Hoy me levante como siempre, me mire al espejo y me di cuenta de qué no era yo lo que veía, no lucía como me quería ver estaba ahí, justo ahí, viendo mi cuerpo con aparente vida pero sin poder vivirla, más bien parecía que veía mi cadáver, vivía todo pero no lo sentía, desde aquel día que te fuiste y te llevaste mi alma contigo me siento como un esclavo de la vida cotidiana, ya no tengo esa sensación de adrenalina al subirme a juegos, ni esos ataques de celos al verte con otro hombre, ya no siento mariposas al verte como la primera cita, ni odio al verte tan como si nada cuando yo estoy como si todo, llegó un momento de mi vida donde ya no espero mensajes tuyos, no espero nada de nadie, sólo debo de aprender a vivir y saber cual bella es la vida, encontrarle de nuevo lo interesante, odio todo esto, me odio a mi por no haberte enamorado de mi, siento que estoy de luto por mi persona, que no hay nada que me emocione o me haga sentir completamente enamorado o completamente roto, estoy frente a mi propio cadáver.
