella en realidad se había espantado-. Estás mojado -indica ella con extrañesa.
---Sí salí a mojarme un rato, está lloviendo. -Eres terrible mintiendo. Pero en realidad está muy nervioso.
Derek se pone de pie y ella se cuelga de su cuello, Derek pone sus manos en la cintura de la chica, y se besan lento. Stiles puede ver todo eso, no evita sentirse traicionado y aún más triste si es posible, la chica empieza a desabrochar la camisa de Derek, prefiere no ver el resto.
El moreno siente como la chica quiere explorar, pero no la deja ir más allá y se separa de ella, Paige no se siente mal con ello, de todas maneras tampoco quería hacer nada serio.
---Yo te aviso cuando esté el agua caliente para que puedas bañarte, la señora que me cuida, bueno mi nana o algo así, no ha llegado, debería de estar aquí desde hace tiempo así que supongo que no tarda en llegar... bueno, ahora vuelvo, yo te aviso -dice nerviosa antes de salir.
Stiles abre el armario y se sienta ahí dentro de él, ella podría volver en cualquier momento y no quiere que lo tomn de sorpresa, la novia, de su novio...
---¿Estás bien? -pregunta él acercándose a Stiles.
---Un poco bien supongo -responde él-. En realidad sigo estando mal, pero ahora sé que no puedo sentirme mal, las cosas no van a mejorar y tengo que ser fuerte, éso me tranquiliza. -Las palabras de Stiles sorprenden a Derek, un niño de catorce años risueño y lleno de ilusiones como su novio no debería decir esas palabras nunca, es como si viera hablar a un Stiles de diecisiete dentro de un cuerpo de catorce, en realidad ha quedado inservible y sin vida...
---No digas éso... Estoy yo aquí. -Se acerca el moreno al castaño sólo para abrazarlo, cuando lo tiene en sus brazos es como el aroma de Stiles cambia a uno con menos sentimientos negativos.
---¡Derek el agua del baño está lista! -avisa la sirvienta morena sin entrar a la habitación pero de igual forma los chicos se asustan y se separan de golpe.
-Sí ahora mismo voy -avisa Derek con voz prominente-. Quédate aquí y no hagas ruido -susurra para Stiles.
Derek y la sirvienta caminan hasta el baño y la chica lo deja para que el joven tenga privacidad, pero el chico Hale regresa por Stiles y por la mochila con las cosas. Llegan ambos hasta el baño.
---Quítate la ropa -pide Derek-. Está mojada y fría y necesitas un baño de verdad.
Los ojos de Stiles están un poco rojos además de hinchados. No quiere que él lo vea desnudo, le da pena su cuerpo pálido, delgado y sin gracia, siente pena de sí mismo. Pero Derek insiste, se quita la camisa y se acomoda el pantalón hasta que parece casi un short. Stiles sin darle muchos rodeos al asunto se despoja de todas su prendas y se mete en la bañera. Derek pasa la esponja por todo todo el cuerpo de Stiles, limpian la mugre, sobre todo del rostro del menor, lo hace con cuidado y dedicación, Stiles mantiene los ojos cerrados. El moreno no deja de verlo con una mirada escrutadora, se ve tan indefenso, pero ya es tan maduro a comparación de cuando lo conoció. Un sentimiento negativo abraza su corazón, Derek tiene mucho miedo de que las cosas se pongan todavía peor. Pega su frente a la del castaño, lo besa lento, en sus labios húmedos, todo ese sentimiento lo embarga y hace que su pecho y boca del estómago se compriman. Stiles corresponde y coloca las manos mojadas en el rostro de su novio. Así están un buen rato, hasta que Derek también se baña. Stiles después de ese relajante baño se queda casi dormido. Derek seca a Stiles y le pone ropa limpia, coloca su mochila en los hombros y carga a Stiles. Camina entre los pasillos de la mansión blanca. La cama de la habitación es demasiado grande para los dos, hay varias telas que cuelgan alrededor de ésta decorándola. El moreno deposita a Stiles en la cama y se acuesta junto a él cuando apaga todas las velas.
