Cap. 9

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La sala del rancho Neverland, resplandecía de hermosas decoraciones, las personas allí presente vestían ropas tan caras, que para una persona normal y corriente, le habría costado todo su sueldo para tan solo comprar una de esas finas camisas de diseñador. La champaña, los finos y deliciosos bocadillos recorrían el lugar, en bandejas de plata, para el abastecimiento de los allí presentes.

Entre ellos se encontraban La Toya, Janet, Randy, Jermanie, Randy, Tito, Marlon, Jackie, Rebbie, y por supuesto, sus padres, Katherine Jackson, y Joseph Jackson. La familia Jackson se encontraba completa, a la espera de la llegada de la pequeña Alice, quien aún se encontraba en su habitación, arreglándose para la fiesta que Michael había organizado en su honor, para que sus más fieles amigos, familiares, y conocidos, pudieran conocerla frente a frente.

La familia Jackson, no se encontraba del todo convencida de que la decisión de Michael hubiese sido la mejor. Janet por sobre todo, se hacia los peores pensamientos respecto a la chica, La Toya por otra parte, apoyaba a su hermano, ella decía que él tenía el dinero y la libertad suficiente, como para que el hiciera lo que a el le convenía. Por otra sus padres no estaban del todo contentos, su madre Katherine cuestionaba mucho, y Joseph por otra parte, no le agradaba nada la idea, de hecho ni quería asistir a esa fiesta por el simple hecho que no quería conocer a la pequeña Alice. Pero la insistencia de sus hijos y Michael, le convencieron.

Michael se sentía nervioso rodeado de tanta gente, que aunque fueran todos conocidos suyos, sus nervios eran por Alice. Para distraer su mente trataba de hablar con cuantos invitados le fueran posible, el además de ser un caballero de primera, también era muy sociable, siempre sacaba temas nuevos, ya fuesen de música, cine, libros, de alguna obra de arte, y raramente de política.

Entre la multitud se encontraba su fiel amiga Elizabeth Taylor, Eddie Murphy, y Brooke Shields. Ellos eran sus invitados más importantes, eran sus mejores amigos, sus confidentes y consejeros. Por sobre todo Elizabeth, ella era como una madre para él, tanto así que le ocasionaba celos a Katherine.

Finalmente de tanta espera, se escucharon ligeros tacones bajando desde la escalera. Y salieron a relucir unas hermosas piernas largas, color morenas, sus curvilíneas curvas se hacían notar con el ajustado vestido rojo que llevaba, sus largos cabellos color azabache estaban hermosamente peinados el rulos, sus achinados y grandes ojos obscuros destacaban ahora más con el buen maquillaje, y sus labios pintados de un rojo intenso incitaban a besarla.

Su rostro mostro nerviosismo, al observar a las cientos de personas que estaban allí reunidas, todos mirándola fijamente.

Michael la observaba embelesado, sus pupilas se agrandaron al observarla. Pero inmediatamente volteo su rostro, regañándose internamente. Tenía que verla como lo que era ahora: Su hija. Y él debía ser un padre.

La tomo de la mano, ayudándola a bajar los escalones, tomándola gentilmente del brazo, paseándola entre los invitados, quienes la saludaban amigablemente, con una sonrisa en sus rostros. Algunas eran sonrisas hipócritas, otras de superioridad, pues algunas de las mujeres hay presentes, ansiaban el apellido "Jackson".

*Narra Alice*

Me sentía incomoda con tantas miradas posadas sobre mí, es como si me dirigiera a la cabaña del lobo, y yo era la presa.

- Michael... Tengo miedo. Déjame subir de nuevo a la habitación, por favor.- Dije cerca de su oído.

- ¡De eso nada Alice! Organice esta fiesta especialmente para ti, no tienes por qué estar nerviosa, estaré a tu lado en todo momento.- Decía el tomando mi mano en un intento de tranquilizarme.

Aun no podía creer lo caballeroso que Michel podía llegar a ser. Nos íbamos dirigiendo poco a poco a la dirección donde se encontraban sus familiares. Todos ellos me miraban fijamente, detallando cada uno de mis movimientos.

Padre adoptivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora