Dos años después....
El sol sale una mañana más,
Mi mente nunca despierta sin tu aviso,
Y es una locura para mí, aún así te veo en mis sueños,
¿Es acaso el destino? ¿Podría esto estar pasándome?
- Brandon, hijo, ayúdame a llevar la ensalada a la mesa. – dijo mamá.
- Mama estoy buscando a Rogelio, dile a Yazmín – dije saliendo de la cocina.
- ¿Otra vez se perdió? – preguntó Manuel.
- Si, ese pequeño es un terremoto. – dije sonriendo.
- Se parece a ti. – dijo mamá desde la cocina y Manuel rió entrando.
Yo seguí buscando a mi hijo que en cuestión de minutos se me había desaparecido. Siempre era así, le gustaba esconderse.
Debía encontrarlo ya que el me había quitado mi argolla de matrimonio y debía encontrarlo ahora antes de que la perdiera y __________ me matara por no tenerla puesta y dársela a Rogelio.
Eramos los mejores amigos desde que éramos así de altos,
Entonces ¿por qué me pongo nervioso cada vez que pasas junto a mí?
Estaríamos al teléfono el día entero,
Ahora no puedo encontrar las palabras para decirte,
Ahora, ¿que se supone que debo hacer?
- Rogeilo . – lo llamé buscándolo – ¿Rogelio, pequeño donde estas? – pregunté entrando al comedor y escuche una risita. Sonreí, estaba cerca.
- Oh ¿Dónde estará Rogelio? – dije dramatizando y el volvió a reír. Yo reí también, poniéndome en cuclillas – ¿Rogelio dónde estas? – pregunté cantando y rió otra vez con gracia.
Amaba escuchar a mi hijo reír, la risita provenía de debajo de la mesa. Levanté el mantel y ahí estaba mi pequeño bebe de año y medio.
- ¡Ahí estas! – dije y el sonrió haciéndosele dos pequeños hoyos en sus mejillas como a __________. – ¿Oye. tienes mi anillo? – le pregunté, lo saco de su boca dándomelo todo lleno de saliva – Drew te he dicho que no te lo metas a la boca. – dije limpiándolo y poniéndomelo de nuevo. Volví a mirar a mi hijo y no pude evitar sentirme feliz amaba a mi pequeño – Te amo hijo. – le dije y el sonrió de nuevo.
- Pa...pi – dijo y yo dejé de sonreír.
- ¿Qué dijiste? – pregunté emocionado ¿Acaso acababa de decir por papi? El soltó una risita y se tiro a mis brazos.
- ¡Pa-pá! – dijo de nuevo, haciendo un gesto yo reí.
- Si, yo soy tu papá. – dije acariciando su mejilla, besé su frente – ¿Tu amas a tu papá, cómo tu el te ama a ti? – le pregunté. El sonrió de nuevo y asintió.
Podría haber una posibilidad,
Trataré de ver que pasa,
Porque fui hecho para ti, y tú para mí,
Ahora, es nuestro momento,
Estoy tratando de ser positivo,
Pero ya fué suficiente,
Dicen que somos demasiado jóvenes para amarnos,
Pero ya, me lo imagino, me lo imagino...
- ¿Qué mas puedes decir? – pregunté divertido. El hizo un gesto de pensativo y yo reí, ya que arrugaba su naricita como _________ cuando pensaba.