---Descansa mi pequeño -susurra a Stiles en el oído mientras acerca más la espalda del castaño a su cuerpo. Besa su nunca y cuello.
En poco tiempo, se queda dormido... En la noche Paige no deja de dar vueltas en su cama, su nana no ha llegado, está preocupada y temerosa. Sus pies pálidos hacen contacto con el frío suelo de mármol y piedra, se estremece un poco pero no le importa. Camina en un pasillo muy grande, un gran rayo alumbra toda el lugar por un momento corto, sigue entre la oscuridad, no le teme a ella. Llega la habitación de Derek, entra con cuidado y se escabulle entre la cama y las cobijas, Derek la aprisiona contra su cuerpo... O al menos éso quiere ella, pero la puerta ha sido atrancada por dentro, su mano está a punto de tocar la puerta, pero se arrepiente en el último momento, se queda pensando con los labios apretados y la cabeza gacha frente a la puerta. Al final se va a dormir a su cuarto de nuevo.
Nunca había dormido tan bien en toda su vida, la cama es tan grande que se siente como dormir en las nubes, las cobijas son tan pesadas que incluso se siente protegido, el calor que Stiles le proporciona es tan bueno, y el aroma de su tibio cuerpo... ¡qué aroma! Derek se arrima aún más y huele la cabeza de Stiles, siente una explosión de aleteos en su estómago. Además se percata de que tiene un erección. Se pregunta si a Stiles le molestará... sentirlo. Se siente excitado, su pene se arrima más al trasero de Stiles, un rayo del sol choca con su ojo y lo hace brillar demasiado, siente un cosquilleo delicioso.
---Derek... -gime Stiles entre la realidad y California dentro de 130 años.
Derek sólo hace un ronroneo extraño en la nuca de Stiles, y se atreve a tocarlo, el castaño también tiene una erección.
---Derek -vuelve a gemir Stiles ya más despierto y lúcido.
---¿No te gusta? -cuestiona Derek de manera que hasta es un tono que nunca ha usado por su nivel de lascividad. Empieza a creer que tiene que dejarse llevar por su lobo más seguido.
Stiles se mueve, Derek cree que ha hecho mal, piensa que es chico asqueroso y que Stiles se está moviendo para liberarse de su lascivo comportamiento, pero en realidad, Stiles sólo se acomoda para que Derek lo toque mejor. Se coloca boca abajo y Derek, el moreno le retira la pijama como puede. Sus cuerpos se aprietan el uno contra el otro, el castaño se eleva para que la mano de Derek tenga el camino libre.
---Stiles... Está muy húmedo ahí abajo -susurra Derek con la boca en la oreja del castaño, no puede evitar lamer el lóbulo y un poco más, quiere morderlo, en el hombro derecho, y lo hace, pero sólo un poco, mientras más fuerte lo muerde mejor se siente, es tan incontrolable pero logra tener un poco de auto control y deja de morder a Stiles, cuando se retira puede ver la marca de los dientes.
---Derek por favor -pide el castaño muy rojo de la cara.
---Tranquilo, pronto llegará -consuela Derek porque ambos están soltando demasiado líquido preseminal y para Stiles sentirlo detrás de él y con la caliente mano de Derek en su miembro es más que insoportable.
Derek besa el cuello de Stiles repetidas veces para calmarlo, el castaño pone una mano sobre la de Derek para que vaya más rápido y éso calienta aún más al moreno; sus ojos se encienden, rojos de la excitación y del placer que de pronto estalla dentro de ambos al mismo tiempo, los dos chicos dejan que el aire se vaya de sus pulmones, el moreno abraza muy fuerte a Stiles, hundiendo su rostro en el cuello del menor, ahogándose con su aroma, tan dulce, limpio e inocente. De pronto es tan embriagador que en verdad se le va el aire, se desespera y quiere recuperarlo.
