~Narra Brandon~
Estaba acostado en la cama tratando de conciliar el sueño, se acababa de ir la luz y estaba lloviendo así que había prendido algunas velas, escuché la puerta de la entrada abrirse y a los pocos segundos escuché su voz. Y como siempre estaba hablando por teléfono, aún estaba enojado con ella así que cerré mis ojos para hacerme el dormido, ella entró a la habitación y escuche cuando quitaba sus zapatos luego no la oí más, había silencio y yo tenía los ojos cerrados, sentí cuando se acostó a mi lado y a los pocos segundos la escuché suspirar, su mano se posó en mi espalda, se acercó más a mi y me abrazó, sentí sus labios sobre mi piel haciéndome estremecer, siguió besando mi espalda hasta llegar a mi cuello.
-Amor.- susurró en mi oído. -¿Bebé, aún estas enojado?- preguntó sin dejar de besarme, yo no respondí sólo me moví un poco quedando boca arriba sin abrir los ojos, a los pocos segundos la sentí subirse sobre mí poniendo sus piernas a cada lado de mi cuerpo y besó mi pecho, luego subió hasta mi cuello y lentamente llegó a mis labios, con sus manos acariciaba mi pecho, yo gruñí con enojo, odiaba que hiciera eso. Tomé sus manos haciéndola detenerse y mirarme, la miré detenidamente y me di cuenta que estaba en ropa interior así que ella sonrió
-Déjame dormir.- dije enojado, ella sonrió ignorándome y trato de besarme de nuevo pero no la dejé
-Sabes que odio que hagas eso.- gruñí.
-No sé a que te refieres, amo.- dijo mordiendo mi labio.
-Que siempre trates de arreglar las cosas con sexo.- susurré con voz ronca por el éxtasis de su piel, la verdad es que quería besarla hasta no poder más.
-Estas equivocado Rogelio, porque tu y yo no tenemos sexo, tu y yo hacemos el amor.- dijo besándome, rápidamente me moví para aprisionarla bajo mi cuerpo, la besé con pasión y salvaje haciéndola venir, ella comenzó a bajar mi ropa interior y yo la de ella.
-Oh Dios, eres una maldita ninfa que vino a excitarme.- dije y ella rió, su risa estaba llena de lujuria, besé sus pechos lentamente haciéndola que se arqueara y esa noche hicimos el amor duro y salvaje llevándonos al clímax de placer.
Desperté por la luz que entraba por la ventana y llegaba a mis ojos, abrí lentamente mis ojos y bostecé. Miré el reloj y lentamente me levanté, me puse el bóxer y la miré, ella estaba boca abajo y la daban solo cubría su trasero y deja a ver si espalda, su cabello estaba hacia un lado y ella dormía, sonreí y me acerque a ella así que empecé a dar pequeños besos en su espalda, subí hasta su hombro, luego a su cuello, sus labios, su nariz, sus ojos y su frente, ella sonrió con los ojos cerrados. Me levanté de nuevo y entré al baño.
Cuando salí de la ducha ella ya se había levantado así que debía de estar en la cocina o en la sala, me vestí para trabajar, acomodé mi corbata mirándome en el espejo, tomé mi abrigo, me lo puse y salí de la habitación hacia la cocina y ahí estaba ella preparando algo, estaba de espaldas y tenía una camisa mía puesta que llegaba hasta sus muslos, sonreí porque se veía sexy así que me acerqué a ella y la abracé por la espalda y le di un beso en el cuello.
-Buenos días.- susurré y sonrió
-Buenos días señor ogro.- dijo riendo y sonreí.
-¿Ogro? ¿Por qué?- pregunté, ella se dio la vuelta quedando frente a mi con una sonrisa.
-¿Qué no te acuerdas?- yo negué riendo. -¿No estabas enojado conmigo? O no te diste cuenta.
-No, es que estaba muy ocupado besándote.- dije mordiendo su labio y ella rió y nos besamos por algunos minutos.
-Amo cuando estas así.- susurró en mis labios.
-¿Así cómo?- pregunté.
-Así de cariñoso.- dijo besándome.
-Bueno, es que tu celular es el responsable de que me enoje.- dije u ella sonrió.
-Si, lo siento.- dijo haciendo un puchero yo reí y besé su frente.
-Te amo.- le dije.
-Yo más.
-Debo irme, es tarde.- dije mirando mi reloj.
-Esta bien.- dijo y besó mis labios, luego tomé mis cosas y salí. Subía al ascensor y bajé hasta el estacionamiento ahí subí a mi auto y fui directo a la empresa.
Entré a la oficina y todos corrían a sus puestos, era típico eso ya que yo era el típico jefe duro con sus empleados no es que fuera por hacerles la vida imposible sólo les exigía. Caminé a mi oficina y abrí la puerta, así estaba Ana una de las secretarías de la empresa junto a otra chica de cabello oscuro y figura exagerada.
-Buenos días señor Meza.- dijo Ana.
-Buenos días.- les dije a las dos, me senté frente a mi escritorio y abrí mi laptop, las miré y aún estaban ahí paradas Ana se movió un poco nerviosa y habló.
-Eh... señor Meza, ella es Bárbara López, su nueva secretaria.- dijo Ana.
-¿Y qué pasó con Elena?- pregunté. Elena era la secretaria de todos la vida de mi papá, una mujer avanzada de edad que prácticamente empezó esta empresa junto a mi padre.
-Ella se pensionó.- respondió Ana.
-¿La despidieron?- pregunté mirándola a los ojos poniéndola nerviosa.
-No señor, ella decidió que ya era hora de pensionarse.- explicó y suspiré. Elena era muy buena en su trabajo jamás encontraría alguien como ella.
-Eso significa que tú serás mi nueva secretaria.- deduje mirando la pantalla de la computadora.
- Si señor yo lo seré.- respondió la de cabello oscuro.
-Entonces ya que trabajaremos juntos, mucho gusto señorita eh....
-López.- dijo ella.
-Si, mucho gusto señoría López, soy Brandon Meza jefe y dueño de esta empresa.- dije extendiéndole la mano, ella la recibió y le di un apretón de manos y cedí a soltarme pero ella no lo hacia, alce me mirada y no me agrado para nada su mirada ya había costa esa mirada antes.
-Ana ya puedes irte le daré instrucciones a la señorita López.- dije soltándome de su agarre.
-Si señor, compromiso.- dijo y se fue.
-Bueno señorita López en este momento entramos en la compres de una empresa, así que a usted le corresponde la contabilidad del negocio.- en ese momento sonó mi celular y decía "Preciosa💜" . -Permítame un momento.- le dije antes de contestar y puse el altavoz.
-Bueno.- dije.
-Mi amor, ¿estás ocupado?- preguntó mi novia.
-No cariño, para ti nunca.- dije sonriendo.
-Bebé, solo te llamaba para saber si llegaras temprano a casa.- dijo.
-¿Por qué, preciosa?- pregunté.
-Es que quería que cenáramos juntos así como antes ¿recuerdas? Donde yo era la cena.- los dos reímos.
-Preciosa estas en altavoz y estoy con mi secretaria.- le dije riendo.
-¡Ops! Este lo siento Elena.- dijo avergonzada.
-Mi amor no es Elena ella ya no trabaja más, es una chica nueva.- acorte.
-Eh lo siento quien quiera que seas.- reí -Entonces ¿llegas temprano?-
-Si princesa.- dije. -¿Qué haces?
-Estoy con Yazmín haciendo unos arreglos de la boda.
-Okay preciosa, debo trabajar, te amo.- dije.
Yo te amo más.- dijo y cortó, tenía una sonrisa en mi rostro hasta que lévate la mirada y aquella mujer me mira a en silencio.
-Eh como le decía, su trabajo será de contabilidad por ahora así que espero que sea buena en matemáticas.- dije mirando algunos papeles que estaban en mi escritorio.
-Como usted diga señor Meza.- dijo con una sonrisa coqueta.
Esa mujer no me agradaba para nada, me daba la apariencia que era de esas mujeres que consiguen lo que quieren con la seducción y la belleza. Chicas como ella conocía muy bien, después de todo fui el popular de la escuela así que chicas como ella siempre conocí hasta encontrar al amor de mi vida. Yo seguía mirando la pantalla de la computadora, alcé mi mirada y ella aún seguía ahí mirándome de una forma desagradable ¿que querrá esa mujer conmigo?
-Ya se puede retirar, tiene demasiado trabajo que hacer.- le dije indiferente y ella sonrió.
-Si señor.- dijo mirándome, le sostuve la mirada para que se fuera, sonrió y salió de mi oficina, suspiré. Esta mujer no me traería nada bueno.
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Holaaaa✌️, se que les dije que ayer subiría pero no tuve unos problemitas con mi compu y no pude, pero más vale tarde que nunca así que aquí esta el segundo capítulo, espero que les esté gustando☺️
Gracias por seguir leyendo la novela, de verdad gracias😚💜 las amo!💚🙈
Voteeen y comenteeen es gratiiis😁✌️
•En 16 días alguien cumple años😔😭😫
