Conflicto entre hermanos

¿Qué sucede aquí?

Ya seis meses había pasado desde aquella situación del cambio de cuerpos. Por el momento todo estaba calmado y como antes. Sesshomaru desde aquel día ya no había regresado, después de entrar a la arboleda desapareció sin dejar rastro alguno causando gran tristeza en Kagome que ahora estaba más que confundida sobre lo que su corazón le decía, lo que le pedía y lo que anhelaba pues ahora estaba más que consiente de en qué situación se encontraba pero aun así no podía dejar de cuestionarse puesto que no estaba en sus planes tener que sufrir más por un amor pensándosela bien sobre lo que sentía por aquel peli plata de semblante serio y distante.

Kagome estaba dispuesta a olvidar todo lo que había sucedido seis meses atrás esperando lograr conseguir respuestas al sin fin de preguntas que se iban reuniendo en su cabeza día con día con esperanzas de poder volver a ver al peli plata mayor que oculto sin mostrar señal alguna. Sabía que podía encontrarlo en el palacio del oeste, después de todo él era el daiyoukai, pero aun con saber eso ella no era lo suficientemente valiente como para ir a visitarle además de que no quería interrumpirlo en su trabajo que por lo que le había contado Inuyasha era bastante extenso.

—Hey Kagome ¿En qué tanto piensas? —Inuyasha la saco de sus pensamientos al posicionarse justo en frente de la joven.

— ¡Eh! —Se exalto un poco por tal aparición tan repentina— No nada, no es nada.

— ¿Segura? Porque últimamente has estado muy distraída —El joven la cuestiono mientras se cruzaba de brazos.

— Eso no es verdad —dijo antes de caminar rumbo a la aldea ya que estaba en medio del bosque.

— ¿No estás olvidando esto? —le pregunto sujetando una canasta en donde se encontraban muchos tipos de hiervas.

Kagome al ver eso simplemente tomo la canasta y sin más emprendió camino a la aldea sin mirar atrás dejando ahí a Inuyasha. Pero un poco más adelante cambio el rumbo, no planeaba ir a la aldea en ese momento. Se adentró aún más al bosque hasta que llego a un claro que nunca antes había visto. Al llegar sonrió ante tan hermosa vista del agua cristalina en donde se reflejaba parte del bosque e inclusive brillaba con la luz del sol.

—Debo dejar de ser tan obvia o de lo contrario Inuyasha se dará cuenta —Se dijo así misma en su mente antes de detenerse mirar al cielo— Huy ese Sesshomaru, porque no puedo sacarme lo de la cabeza. ¿Cómo se me puede ocurrir que se podría llegar a fijar en mí? El odia a los humanos, los deprecia aun cuando haya salvado a Rin no creo que llegue a tanto... además es esta comprometido —entristeció ante el recuerdo de la primera y la última vez que había entrado al palacio del oeste— Sesshomaru ¡IDIOTA!, es un idiota —Se hinco y abrazo sus rodillas.

Kagome estaba completamente en otro mundo. Tanto que ni siquiera se percataba de alguien que ya estaba en el lugar desde que ella había llegado. El ser estaba descansando plácidamente hasta que escucho el gritó de la joven; fue ahí donde este se despertó no muy de buenas por el comentario. Sin más se puso de pie y camino a donde la joven con un semblante frio y sin corazón.

—Creí decirte que solo convivo con esa demonio por obligación humana —Ante el comentario Kagome se exalto y miro rápidamente detrás suyo encontrándose esos dos orbes ámbar que ya hacía tiempo que no veía y para ser sincera ella anhelaba mucho poder ver otra vez.

—Se...ssho...maru —fue lo único que pudo pronunciar.

El demonio solo permanecía inerte de brazos cruzados como esperando una explicación y claro que la buscaba después de escuchar como ella le llamaba idiota. Eso era algo que el orgullo del Inu youkai no toleraría escuchar de alguien y menos de un humano y en especial de ella.