cap. 3

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(Narra Michael).

Nunca olvidare sus ojos... Sus ojos tan vacíos y obscuros, nunca olvidare su cabello azabache... ¡Dios! ¡Pero que dolor tan grande! No recuerdo haber derramado tantas lagrimas por alguien que ni si quiera conocía.

Nunca olvidare ese 23 de marzo de 1984, como una hermosa pequeña se quitó la vida en frente de mis ojos, me duele tanto haber sido yo la última persona que ella vio. Sus ojos repletos de lágrimas, aun me persiguen hasta el son del día de hoy. Su voz me persigue cada noche, impidiéndome el sueño.

Y aun después de cuatro años, la sigo pensando como si mi vida dependiese de ello.

El sol de la gran ventana de cristal entro por la ventana pangándome justo en el rostro, observe la hora en el reloj de pared que tenía al frente... Vaya, eran las 8:12am, nunca me despierto tan temprano. Extrañamente no tenía hambre, solo pasee por los jardines de mi rancho Neverland.

Me paseaba por el pasto preguntándome como había sido su vida, por que terminaría de una manera tan súbita. Recuerdo cuando rescataron su cuerpo de las aguas... Había muerto ahogada, su piel estaba increíblemente pálida, se notaba la mala alimentación que tenía. No encontraron ningún familiar existente... El único presente en su entierro fui yo. Seleccione especialmente un pequeño cementerio en su memoria, cada mes voy a su tumba a llenarla de flores, a conversar con ella. Me pregunto, si ella estuviera viva, ¿le habría gustado que le regalasen flores?

Tenía que despejar mi mente, por lo que decidí salir, aprovecharía que tenía ese día libre. Lamentablemente tendría que salir disfrazado, no quería que me persiguiera la prensa, necesitaba tranquilidad. Simplemente me disfrace con una chaqueta larga color crema, unos pantalones sencillos y una camisa. No iría a un lugar muy visitado públicamente, sería una locura. Me gustaba visitar un pequeño parque que quedaba al sur de la ciudad, era tranquilo, hermoso, y muy poco visitado, perfecto para mí. Aquel parque tenía un hermoso riachuelo, era pequeño, pero muy cristalino.

Al llegar no me percaté de que realmente no había nadie más en el parque, solamente yo. De alguna manera me sentí nostálgico, y entristecido. No entiendo por qué la pienso tanto, tal vez es ¿culpabilidad? ¿Tal vez me siento culpable? ¿Pude haber hecho más para que ella no tomara esa decisión?

No me fije por donde caminaba, y me topé con el rio. Pero alguien mas estaba hay.

La observe de espaldas, arrodillada frente al lago, abrazaba sus rodillas, mientras lloraba sonoramente.

Mi corazón dio un vuelco en mi pecho. Ya había visto esa cabellera azabache antes, ya había oído esos llantos. Ella volteo su rostro lentamente hacia mi dirección, y me encontré de nuevo con esos ojos llorosos, esos obscuros ojos ahora estaban llenos de vida otra vez. ¿Acaso estaba viendo un fantasma? ¿O mi imaginación me estaba gastando una cruel broma?

¡TAN TAN TAN! Sorpresa...


Padre adoptivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora