Capítulo 6: Encontrándose con las emociones

221 23 2
                                    

En la cabeza de Rin no pasaban más que pensamientos extraños para él. ¿Qué demonios pasó ayer? Rin estaba encadenado a su cama por sus pensamientos que no le dejaban levantarse.

Por su lado, Sousuke se levantó listo para dirigirse al restaurante, fue lo más temprano posible, pues quería encontrarse con Rin o con Haru para aclarar dudas, Sousuke también tenía las suyas y muchísimas más que los otros dos chicos. Él estuvo con ellos todo el tiempo, sobrio, lo que recordaba era verdad en su totalidad.

Llegó al restaurante y al entrar se encontró a Haru limpiando el desastre que se creó la noche anterior, se veía casi impecable. Haru no había olvidado la promesa que se había hecho a si mismo de limpiar el restaurante y prepararle el desayuno a Rin todos las mañanas.

—Haruka —llamó el de ojos turquesas.

—Yamazaki —sonrió ligeramente como suele hacer.

Sousuke se acercó al de menor estatura con una expresión seria en su rostro, expresión que causó confusión en el inocente Haru, quien, lo único que pensaba, es que sería un día como cualquier otro y que la fiesta había sido preciosa y como la planeó con Sousuke.

—¿Recuerdas qué pasó ayer?

—¿Ayer? Fue la fiesta de Rin.

—Sí, ¿qué cosas recuerdas que pasaron?

El corazón del de ojos turquesas palpitaba a velocidades increíbles, ¿qué tal si Haru no recordaba nada? ¿Sería malo? ¿Sería bueno? y lo más importante: ¿Afectaría a Rin? Sólo estaban él y Haru, lo único que hacía era tratar de calmarse y esperar la respuesta del menor.

—Pues... —miraba hacia abajo buscando respuestas, analizaba las horas antes de haberse ido a dormir. Sousuke lo miraba expectante.

—¿No recuerdas nada? —al decir eso, él mismo se preocupó.

El de ojos azules no daba respuesta, el ambiente los estaba matando a ambos. De repente, Haru dio un rápido jadeo y abrió los ojos ¿habrá recordado algo?

—Haruka, ¿Haruka? —repetía Sousuke tomando de los hombros al chico frente a él, quien no hacia movimiento alguno, y lo único que expresaba su rostro era nada más y nada menos que preocupación.

—Rin... —susurró. Lo que pasaba por sus ojos era el recuerdo de lo que había dicho ayer.

—Definitivamente lo recordó, no hay duda -pensó Sousuke.

—¿De verdad? Yo...

—¿Qué recuerdas?

No hubo respuesta.

—Haruka, ¿qué es lo que recuerdas?

—¿Pasó eso? —entre sus susurros posó sus dedos en sus labios, recordando ese beso que le pidió a Rin a gritos. Sousuke notó en su mirada lo pasmado que se le veía, Haru no lo podía creer.

—Son demasiados sentimientos y emociones que mantener en el corazón, no puede manejar esto —pensó. Haru abrió más los ojos, sus recuerdos ya no eran borrosos. Los ojos de Sousuke se abrieron como platos al ver los ojos del menor tornarse cristalinos—. Pero, ¿por qué?

Haru no podía mantener todo lo que sentía, lo que pensaba, lo que recordaba, razones, todo. Un sentido protector se despertó en Sousuke al verlo en ese estado. Tomó a Haru y le abrazó, tratando de calmarle, el de pelo negro estaba perdido en sus emociones, así que se dejó llevar por el abrazo. Éste duró unos segundos, Haru parecía haberse calmado un poco, pero no lo suficiente como para dejar satisfecho a Sousuke con su acción. El sonido de la puerta abriéndose alteró a Haru nuevamente, era Rin sin lugar para dudas. Lo primero que vio el confundido chico pelirrojo fue a la persona que anoche besó como nunca siendo abrazado por esa figura más alta que era imposible de no reconocer. Solo miraba la expresión de Haru, quien trataba de no mirarle. La manga de la playera de Sousuke estaba ligeramente mojada, y eso solo podía significar una cosa: Haru lloraba y Sousuke trataba de calmarle. Rin fue capaz de reconocer de qué trataba ese panorama, lo que le hacía preocuparse era Haru, ¿por qué demonios lloraba?

Bienvenido al Sharkbait RestaurantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora