Bienvenido al Sharkbait Restaurant

Capítulo 9: Jugar con los sentimientos

Ninguno de los dos chicos había notado la llegada de Rin con Haru.  Se había hecho un silencio después de la exclamación de Sousuke, el chico que lo había causado simplemente sonreía, haciendo enfadar más al de ojos turquesas. Rin se quedó expectante, con Haru a un lado de él, se quedaron callados. Un propósito de ver si la conversación seguía o se dieran cuenta que el jefe había llegado, lo que pasase primero. Haru estaba un tanto sorprendido, seguía el paso de Rin y no decía nada. Rin no se veía sorprendido ni molesto, solo se quedó parado en brazos cruzados y mirada hacia el frente. El primer día de trabajo de Haru apenas empezaba y Rin no quería que hubiera problemas. 

—Maldito... ¿Cómo te atreves a decir cosas así? 

—¿Cosas como qué? —interfirió Rin, dando pasos hacia en frente. 

—R-Rin... ¡Haru! —dijo sorprendido al ver que el pelirrojo había traído a Haru devuelta del desorden que él mismo había causado. 

—¿Qué pasa aquí?

—Estábamos hablando y se me escapó algo indebido, Matsuoka-san —dijo Akinari bajándose de la barra de un pequeño impulso. 

 Rin sabía que esto era algo fuera de lugar, muy fuera de lugar. No se le pudo haber "escapado" algo que hiciera a Sousuke enfadar tanto.

—Temo que no puedo creer eso —dijo sonriendo—. ¿Qué pasa, Sousuke?

—Una pequeña discusión... Eso es todo —contestó mirándole. 

—¿Pequeña? No esperarán que crea eso. Por ahora lo dejaré pasar. No quiero volverlos a encontrar llegando más temprano que yo sólo para echarse gritos —expresó con una voz seria y los brazos cruzados mirando a los dos chicos—. ¿De acuerdo? 

 Sousuke asintió con una ligera sonrisa, agradeciendo que no haya ido más profundo en el tema. 

—Sí, Matsuoka-san.

—Así me gusta, ahora, quisiera dar una noticia. Haru —volteó su mirada y sonrió, y posó su brazo alrededor de él, como normalmente hace—. ¡Quiero presentar al nuevo líder de chefs! 

 Haru se quedó un tanto sorprendido, agradecía profundamente esta oportunidad que Rin le había dado, y estaba consciente que Rin lo hacía por él. Rin era alguien digno de poseer el afecto de Haru. Haru dio una pequeña sonrisa y agradeció. Sousuke aplaudió y Akinari solo seguía el acto. Era una escena amigable, se podría decir. Había cosas que todavía quedaban por saber y discutir. Rin no hablaría de nada acerca de la discusión que apenas terminó, sabía que a Sousuke se le quedaría el enfado, él era así. Por otro lado, Sousuke sabía que en cualquier momento se le daría la oportunidad de hablar a solas con Rin acerca de lo ocurrido, todo lo ocurrido. Por ahora, se quedaría la situación así; todos con palabras esperando a salir. 

 Después de un largo rato, los empleados comenzaron a llegar. Rin dio el anuncio a todos acerca del nuevo puesto de Haru. Todos los empleados tenían sus preguntas, pero sabían que no era un momento para aclararlas. Aplaudieron. Haru merecía ese puesto. El día se veía perfecto para el pelinegro.

—¡Muy bien! Ya va siendo hora de abrir así que... —dio dos fuertes aplausos como una indicación—. ¡A trabajar!

Cada quien en su puesto, esperaron a que Rin abriera las puertas. Una vez abiertas, el día apenas comenzaba. Gente comenzó a pasar y a ser atendida. Había personas muy amables que se detenían a preguntarle a Rin acerca de la ausencia del servicio en días pasados, Rin se disculpaba con una honesta sonrisa que era capaz de convencer hasta a la más malvada dama. Haru estaba concentrado en su nueva posición, se estaba esforzando bastante. Lo hacía bien, las órdenes avanzaban de una manera sorprendente, los que trabajaban en la cocina con Haru parecían disfrutar de su manera de organizar y enseñar. Haru daba lo mejor de sí, no desperdiciaría esa oportunidad, era el único que no sabía que era la mejor persona para ese trabajo en el restaurante. Rin veía que el flujo de todo iba aún mejor que otros días de servicio.