Bienvenido al Sharkbait Restaurant

Capítulo 2: Accidentes y risas

El día continuó, Rin y Haru se la pasaron el día apurándose a cumplir las órdenes. Aunque Haru solo haya ido para visitar el restaurante, se dispuso a ayudarle a su amigo, y gracias a ello, Rin tuvo una inauguración exitosa.

Al final del día, Rin entregó la última orden y regresó a la cocina a decir a todos que podían regresar a sus casas, agradeciéndoles por su arduo trabajo.

El "pueden retirarse" no aplicó para Haru, quien seguía en la parte de la repostería de la cocina haciendo pasteles, había muchos en el horno y Haru decoraba los que ya habían salido. No eran pasteles que alguien ordenó, Haru los estaba haciendo por puro gusto.

—Haru, ¿Cuántos pasteles piensas hacer? —preguntó, a lo que Haru no respondió, tenía sus ojos clavados en el pastel que decoraba a la perfección, los pasteles listos se veían deliciosos, Rin le dio un dedazo a uno de ellos para probar, a lo que Haru respondió con una mirada amenazante.

—¿Qué?

Haru miró al dedo de Rin lleno de crema. Rin notó el porque de su mirada.

—Oh, no te gusta que le pasen el dedo a tus creaciones —dijo en voz burlona mientras pasaba nuevamente su dedo llenándolo de crema y la embarró en la mejilla de Haru, a lo que él contraatacó llenando su mano de crema pastelera embarrándola en el rostro de Rin.

—¡Hey! ¡No es justo! —Haru sonrió un poco.

—Con que esas tenemos —contestó Rin a esa sonrisilla. Y eso dio lugar a una pelea de comida, las municiones siendo ingredientes para pasteles y trozos de los pasteles de Haru, (para molestarlo aún más) Rin lo disfrutaba, era competitivo en cada pequeña competencia, Haru peleaba en defensa a sus pasteles que se había esforzado en hornear, pero también se la estaba pasando divertido.

No quedaba más comida al alcance de Rin, excepto por el pastel que Haru estaba decorando antes de comenzar la pelea, Rin lo miró con una sonrisa malévola.

—¡Rin! —reaccionó el de ojos azules antes de que tomara el pastel para lanzarlo.

—¿Miedo? Esto está decidido —dijo Rin sonriendo.

—N-No ese pastel... —murmuró Haru lo suficiente para que Rin lo alcanzara a escuchar, Rin miró fijamente el trabajo de Haru.

"Felicidades Rin" escrito en letra cursiva y de colores, con una hermosa y delicada caligrafía, arriba de un dibujo detallado de el mismo, todo hecho por las manos del chico de ojos azules.

—Haru... —susurró con ojos cristalinos mientras miraba atentamente al pastel, Rin siempre había sido muy sentimental y sensible ante lo que fuera. Dejó rápido el pastel sobre la mesa y corrió hacia Haru dándole un abrazo y las gracias por tan hermoso pastel.

—Es hermoso... ese dibujo de mi es hermoso, Haru —dijo Rin. Haru no devolvió el abrazo, solo respondió con un ligero sonrojo, el cuál, afortunadamente para Haru, Rin no notó.

Rin desprendió sus brazos y se talló los ojos calmándose y aclarando su voz devuelta a la normalidad.

—Ahora tenemos más trabajo... —dijo Rin sonriendo nervioso, mirando todos los ingredientes y comida que estaba pegada y embarrada por todas partes, había sido una pelea intensa.

Haru suspiró y procedió a limpiar las mesas, mientras Rin limpiaba los estantes y puertas, ambos olvidando lo sucios que quedaron ellos después de la pelea. En uno de esos minutos, Rin escuchó un fuerte sonido, como si alguien se hubiera caído o golpeado la cabeza, y, efectivamente eso pasó, Haru trataba de subir a una mesa (resbalosa) para limpiar el estante que estaba sobre ella, en eso su pie se resbaló de alguna forma, haciendo que todo su ser cayera ante el piso. Rin volteó, y el pelinegro estaba en el piso frotándose la cabeza, Rin rió un poco mientras se acercaba a tenderle la mano,