Llévame lejos.

6

La semana se paso rápido. Ya es sábado y quede de ir con Sara a la fiesta de Jennifer. Lo malo es que aun no pido permiso. Fui a la recamara de mamá y la encontré tendiendo su cama. Parece que esta de buenas. Es el momento perfecto para preguntarle.

-Hola mami. Limpie mi recamara y el baño.-Le dije agradable y sonriendo.
-Que bien, es tu obligación.-Me contesto seria y sonriendo.
-Bueno, en realidad quería pedirte permiso para ir a una fiesta con Sara y las demás.-Le dije de buen humor.
-Esta bien Alexis, te quiero aquí antes de las dos.-Me contesto de buen humor.Que raro. Siempre tardaba en darme una respuesta.

Puede que la relación conmigo y mi mamá no sea muy buena. Peleamos bastante como para que  papá nos diga que nos callemos. Pero aun así, por ella y papá tengo lo que tengo y me quiere y la quiero por mas que peleemos. Le avise a Sara que si me dejaron ir para que pasara por mi.

Me comencé a arreglar en lo que Sara pasaba por mi. Me puse un vestido blanco sencillo pero elegante y me hice una trenza de lado. Agregue un poco de maquillaje y espere a que Sara llegara. Siempre llega tarde a todas partes, así que no me sorprende que no este aquí a tiempo.

Recibí un mensaje de Sara.

Sara
-Alexis, ya estoy afuera apúrate niña.
-Okay, ya voy, solo me despido de mi mamá.

Bloquee mi iPod, agarre mis cosas y fui a despedirme de mi mamá.

-Adiós mamá, al rato llego.-Le dije dándole un beso en la mejilla.
-Te diviertes.-Me dijo de buen humor.

Salí de mi casa y ahí estaba Sara en su Jeep junto con Mia en frente. Ya veo por que se tardo.

En todo el camino hacia la casa de Jennifer veníamos escuchando música y riendo. Nos reímos de muchas babosadas, eso si, pero eso no le quita lo divertido que es estar con ellas. Son mis verdaderas amigas y las amo por el simple hecho de poder confiar en ellas.

Al llegar a la fiesta, fui directamente a la barra de sodas y cerveza. Pedí una Sprite, no tenia muchas ganas de tomar, Sara y Mia comenzaron a bailar. La casa estaba llena, pero no hasta reventar. Sentía que alguien estaba sentado al otro extremo de la barra y era Jay.