When you were sixteen ━ muke

To the moon and back

Luke se encontraba en la misma playa de siempre, mirando el azulado mar resaltar bajo el celeste del cielo. Tenía una ligera barba de tres días y unas ojeras color malva bajo sus azules ojos gracias al trabajo. El viento movía su cabello, haciendo que algunos mechones fueran a parar cerca de sus ojos.

En su mano yacía una hoja de papel desgastada y con tinta corrida, arrugada y con lágrimas saladas ya no existentes. Cerró los ojos con fuerza y apretó aquella hoja, causante de su dolor. Pudo sentir aquel aroma tan particular que Michael tenía. Quizá piensen que estaba loco y probablemente lo estaba, pero qué más da.

Había cosas que ya no le resultaban tan importantes.

Una niña de siete años de edad, con cabello castaño y ojos verdes corría por toda la playa, la cual estaba vacía, como siempre. Jugaba con la arena y corría de las olas. Luke sonrió con nostalgia, Charlotte le hacía recordar a Michael.

La chica corrió hacía Luke y se lanzó sobre él, sonriendo. Se asemejaba tanto a Michael, tenía la misma nariz pequeña, los mismos ojos verdes llenos de esperanza y sueños. Luke la abrazó con fuerza. Amaba mucho a esa pequeña niña.

— ¿Cuándo iremos a ver a Mimi? —preguntó tiernamente, Charlotte.

— ¿Quieres ir hoy? —propuso el mayor.

La chica comenzó a saltar exageradamente, le gustaba visitar a su Mimi, porque apesar de que nunca tuvo la chance de compartir con Michael, Luke siempre le habló maravillas de su persona.

Charlotte, cuando veía sus fotos, decía que su cabello parecía algodón de azúcar y que quería probarlo, pero Luke ya le había advertido que sabía mal, que ya lo había intentado un millón de veces.

Se adentraron al auto y pusieron sus cinturones de seguridad, Luke comenzó a manejar en un silencio irrumpido por el sonar del viento y murmullos por parte de la niña pequeña, quien tarareaba una canción.

Al cabo de diez minutos llegaron. Se adentraron por la puerta principal, saludando al guardia, quien los conocía de memoria. La niña se lanzó al verde pasto y le habló a la nada.

— Hola Mimi, ¿cómo has estado? Yo muy bien... —comenzó y Luke sintió una opresión en el pecho, le dolía eso— El tío Luke te extraña, ¿sabes? Sé que a pasado tiempo, pero... puedo ver que te extraña... en sus ojos.

Charlotte era hija de la hermana de Michael. Ella alcanzó a conocerlo y lo único que tenia de él eran algunos videos, unas cuantas fotos y las anécdotas de Luke.

Luego de que Michael lo abandonara ese domingo, nunca más lo volvió a ver. Y el rubio se culpó día y noche de ello, y le costó entender que nada de lo ocurrido había sido su responsabilidad, simplemente Michael había querido que las cosas se dieran así... y estaba bien.

Le había sido difícil convencerse de ello.

Luke suspiró entrecortadamente una vez Charlotte abandonó el lugar para correr por ahí. Acarició la blanca lapida con tristeza. Sabía que hablar no serviría de nada, pero le consolaba el pensar que quizá, sólo quizá, Michael le estaba escuchando.

— Ya... ya conoces a Charlotte, siempre habla cosas... —habló con un nudo en la garganta— Ella te ama, Mike. Hubiera sido lindo haberla malcriado juntos... como sus tíos, ¿no? —Luke dejó de hablar, su voz temblaba y sus ojos estaban aguados— Estoy conociendo a alguien, Mike.

Silencio. Silencio absoluto en ese frío cementerio.

— Creo que ya es momento de que siga con mi vida... como tu dijiste. —agregó Luke, sintiéndose un poco idiota al encontrarse esperando siquiera una respuesta— Ya puedo dejarte ir, Mike.

Sacó esa hoja de papel, la cual estaba toda arrugada, y la dejó en la lápida con delicadeza. Tomó de la mano a Charlotte, quien ya se encontraba de vuelta, y se fue de allí, sintiéndose... aliviado.

— Te guardaré por siempre en mi corazón, Michael. —susurró el rubio antes de marcharse del lugar.

Por fin Luke se sentía libre.

Fin.

Ojalá quien sea que haya leído esta resubida de fic le haya gustado:(. Siempre leo los comentarios y los guardo en mi corazoncito :((

PD: Falta una parte más 💕