Todo puede cambiar mañana.

c a p í t u l o o c h o.

Sus palabras eran lo que siempre quise escuchar, pero a pesar de estar borracho y desearlo con todas mis ansias, no podía hacerlo, no podía aprovecharme de la situación.

-Liliana estás muy borracha, no creo que sea lo correcto- solté al fin, en forma de susurro.

-Shhh, Tobias, sé lo que quiero, sé que estoy borracha, pero sé que me vuelves loca, que me encantas y que quiero irme de aquí- mira de manera anhelante mis ojos e inmediatamente me hace que desee abrazarla, besarla, acariciarle, llevarla lejos de aquí.
No puedo creerlo, esta chica tiene algo especial, ¿cómo esto es posible?.
Se acerca un poco más y término de hablar -contigo.

No hizo falta ni una sóla palabra más para hacer que tomará su palabra, acuno sus mejillas en mis manos y la beso, al sentir sus suaves labios junto a los míos me doy cuenta que había deseado esto por mucho tiempo, acaricio su rostro con las yemas de mis dedos, continuando con un beso suave, un beso lleno de sentimientos, en mi mente recorde cada pelea, cada insulto, cada golpe, todo lo que antes paso entre nosotros, Liliana es la chica más desafiante que he conocido nunca, ella es casi perfecta.

Podría jurar que la amo, puedo llamarme a mi mismo el hombre más afortunado del mundo, sus labios y su beso son deliciosos, exquisitos, puede que sea una consecuencia de haber bebido mucho alcohol.

-Te amo, Lili- susurré sin más, sin pensar, sin esperar una respuesta, sin imaginar las consecuencias.

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-¿Caballero, está usted bien?

Estoy tirado en el suelo y un circulo de personas está formado a mi alrededor.

-¿Liliana?

Me levanto bruscamente y siento una horrible pulsación en el parte derecha de mi craneo.

-Joder! ¿qué sucedió?

-Joven, usted se dirigía hacía la barra cuando calló al piso, me imagino que fue un desmayo a causa del alcohol.

-¿He estado desmayado?

-Si.

-¿Cuanto tiempo? ¿estaba una chica rubia conmigo?

-Por casi cinco minutos jóven, ¿necesita que le llame un taxi?

-No puede ser, no, no no- dije casi en susurros.

-¿Disculpe?

Observo de nuevo todo a mi alrededor con la esperanza que esto fuera una broma, que Liliana si estubiera aquí, pero no, la gente comienza a verme con burla y empiezan a alejarse, deshaciendo el circulo de personas formado para observar la escena.

-Joven, ¿necesita un taxi?

-¿Qué?- dije un poco confundido -Eh, no, yo he venido en coche, gracias.

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Me encamino a la puerta de salida, cuando recuerdo que he venido aquí con alguien -¿Quién mierda era?- me cuestiono a mi mismo ¡que se joda!- salgo por la puerta decidido a encontrar mi coche.

Cuando estoy en el parking presionó el botón de mi control del coche que me hace mucho más sencilla la búsqueda, entro a mi BMW y me quedo ahí sentado pensando en aquello, ¿por qué imaginar a la persona que más odio, como la persona que me hace decir te amo?

Porque te estás volviendo loco.
Trato de convencerme.

Pongo en marcha el coche y me encamino a casa, ojeo rápidamente mi celular, son apenas las 11:34P.M, yo me siento cansado, confundido, la sensación es un poco rara en mi, este definitivamente fue un día extraño, pienso.