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No es que me guste Jay ni nada, solo siento algo en mi como si quisiera saber más sobre él. Me interesa saber su pasado o tal vez su presente. Quiero acercarme pero a la vez no. Cuando menos lo pensaba el se encontraba en la silla siguiente a la mía.

-Entonces, Alexis, ¿me estas persiguiendo?.-Me pregunta Jay ¿arrogante?
-¿Y como por que lo haria?.-Conteste de la misma manera que el me lo pregunto.
-Te he visto en la playa, observandome, y ahora en esta fiesta, ¿me estas persiguiendo?.-Me vuelve a preguntar.
-Para empezar esta fiesta es de Jennifer una compañera del colegio y si. Pienso que eres guapo.-Digo sin pena. Una de las cosas que me refleja, es que no me da pena decir las cosas de frente a frente.
-Tu no te quedas atrás Alexis. Solo que si vas a ver a alguien, se disimulada.-Dijo y se fue con una sonrisa formandose en su cara.

Decidí salir de la casa a tomar aire libre, comence a caminar sin dirección alguna y llegue hacia la playa. Estaba sola y de noche. La luna se reflejaba en las olas del mar y el sonido de las olas llegaban a mis oídos. Es la primera vez que estoy en la playa de noche. Me ha encantado.

-La playa. Llena mi alma y siento me olvido del mundo cuando estoy surfeando o simplemente cuando toco la arena. Mis problemas se solucionan al momento de estar en ella, ¿a ti por que te gusta la playa?.-Dice Jay serio desde un poco mas lejos de mi.
-¿Como sabes que me gusta la playa?.-Digo respondiendo con otra pregunta.
-Creéme Alexis, no eres la única observando. Te debe gustar mucho para que estés aquí de noche.-Me dijo de buena manera.
-En realidad, me gusta sentir el agua, la arena, escuchar el sonido del mar, ver el atardecer desde la playa.-Digo viendo hacia el mar.
-Me gusta lo que piensas.-Me dice acercándose un poco mas.
-Adiós, Jay, tengo que regresar con Sara para que me lleve a casa.-Dije caminando por la arena.

Ya no me contestó o no escuche si me dijo algo. Regresé a la fiesta y no veía a Sara ni a Mia por ningún lado. Mejor me regresé a casa caminando. No quedaba tan lejos.

Cuando llegue a casa todo estaba en silencio y apagado. Sin querer hacer ruido, subi las escaleras, me puse mi pijama y me acosté a dormir. Había sido una noche calmada.

Llévame lejos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora