CAPITULO IV- SE ABRE EL PORTAL

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El cielo estaba arropado por la luz de aquella esfera roja y, las sombras de los soldados que allí estaban, permanecían en su sitio junto al estático orbe.

Las armas resonaron al cargarlas para después, quitar los seguros.

Por su parte, cientos de helicópteros permanecían estáticos en el aire acechando a lo que de ahí pudiera salir mientras que, sus compañeros, los cazas, volaban haciendo amplios círculos en torno a la esfera.

El suelo vibraba con los movimientos de los tanques en primera fila, para proteger a sus hermanos soldados. Los morteros y tanques de largo alcance, chirriaban al apuntar con sus cañones dispuestos a hacer que el cielo, cayera sobre el posible enemigo.

Por su parte, los francotiradores se situaban en lo alto de los edificios, apuntando con las mirillas de sus letales rifles.

El ruido de cargas y retirada de seguros, resonaron en toda la playa, envolviendo el ambiente hasta que, por fin, llegó el silencio.

Y entonces ocurrió.

-¡Teniente Steven!

-Hable soldado.

-Algo está pasando en la luz.

-¿Qué está pasando?

-Venga a verlo-contestó saliendo de la tienda acompañado por el teniente y sus cuatro compañeros.

La luz estaba girando rápidamente adoptando la forma de una especie de espiral. La velocidad de aquella luz iba en aumento; cada vez más rápido para que, momentos después, y tras una enorme llamarada, volviera a tomar su antigua forma... pero esta vez ya no era una luz: se había convertido en un portal y los militares, se darían cuenta pronto.

El teniente Steven y sus cuatro acompañantes miraban asombrados lo que de ahí asomaba.

-Pero... ¿Qué cojones es eso?

-Señor, -informaba por radio el líder de los francotiradores- algo está saliendo de la esfera.

-Informa-contestó él.

-Aspecto humanoide, tonalidad grisácea; parece que puede volar. Brazos con garras bastante pronunciadas... y sale algo... ¿Qué es eso?... Si, perdone... parece que sale una especie de... energía de sus garras. No puedo dar más detalles señor, la luz no deja ver bien.

-¿Ves alguna nave o algo a lo que se le parezca, soldado?

-Deme unos segundos, que ajusto la mirilla-segundos de silencio- negativo señor. No hay rastro de vehículos; aunque no descarto que pudieran estar en el interior de esa luz.

-Entendido soldado.

-¿Extraterrestres, señor?-preguntó uno de los amigos del teniente.

-No está confirmado. Haced un ataque de advertencia.

-Sí señor. ¡Disparo de advertencia!-gritó por la radio.

En ese momento, uno de los cazas salió del círculo en el que estaba volando junto a sus compañeros, como si de un buitre se tratara.

-Buscando objetivo-silencio- objetivo detectado- silencio- misil uno preparado- silencio- desvío de misil diez metros a su izquierda como advertencia- silencio- cargando misil- silencio- listo para disparar.

-¡Fuego!-gritó el teniente

-¡Fuego!-repitió su amigo por la radio.

En ese momento, el caza soltó el primer misil mientras se retiraba, dispuesto a volver al círculo en el que se encontraba.

Viaje al infierno II-Tierra malditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora