Segunda Oportunidad (Malec)

Capítulo 2

Hola! Como estan? Espero que bien :D No tengo nada que decir (que extraño xD)

Espero que les guste, que voten y que dejen muchos comentarios. Los Amo *3* ^^

Pd: Matt es demasiado hermoso para mi body *¬*

Magnus por fin se había quedado dormido. Estaban en su habitación, con todas las luces apagas, y tumbados en su cama. Magnus estaba abrazado a Alec, con su cabeza sobre el pecho del Nefelim, mientras este le acariciaba el pelo. Se había pasado así un buen rato. Acariciando el pelo de Magnus y susurrándole palabras dulces en el oído.

No sabía que había podido perturbar de esa manera al brujo. Sabía que lo que había sufrido había sido un ataque de pánico, pero no sabía por qué. La primera noche que habían pasado juntos después de reconciliarse, le prometió que le protegería de cualquier cosa y no tenía en mente romper esa promesa.

Arropo a Magnus, le dio un beso en la frente y lo tumbo tapándole con una manta. Presidente Miau subió a la cama y se hizo una bolita al lado de su dueño.

Alec salió de la habitación. Se puso su cazadora de cuero, agarro las llaves y se las guardo en el bolsillo trasero de sus vaqueros, y por último agarro el móvil. Salió del loft sin saber a dónde se tenía que dirigir, pero su instinto de Nefelim experimentado le decía que no sería mala idea comenzar por la Ciudad Silenciosa.

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-¿Alexander? ¡Oh esto es magnífico! íbamos a mandarte un mensaje de fuego ahora mismo.-Dijo el Hermano Rómulo al verlo entrar en la ciudad.

Alec frunció el ceño.

-¿Qué ha pasado con Magnus? Ha vuelto a casa con un ataque de pánico horrible y no paraba de temblar. ¿Qué le habéis hecho? –Preguntó enfadado. Si los Hermanos Silenciosos le habían hecho algo, sería mucho peor que Valentine.

El Hermano suspiro.

-Le conozco desde que tenía cuatro años y jamás podía haber imaginado su reacción. Acompáñame por favor Alexander.- Alec no tuvo más remedio que acompañarle.-En esta ciudad se maneja magia muy poderosa y secreta. Hace poco decidimos utilizar un hechizo milenario que muy pocas veces había sido utilizado. Este hechizo sirve para revivir a los muertos. Queríamos devolverle la vida a aquellos que murieron en la guerra, incluido a tu pequeño hermano- Alec miro a al Hermano Rómulo con la esperanza tiñendo sus ojos azules.- incluido a Jonathan, al verdadero Jonathan, el de los ojos verdes.-El Hermano se detuvo delante de una puerta, y miro a Alexander.-Pero hemos resucitado a otra persona, una persona que solo tiene a Magnus, pero él se niega a hablar con ella.

-¿Ella?-Preguntó Alec. ¿De quién se podía tratar? Como se les hubiera ocurrido resucitar a Camille, iba a arder Troya.

El Hermano Rómulo abrió la puerta dejando ver una habitación con escasa decoración. Había una cama de latón, una mesita de noche y un tocador de madera con un pequeño espejo donde había una mujer sentada cepillándose el largo y lacio cabello. La mujer se giro y por primera vez Alec pudo observarla. Era asiática, no era una mujer mayor, pero tampoco era joven, tenía los ojos negros y una larga cabellera negra. Se le hacía parecida a alguien pero no sabía a quién.

-Alexander quiero presentarle a Pai-ai. Pai-ai quiero presentarte a Alexander el único que puede convencer a Magnus de hablar contigo. Alexander ella es Pai-ai, la madre de Magnus.

El cuerpo de Alec se congelo. ¿La madre de Magnus? ¿La misma que se suicido y le abandono hace tanto tiempo? Ahora entendía la reacción de Magnus.