Se despierta muy exaltado, ha tenido un sueño húmedo, al igual que su miembro ahora mismo; había sido tan bueno que por un momento pensó que era real, desearía poder hacerle a Stiles todo lo que pasó en sus sueños, pero el chico está muy afectado y ahora no es tiempo para cosas como las que pasan por la cabeza del moreno, incluso se siente demasiado sucio por tan sólo considerarlo, tiene pena ajena de él mismo.
Así que sólo ve a Stiles dormir muy profundo al parecer; es hermoso.
Acaricia su cabello con los dedos, y los peina hacia atrás, le entretiene y le conmueve la manera en que su chico respira muy lento, y profundo, cree que en verdad lo ama, porque es verdad, su lobo lo siente en su alma, y la emoción de tenerlo con él es muy fuerte y explota tan fuerte dentro de el moreno que se lanza -lo más despacio que puede para no despertarlo- hacia Stiles sin pensarlo para volver a tenerle entre sus brazos, besar su nunca y disfrutar de su calor, además del olor.
Derek cae muy dormido de nuevo hasta que pasa no más de media hora, el castaño abre los ojos, sólo para poner su mano sobre la de Derek, y mantenerse en silencio para disfrutar de esa magnífica, magnífica paz.
---¿Derek? -susurra el castaño después de unos minutos que han sido suficientes para él. El moreno no lo escucha a la primera pero después de varios intentos atiende a su llamado.
---¿Pasa algo...? -pregunta Derek aún adormilado, su corazón se contrae de felicidad y acerca más la nariz a la nuca del chico de ojos whisky.
---No pero... Quería hablar contigo -confiesa el chico con susurros.
---De qué. -Derek eleva el tono de voz y se despierta más, se ha preocupado-. ¿Qué sientes?
---Nada nada -se apresura el castaño-, ya te dije que sólo quería oírte.
Derek suelta el aire contenido y se recuesta aliviado de nuevo.
Mientras tanto con Paige, ella ha amanecido en la gran cama, pero fría y sola, quería despertar con Derek abrazándola, pero... No sabe el por qué de la puerta cerrada con seguro, además su nana no ha llegado en toda la noche, está muy preocupada y además tiene un presentimiento extraño que la inquieta.
Se levanta, sus pisadas resuenan en las paredes de la mansión, hasta que llega a la habitación de Derek, y toca la puerta con pena, insegura, pero está decidida a que él tiene que abrir en ese mismo instante.
Derek y Stiles comen manzanas sentados en la cama y el sonido de la puerta siendo medio golpeada hace que se alarmen un poco.
---De seguro es Paige... -musita Derek en la oreja de Stiles.
---Pues ve a ver -susurra el castaño dando una mordida silenciosa a la manzana.
---¡Derek! ¡Ven a desayunar! ¿Ya te despertaste príncipe? -exclama la chica del otro lado de la puerta, parada de puntillas (por alguna razón cree que se oirá más fuerte su voz) con expresión decepcionada o algo parecido.
---Ahora mismo voy princesa -exclama Derek de dientes para afuera. Sonríe porque Stiles pone los ojos en banco-. Ahora vuelvo mi único y hermoso príncipe -susurra Derek en la boca de Stiles antes de besarlo.
Derek sale de la habitación sin permitir que Paige de un paso adentro. Stiles puede escuchar la conversación desde ahí pero en realidad no le interesa ni un poco lo que hablan, prefiere seguir comiendo fruta proveniente de la mochila. Se levanta, estira las piernas, bosteza, estira los brazos momentos después, todo parece tan, ostentoso en la mansión de Paige, su casa a lado de la Paige ni siquiera sería una mansión. Extraña su hogar sin dudas, quiere soltar más lágrimas, sólo se lo permite por un momento corto, Derek le dice muy seguido que no llore, y pretende hacerle caso.

Himno NacionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora