-Treinta y seis-

511 51 4
                                    

—¿Recuerdas? —preguntó el doctor, observándolo fijamente a él.

—Todo —respondió con simpleza.

—¿Y cómo llegaste aquí?

—Estaba hablando con Liz, confesándole lo que sentía. Se que nos besamos y cuando nos separamos, un auto venía a toda velocidad hacia nosotros. Puse a Liz detrás de mi y recuerdo dolor, demasiado. Luego, todo negro —respondió él, trabándose en las palabras.

—¿Y lograste reconocer al conductor? —cuestionó.

—Una mujer —dijo, luego de un tiempo—. Cabello castaño, facciones finas. Parecía ebria, poco consciente de lo que hacia. Había escuchado un ruido de un poste de luz caer a lo lejos. Aquel auto tenía una abolladura en su capó.

—¿Quieres verla? Tal vez la conozcas —dijo el doctor, levantándose de la camilla donde estaba Rian. Le tendió una mano y él la aceptó por el simple echo de que se sentía demasiado débil.

Llegaron. La habitación 1502.

—¿Grace? —preguntó confundido. ¿Que hacia su hermana aquí?

—Rian —dijo ella, sonriendo.

—¿Fuiste tú? —dolido. Esa palabra describía como se sentía en ese momento. Su hermana, aquella persona en la que tanto confió, lo había lastimado. Ella había prometido no hacerlo, mas no pudo cumplir con su promesa.

—Lo lamento tanto —comenzó ella. Su hermano la interrumpió.

—¿Lo sientes? Pudiste morir, yo pude morir. ¡Liz pudo morir! No puedo creerlo, me importa poco que estuvieses ebria. Te perdono, ¿sabes? Por el simple echo de que no quiero estar mal contigo.

—Te quiero.

—Yo también.

Para ese punto, el doctor se había ido a buscar a Liz.

[...]

—Hola preciosa, ¿cómo te sientes?

—Bien. Dolorida.

—Normal. ¿Qué recuerdas?

—Rian me estaba besando y cuando se separó, sus ojos se abrieron con horror. Me colocó detrás de él y un auto impactó contra él, llevándose el mayor golpe. Recuerdo dolor, pero estaba consciente. Abrí los ojos y cuando vi toda la sangre, no lo resistí y me desmayé. No entiendo, ¿por qué Rian despertó primero?

—Recibió más tratamiento. Tu no habías recibido tanto, no sufriste tanto golpe. Él tuvo el mayor impacto del auto, mas tú te golpeaste fuertemente contra el piso y amortiguaste la caída de él.

—¿Sabe quien fue?

—Ven conmigo.

...

—¿Grace? ¿Rian?

—Ven, linda. Fue ella, ¿sabes? Yo la perdoné, ¿tu lo harás?

—No, lo lamento. No te perdonaré Grace.

Y salió de aquella habitación, donde dos hermanos quedaron muy confundidos.

Y dolidos.

No , no me convenció mucho que digamos.

Y los pandas de la imagen no significan nada, sólo los encontré y los quise poner :3

Liz, ¿aceptas esta flor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora