c a p í t u l o d o s.

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-¡No me lo puedo creer!-suelto, en forma de burla, todos vuelven a mirarme y continuó -la vaquita fenómeno se puso buena y regreso ja, ja, ja- me carcajeo, todos se ríen de mi comentario hasta ella, algo que me asombra, lo siguiente es que escucho a todos haciendo «Muuuuuuu Muuuuuuu» sigo riendome al igual que ella, alza una ceja y dice.
-¡Por Dios Toby! pero si sigues siendo el niño sin padre envidioso y ridículo, ¡me da mucho gustado verte de nuevo!-dice esto y sonríe sarcásticamente, aprieto mis puños, esta zorra no puede hablarme así, todos están haciendo el famoso «¡ohhhhh!» y me defiendo.
-Vaya, si la pinta de zorra te queda bien vaquita- digo esto con un tono de desprecio sabiendo de mi boca que no conocía. -¿Sabes?, sé de alguien que igual que tú necesita un liposucción, a ver si le pasa el número de el médico que te la realizó.
Miro la sonrisa hipócrita en su cara y responde a mi comentario.
-¿Quieres el número?, pues anota, ¡EJERCICIO Y DETERMINACIÓN!, estúpido- cualquier rastro de diversión ha desaparecido en su rostro y estoy seguro de del mío igual. -Pero ¿sabes? tú si necesitas uno y muy urgente para quitarte lo estúpido del cerebro, además, Toby- hace una pausa y analiza lo que va a decir, se muestra sonriente antes de continuar. -Me sé el número de unos orfanatos muy buenos y prestigiados de Madrid, cualquier día puedo darte el número, así buscas y consigues un padre.
-¡ERES UNA ZO...
-¡BUENO BUENO JÓVENES! ¿que son esas cosas? los dos guarden silencio, Liliana, toma asiento junto a Julissa- me interrumpe la maestra.
-Lo siento mucho licenciada- dice la vaca, se ve un poco avergonzada pero no está para nada arrepentida, aún así toma asiento junto a Julissa.
Me trago mi comentario y observó fijamente a la vaca ir a su asiento, tres adelante de mi, ella se da cuenta que la observo furioso, esboza una sonrisa hipócrita, me envía un beso... ¿UN BESO? y luego levanta su mano, y me insulta con su dedo de en medio, abro los ojos y antes de que pueda decir palabra alguna se vuelve y toma asiento.

-Es una perra- suelto para mí -¿qué se cree?- solo porque se puso buena no significa que vaya a tratarme así, hace diez años la odiaba y por supuesto que ahora la odio más, nunca nadie me ha hecho esa señal sin recibir una buena golpiza de mi parte , y menos me ha llamado niño sin padre frente al salón, esta rubia me las pagará y lo hará de la peor manera...
Tendré que pensar en algo.

-Tobías, ya que estás muy entusiasmado esta mañana, podrías decirme, ¿cuál ha sido tu resultado?- escucho a la maestra decir... ¿resultado? ¿de qué mierda habla? Observo rápidamente el pizarrón y me percató que esta lleno de números junto con letras.
La miro avergonzado y bajo mi mirada al suelo.

-Tobías, si no estás interesado en estudiar, debería salir de mi clase, te lo agradecería mucho-suelta la maestra, un poco más molesta de lo normal.

-Lo siento- respondo en señal de disculpa -estaba pensando en mi madre, ahora alguien intentó robar en casa- miento, si intentaron robar mi casa, pero no pensaba en eso, pensaba en mi venganza hacia la vaca de Lili.

-x= -√Π46 (√67)^5 - escucho decir a alguien, busco de quién viene la respuesta y me encuentro a la vaca viendo a la maestra, sonriente, «lo que me faltaba, ahora también será mi competencia en la facultad».

-Correcto Liliana, veo que tienes muchos conocimientos, eso te ayudará mucho.

-Si, bueno, gracias, es mi 2do año en administración de empresas, y me gusta mucho, algún día las empresas de mi familia serán mías y pues bueno.

-¡No me jodan!- exclamó sin intención.

-Perdona, ¿te pasa algo?- dice la vaca, en tono sarcástico; me limito a no responder, pero vuelvo a ver a Enrique.

-Como te decía, amigo, yo no suelo hablar con vacas estúpidas.

La licenciada me llama la atención y en el clímax de su regaño, suena el timbre, ¡gracias timbre! sonrío agradecido y ella pone los ojos en blanco y frunce el ceño, tomo mis cosas y me dirijo a mi casillero acompañado de Quique.

Me siento furioso, aparte de tener que volver a verla después de tanto años, resulta que la vaca estudia lo mismo que yo, su futuro será igual que el mio y para terminar de joderlo todo ella también es «inteligente», pero no te preocupes Toby, pienso, una vaca idiota no será superior a ti, jamás, no sé qué haré pero Liliana saldrá corriendo de mi facultad.

-¡Ey estúpido! ¡estoy hablando contigo!- escucho decir a Quique a la par mia, y en ese momento me despierto de mis pensamientos.
-¿Ya viste quién está a la par de tu casillero?

Muevo mi vista al casillero que está junto al mío rápidamente y mi expresión cambia totalmente, una sonrisa irónica se dibuja en mi rostro, y me muevo a la rubia que no se ha percatado de mi presencia; terminaré de decir lo que no dije en clases, ahora si va a conocerme.
Cuando estoy a la par de ella, ella vuelve la vista hacía mi, su expresión se vuelve fría y al pasar unos segundos su expresión fría cambia y se dibuja en su cara una sonrisa irónica, igual que la mía hace un momento. ¿puede esto ser peor?

-¿Qué se supone que quieres, querido Toby?- dice amablemente para mi sorpresa, pero sé que sólo está siendo sarcástica, joder ella es guapísima, joder, debo aceptarlo, si no la detestara tanto.
-¿Te dejó mudo y más estúpido mi belleza, idiota?- claro, aquello no podía durar mucho tiempo.
-No te creas el centro del universo, zorrita, este es mi casillero, pero, aprovechando la oportunidad quiero decirte algo- me detengo a pensarlo unos segundos y me aseguro de tener su atención -el que te hayas puesto en forma y ahora tengas la vagina más grande que una dona, no significa que dejes de ser una vaca y una fenómeno estúpida, no te metas conmigo o te irá muy mal, en estos 10 años han pasado muchas cosas, tú no me conoces, y nunca en tu vida me llames sin padre o huérfano, idiota, tú no sabes nada.

-Mira Tobías, tú- me mira con desprecio y con su dedo índice empuja mi pecho -y tus amenazas váyanse muy a la mierda, me importa un carajo tu opinión y tus insultos, como acabas de decir en 10 años pasan muchas cosas y yo ya no soy la misma idiota de antes, no te permitiré que vuelvas a humillarme, me insultes y mucho menos que me digas lo que debo hacer- se movió lentamente y se acercó a mi oido -¡PÚDRETE HUÉRFANO IMBÉCIL!

-Te irá mal, bienvenida a Madrid ¡ZORRA ESTÚPIDA!- TODOS nos están mirando y yo digo esto, sonrió y me marchó.

Todo puede cambiar mañana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora