Capítulo 6.

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Cuando me levanto por la mañana, descubro un mensaje de Andrés. Me invita a ir al concierto que ellos dan esa noche en Majadahonda.

Pienso si aceptar o no la oferta. Tras dudar un poco, le pongo que sí, que me apetecería verlos en concierto.

Me pego una ducha mientras se prepara mi café. Tengo una sensación extraña en el cuerpo. Por una parte, estoy feliz por la oferta de Andrés, pero, por otra, tengo cierta tristeza, ya que me despido de mis chicas de planta. Las voy a echar de menos, ya que han sido cuatro meses largos junto a ellas.

Desayuno escuchando algo de música en la radio y recibo un WhatsApp.

Andrés: "Me parece genial, madrugadora. Ya hablamos cuando estés libre y quedamos para esta noche"

Yo: "No. No voy con vosotros. Ya pido el coche a mis padres para ir allí".

Andrés: "Si no vas con nosotros, habla con Zaira y con Judith y que te lleven ellas. Creo que ellas también van".

Yo: "Bueno, ya veremos. Te dejo que sigas durmiendo. Te quiero".

Me visto, cojo las cosas y me marcho de casa.

Al llegar al garaje, descubro a Andrés apoyado en mi moto. Le abrazo y le beso con una pasión descontrolada. Al darme cuenta de que voy un poco pillada de tiempo, me despido de Andrés y me subo a la moto.

-Niña, no olvides que te quiero.

-Y yo a ti también.

Voy hacia el trabajo sonriendo. No puedo evitarlo. Después de tanto tiempo sumergida en el mundo de los estudios y el trabajo, me hace bien estar con alguien. Y más, si ese alguien es una de las personas que tan importante ha sido durante casi toda mi vida.

Cuando llego al hospital, voy tan justa de tiempo que tengo que subir derecha a planta. No me da tiempo de fumar el cigarro de antes de empezar, pero no me importa.

La mañana pasa como siempre. Rutina pura y dura. Cambiar a los pacientes que lo necesitan, levantarles de la cama y darles el desayuno.

A media mañana, cuando todos los pacientes ya están en rehabilitación, doy la noticia a mis compañeras. Todas me dicen lo mismo, que se alegran por mí, pero que me van a echar de menos. Según Noe, una compañera de promoción, soy la alegría de la planta y que será difícil que les manden a otra como yo.

-Solo van a ser seis meses. Espero que, después de eso, vuelva aquí.

-Si con el médico que te ha tocado, trabajas como lo has hecho en esta planta, igual son más de seis meses. Conozco a una que trabajó con él y, lo que iba a ser una sustitución de tres meses, se convirtió en dos años y medio.

Reconozco que, por una parte, quisiera estar allí más de seis meses, ya que esta planta me trae bastantes recuerdos, pero, por otra, me va a costar un poco adaptarme a esa costumbre de no trabajar a turnos.

El resto de la mañana pasa casi sin incidentes. Varios mensajes del grupo en el que Zaira asegura que va al concierto con Judith y otra chica y en el que Andrés pregunta a ésta si puedo ir yo en el coche con ellas.

Tamara: "¡Qué raro que no vaya contigo, Andrés!"

Zaira: "Tam, no empieces. Si quiere, que venga con nosotras. Por mi parte, no hay problema."

Tamara: "Lo raro es que no se acople a ningún sitio."

Missis: "Tamara, te estás pasando con alguien que no te ha hecho nada. Lo raro es que Sonia aún no te haya mandado a freír espárragos."

Un presente que empieza desde mucho antes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora