Segunda Oportunidad (Malec)

Capítulo 16

Hola!! ¿Como estan? Espero que esten bien. No tengo nada que decir, que raro :)

Espero que les guste, que voten, y que dejen muchos comentarios.

PD: Mami Lightwood y Mami Pai-ai se van a enfrentar xD

PD2: No he encontrado el gif de Maryse que queria :( Lo siento.

Alec jugueteo nerviosamente con sus dedos. Su madre no podía estar contenta y desde la guerra Alec no le había temido a nada, pues perder a Magnus había sido (y es) su mayor miedo, pero su madre... era una leona con mucha mala leche.

Magnus estaba a su lado. Pai-ai delante de ellos sin comprender muy bien la situación.

-No lo he entendido.-Habló la mujer.- ¿Por qué tu madre esta tan enfadada? Le dijiste que te tomabas unas vacaciones.

Alec se paso la lengua entre los labios.

-No sabe que tú estás con nosotros.

-¿Y qué con eso?

-Hemos jugado con la vida y la muerte. Te hemos traído de vuelta, y diría que a mi madre no le ha hecho gracia.

-Ya...-Suspiró Pai-ai.

Magnus se acercó a Alec. El Nefelim estaba muy nervioso y no era de extrañar. Maryse Lightwood era una leona a quien le habían quitado a los cachorros. Tenía garras y sabía cómo usarla.

-Iremos juntos al Instituto. Nunca he visitado el Instituto de México.

-Yo tampoco. Conozco a Diego Rosales, y sé cómo es Cristina Rosales, pero no se mucho más de ellos.

-Yo también quiero ir.-Dijo Pai-ai.

Alec le miro. Su madre no era precisamente la clase de mujer que se llevaba bien con otras, incluso nunca le llego a ver con ninguna amiga y dudaba seriamente de que tuviera alguna, además, Pai-ai era como Magnus; extrovertida, sonriente y para nada seria, pero su madre, era como él solo que multiplicada por diez. Maryse era seria, regia y dura de roer. Eran demasiado distintas, y aunque Magnus y Alec eran dos polos apuestos estaban enamorados y eso lo podía todo.

-No creo que sea buena idea.-Dijo el brujo por él. También tenían telepatía y eso ayudaba.

-¿Por qué?-Inquirió alzando una ceja.

Magnus y Alec intercambiaron una mirada y comenzaron a hablar telepáticamente.

"-¿Qué le decimos?"

"-Es tu madre. Convéncela."

"-No me dejes el muerto a mi solo."

"-Iré yo, convéncela como sea."

"-No quiero que vayas solo."

"-No te preocupes."

-¿Qué hacéis?-Pregunto Pai-ai. Su hijo y Alec habían dejado de hablar y se habían pasado interminables segundos mirándose.

-Nada.-Dijo Magnus. Se acerco a su madre y la tomo de las manos.- Alec irá al Instituto de México, y lo arreglara todo.

-No vendas la piel del tigre antes de cazarlo.-Dijo Alec.-Estamos hablando de mi madre.

-No puede ser tan terrible.

-Enfadada sí.

-Es decir: Es una mamá león.-Dijo Pai-ai con una sonrisa.-Pondré con ella.

Alec frunció el ceño. Al parecer todo el mundo concordaba que Maryse era una madre león.

"-¿Estas pensando lo mismo que yo?"

-¿Qué dieces de Pocoyó?- Se extrañó Alec.

El brujo lo miro y se acercó a él.

-Lo que te dijo es que quizás no sería mala idea.

-Claro que no.-Sonrió Alec.- Si lo que pretendes es que el mundo explote.

-Alexander por favor. –Suspiro Magnus.- No pasara nada.

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-Me he arrepentido. ¿Podemos volver?-Preguntó el brujo.

-No, ya no.-Dijo Diego Rosales. Estaba delante de ellos con una humeante taza de café. Se encontraba el solo en el Instituto, pues Cristina había salido hacía L.A. Miro a Alec.-Es un placer tener a dos de los seis héroes de la guerra.

-¿Guerra?-Preguntó Pai-ai preocupada.

-Así es. Su hijo y su pare-

-¿Y mi madre?-Intervino con rapidez el Nefelim.

-Aun no ha llegado, pero dudo mucho que tarde.

Y como si el universo le hubiese escuchado. El portal se abrió y de él salió Maryse Lightwood altiva y elegante. Diego Rosales se disculpo y se marchó. No quería estar en ese berenjenal. 

-Alexander.-Dijo en cuanto lo vio. Se acerco a ellos y le lanzó una rápida mirada a Pai-ia. La indonesia lejos de amedrentares se coloco delante de Alec y Magnus encarando a Maryse.

-Soy Pai-ai la resucitada madre de Magnus Bane.

-Maryse Lightwood madre de Alec.

Las mujeres parecían relajadas, pero sus hijos notaban el aire enrarecido que se aglomeraba alrededor de ambas.

-Tengo miedo.-Le susurro al oído al brujo.

-Y yo.

-Alexander.-Le llamo Maryse.- He hablado con el Hermano Rómulo, me lo ha contado todo.-Dijo haciendo énfasis en el "todo".

-Ah... ¿Y?

Maryse se lamió los labios.

-Pai-ai se quedara eso es obvio, pero tú te vienes a Idris conmigo para informar a La Clave.

-¿Qué? Estoy de vacaciones.

-Se acabaron.

-Maryse-Comenzó Magnus. Tenía que salvar su novio y sus vacaciones.- ¿Por qué no te quedas con nosotros?

-¿Disculpa?-Preguntaron los tres mirándole.

-¿Cuándo fue la última vez que te fuiste de vacaciones?

-Eh...-Dudo la Nefelim.

-¡Lo ves! Quédate con nosotros.-Le dio un codazo a Alec.

-Sí... sí claro. Quédate mamá, seguro que serán unas vacaciones... interesantes.

Maryse les miro. Hacía mucho que no se relajaba y unas vacaciones no le vendrían mal. Pai-ai la miro. ¿Por qué será que Maryse le daba mala espina?

-¿Y La Clave?

-Que le den.

Alec levanto una mano y  dio una colleja a Magnus.

-Mandaré un mensaje de fuego al Hermano Rómulo y que se encargue él, impone más con esa cara de muerto que tiene. 

-No creo que...

-¡Maryse!-Exclamó Magnus.- No pasa nada si bajas el ritmo, te acabaras quedando calva por el estrés. Unas vacaciones nos vendrían bien a todos. 

Ella jamás se había desmelenado, pero con la mirada azul fija de su hijo, la sonrisa convencida de Magnus y las increíbles ganas que le habían entrado de fastidiar a Pai-ai, sin más razón aparente que el simple hecho que la veía demasiado egolatra (ella había abandonado a su hijo y aun así se ponía la etiqueta de madre) aceptó.

-Esta bien ¿por qué no?