Capítulo 123

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Maratón "Lo prometido es deuda ya le cayó el veinte a Jos y a apenas el quince :'(" 1/5

Todos conducieron hasta llegar a una parada de un tipo bus que te lleva en un recorrido por toda la ciudad.

El bus nos llevó a varios museos y monumentos en la ciudad mientras los guías nos hablaban sobre la historia de cada uno de los lugares. La última parada del bus era la torre Eiffel pero aún era muy temprano y Jos y yo queríamos visitarla en la noche ya que había mucha gente queriendo subir y yo me engento fácilmente así que en lo que los demás iban a ver la torre nosotros decidimos ir a ver el famoso río Sena ya que el recorrido no lo incluía pero nosotros decidimos incluirlo así que tomamos un taxi y nos dirigimos hacia allá.

- Wow si que este río es elegante y limpio - Dijo Jos y ambos nos sentamos en una banca junto al río

- Tanta elegancia me aburre - recargué mi cabeza en su hombro - extraño los nacos y suciedad -ambos reímos

- Y por eso regresaste a México

- Sí, aquí todo es limpio, ordenado y sofisticado, desde las calles hasta un bote de basura, tanta perfección me aburre, yo tan solo soy feliz con cinco tacos de cabeza y un refresco de seiscientos mililitros

- Siempre pensé que eras toda una perfeccionista

- Pues no lo soy, fui criada para serlo pero sin embargo fui como...

- ¿La oveja negra?

- Exacto

- Te comprendo, siento que fui una completa decepción para mis padres, en especial para mi madre, yaya siempre fue una niña estudiosa que prefería quedarse estudiando toda la noche en vez de irse de fiesta, en cambio yo... creo que es un milagro que haya pasado la preparatoria y apenas estoy controlando mis problemas de alcoholismo

Cuando Jos dijo esto inmediatamente me separé de su hombro y lo miré

- ¿Eres alcohólico?

- En recuperación, es parte de mi obscuro pasado, antes del alcohol yo eran un chavo no diré responsable, pero si era una mejor persona, cuando mis padres se divorciaron me puse muy mal, tenía tan solo quince años y se me hizo fácil ahogar todos mis problemas en el alcohol, cigarros y mujeres. Mi madre es una gran persona y sé que le hice mucho daño al actuar de esa manera, ella merecía un hijo mejor y lo único que hice fue huir de casa para hacer lo que se me daba la gana

- Pero... Que los chicos y tú...

- Viví un tiempo solo, antes de salir de la preparatoria, cuando finalmente nos graduamos decidimos vivir en una misma casa para que no fuera tan pesado el gasto

- Pero... Tu madre te adora Jos

- Me quiere solo porque soy su hijo y no le queda de otra pero en verdad la he decepcionado mucho y trato de compensarla, ya estoy dejando el alcohol y lo mujeriego gracias a ti

- Jos, cómo crees que yo...

- Estoy hablando en serio ______ tú me haces ser una mejor persona, si no te hubiese conocido seguiría aún mal o mucho peor

- Vaya, pues, no sé qué decir, sólo... Agradezco tu gratitud - me volví a recargar en su hombro

- Por nada - dijo Jos quien se recargó en mi cabeza

El silencio se hizo, pero no era un silencio incómodo, era un silencio podría decirse, relajante y pasivo.

- Mira - dijo Jos apuntado a un puente que pasaba sobre el canal del río

- ¿Qué miro? ¿Un puente?

- Pero no es cualquier puente - dijo Jos

- Podrías decirme ¿qué tiene de especial un simple puente?

- No es un simple puente, es el puente Pasarela de Solferino

- ¿Es especial porque tiene un nombre raro?

- ¡Es el puente de los candados idiota!

- Oooo, ya, y...

- ¡Vamos a poner un candado! - dijo Jos parándose de la banca entusiasmado

- No traigo candados Jos - dije aún sentada en la banca

- ¿ Quién dijo que yo no? - dijo Jos sacando un candado de la bolsa de su pantalón

- Wow, sí que eres verdaderamente rarito - dije parándome de la banca

- Tú eres la rarita - dijo Jos y ambos comenzamos a caminar

- Cierto, entonces tú eres...

- Jos

- Eres un bobo - lo golpeé levemente

Caminamos hacia el puente, ya que estábamos arriba del puente había muchas parejas colocando candados en las rejas del puente y lanzando las llaves de los mismos al río.

- Ok, nuestro turno - se puso en cuclillas y yo le seguí
Jos colocó el candado
- Y ahora - dijo Jos mientras ambos nos parábamos, ambos quedamos de frente - tu turno

- Ok - iba a aventar la llave al río cuando Jos me detuvo

- No, hay que hacerlo más emocionante, voltéate - hice lo que me indicó y quedé de espaldas hacia el río bien - ahora, cierra tus ojos - cerré mis ojos - voy a taparlos porque sé que los abrirás si no lo hago - Jos se puso detrás mío y rodeó mis ojos con sus manos - ahora sí, lánzala

- A la cuenta de tres

- Uno...

- Dos..

- ¡Tres! - ambos dijimos y yo lancé la llave

- ¿Si cayó en el agua? - pregunté

- Velo por ti misma

- Jos, aún sigues tapando mis ojos - dije con las manos de Jos aferradas a mis ojos

- Ok, cierto - quitó sus manos de mis ojos y finalmente pude ver - lo siento

- Descuida, y... ¿ahora qué?

- No lo sé, hay que vagabuendear por ahí, ¿te parece?

- ¡Claro!

Jos y yo caminamos por la ciudad sin rumbo, perdimos la noción del tiempo y aún no habíamos visitado la torre eiffel.

- Vayamos al hotel Jos, ya se está haciendo tarde, no conocemos muy bien París y el hotel no queda muy cerca

- Eres una idiota, aún no termina el recorrido, todavía nos falta la torre eiffel

- Eres un bobo, ya no nos van a dejar subir, ya son las diez, ya cerró todo

- Pero aún así idiota - tomó mi muñeca - ahora vamos porque vamos

Jos comenzó a jalar mi muñeca mientras caminábamos, literal, me llevaba como a rastras, por fortuna las calles aún no estaban tan solas así que no me sentía en riesgo.
Confiaba en Jos, parecía que sabía a dónde me llevaba, mejor dicho, que sabía el camino exacto.
Después de caminar varias cuadras al fin llegamos.



Sé que en ese puente ya no dejan poner candados pero no se me ocurría otro lugar xD


«Mi Bobo Favorito» J.C. y Tú |SIN EDITAR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora