Capítulo 4: Esfuerzo y certeza

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Haru se la pasó toda la noche pensando y pensando las mismas cosas. ¿Qué tenía que hacer para llamar la atención de Rin al 100%? ¿Algo que él pudiera hacer para que lo elogie? ¿Y si sus ideas le parecían ridículas? Esas y más preguntas rondaban por la frustrada mente de Haru, quien ni siquiera sabía el porque de sus preguntas.

—¿Por qué quiero tanto que Rin me preste atención? —se preguntó a sí mismo en voz alta, mientras se preguntaba las mismas cosas y de esas dudas salían otras. Para Haru, Rin es una persona muy especial, se preocupa por él. Haru está consciente de que él mismo se siente un poco diferente cuando está cerca de Rin, porque cuando está cerca de él, es un ambiente totalmente especial. Sousuke, siendo amigo de Rin, se podría decir que es más cercano a él que Haru y ese hecho le molestaba. Haru quería entenderse mejor con Rin, quería ser más cercano a Rin, quería que Rin lo elogiara, que Rin riera con él, quería que Rin fuera la persona más cercana a él. Cualquiera que leyera los pensamientos de Haru, sabría que esto se trataba de un obvio sentimiento, Haru quiere a Rin más cerca, de que está celoso de Sousuke, pero Haru no tenía ni idea de porque se sentía así respecto a Rin, desconoce hasta sus propios sentimientos.

—Haré algo que sorprenda a Rin, definitivamente lo haré —pensó justo antes de que sus ojos cayeran rendidos ante el sueño.

A la mañana siguiente, Haru se levantó horas antes que Rin, pues quería tener tiempo para hacer algo que sorprenda a Rin, esa era la única razón para que se levantara tan temprano. Se duchó, se cambió y no desayunó, sólo partió directo desde su casa hasta el Sharkbait Restaurant.

El torpe chico no pensó en que no tenía llave alguna para abrir el restaurante, así que decidió rodear y llegar hasta la puerta trasera, ya que siempre hay una en cada restaurante. Ésta, para conveniencia del de ojos añiles, estaba totalmente abierta, también se lo comentaría a Rin, pues podría ser peligroso dejarla así.

Haru comenzó a examinar su derredor, analizando qué podría hacer para hacer a Rin sentirse gozoso de él, no quería hacer algo que lo dejara insatisfecho o que lo hiciera verse mal. Mientras observaba, se percató de un poco de desorden y una pizca de suciedad en las proximidades por las que pasaba mientras caminaba de lado a otro y se dio cuenta de que la mejor y única cosa que podía hacer era hacer ver al lugar más limpio y ordenado.

Tomó una escoba, trapeador, guantes, etcétera. Puso manos a la obra. Comenzó organizando los estantes y comida de la cocina, organizando el almacenamiento de comida de manera que fuera más fácil buscarla, con el útil detalle de estar organizada por fecha de caducidad, para que la comida a la que le faltara poco se usara primero. Le dio una limpiada a los estantes, puertas y cada uno de los rincones de la cocina, incluso lavó y acomodó utensilios de cocina regados por allí y algunos trastes que quedaron en algunas mesas. La cocina se veía incluso más nueva que cuando fue recién instalada.

Siguió por la barra de postres y el bar. Quitó las botellas de los estantes y limpió el poco polvo acumulado, limpió copas y vasos, los cuales organizó por tamaños. Organizó cuidadosamente las botellas de licor por nombre y año, remarcó en una lista las que deberían ser más caras por ser más valiosas o exóticas que otras, dejó la lista apoyada en una puerta que cuidaba de varias botellas para que Rin la pudiera ver.

Prosiguió a trabajar en la barra de postres. Un mostrador con varios pasteles, galletas, donas y más estaba frente a Haru, quien no dejó de admirar la belleza y variedad de postres que había. Comenzó a anotar en otra lista los postres que había, sus nombres en inglés y francés, así como su pronunciación e incluso los nombres de otros postres que le recomendaba a Rin para añadir en la barra, con todo y sus recetas. También le dio una limpiada a todo en la barra para que se viera reluciente y siguió con sus actividades de esa mañana.

Bienvenido al Sharkbait RestaurantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora