CAPITULO III-EVACUACION

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-¡Vamos, vamos, vamos!-decían mientras entraban a la habitación-Tenéis que salir de aquí deprisa.

-¿Qué está pasando, qué es esto?-respondió confuso Lucas a los soldados.

-Salid del hotel es una emergencia-contestó quien parecía el líder.

-¿Pero qué está pasando, por qué tenemos que salir?-añadió Paloma.

-¡Estamos evacuando la ciudad, necesitamos que no haya ningún civil, ahora largaros!

Lucas y Paloma se miraron asustados.

-¡Vamos joder!-presionó el soldado a los muchachos mientras los empujaba fuera de la habitación.

El hotel estaba lleno de soldados y de gente en continuo movimiento. Los primeros, entraban a las habitaciones entre golpes y gritos mientras que los segundos salían de ellas a toda prisa mientras evitaban chocar contra los demás. En ese momento, el pacífico hotel era un auténtico caos. Los que se hospedaban en ese sitio, bajaban a toda prisa las escaleras mientras los soldados se ocupaban de que no hubiera accidentes ni estampidas demasiado grandes. Los ascensores, como es lógico, estaban custodiados por otros soldados para evitar su uso y así, evitar el riesgo de que se estropeé, causando así un retraso en la evacuación.

Al llegar a la planta baja, la pareja observó que ya ni si quiera estaban en su puesto de trabajo los recepcionistas, el portero, ni nadie que trabajara allí. Entre tantos empujones, a la pareja le resultaba tremendamente difícil avanzar, por lo que empezaban a agobiarse.

Los soldados hasta habían destruido las puertas del hotel para agilizar la salida de la gente y, cuando por fin consiguieron salir, el caos siguió presente.

Decenas de soldados corrían en todas direcciones guiando a la población mientras otros, corrían en dirección a la playa. Los helicópteros zumbaban encima de sus cabezas mientras los motores de los vehículos tronaban por la carretera. Lucas y Paloma corrían como ovejas en un rebaño sin saber hacia dónde, pero siguiendo a aquella masa de gente.

-¡Vamos, vamos, vamos, diríjanse hacia el interior! ¡Que todo el mundo se aleje de la playa!-gritaba un soldado.

-¡Necesitamos reforzar aquellas zonas!

-¿¡Dónde cojones están los blindados!?

-¡Necesitamos cuatro ametralladoras en aquel punto elevado!

Los soldados estaban como locos. Aquello parecía un avispero; todos corrían de una forma aparentemente caótica pero organizada. Todos tenían algo que hacer.

-¡Quiero a los antitanques detrás de esa barricada! ¡No dejéis ni un punto ciego en esta playa!

Todo se movía bajo aquella cobriza luz. Paloma y Lucas continuaban corriendo entre aquella apretada y agobiadora masa de gente que seguramente, alguien guiaba más adelante.

-Paloma, ¿qué está pasando?-Preguntó Lucas mientras se paraban.

-No tengo ni idea, aunque cabe la posibilidad de que sean...

-Sí, yo también pienso igual.

-¿Pero entonces qué hacemos? Si de verdad son ellos, van a venir a por nosotros.

-Todavía no es seguro, aunque esa posibilidad es enorme. Creo que estaremos más seguros si vamos con toda esta gente, para escondernos.

-Dios... va a ser una carnicería Lucas.

-Me imagino que nos iremos enterando de lo que pase. Aún no sabemos cómo será todo estando en nuestro mundo.

-¡Eh, chavales!-gritaba un soldado desde una furgoneta en cuya parte trasera, se levantaba una ametralladora-¡Moved el culo, vamos!

Viaje al infierno II-Tierra malditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora