Derek se detuvo frente a la pizarra en su habitación observando lentamente, una por una, las fotos que tenía de Stiles Stilinski. Todas perfectamente acomodadas en el orden en que fueron tomadas. Su favorita, hasta ese momento, era una donde se veía al adolescente sentado en el porche de su casa, con el sol apenas iluminando su cabello despeinado y una taza de algo que presumía ser café en sus dedos delgados.
-Creo que te lo estás tomando muy enserio –El cabello rubio del otro estudiante fue lo único que se reflejó en la ventana –Y a mí no me digas que es tu novio porque sé que no lo es.
-Pero lo va a ser –Derek acarició el frío papel de una de las fotografías antes de retirarla y remplazarla por una más reciente.
Isaac negó con la cabeza antes de caminar directamente a la salida de su pequeño departamento, el cual estaba bastante lleno con fotografías del mismo adolescente, hechas desde ángulos y en situaciones impensables. Como la captura perfecta de lo que debía ser un orgasmo dibujado en las facciones ligeramente aniñadas del adolescente o un enfoque perfecto a sus labios con su lengua asomándose pequeña y juguetona sin siquiera proponérselo. Imágenes sexuales que cualquier pedófilo usaría para tocarse durante toda la noche, pero que Derek únicamente usaba para aprender más sobre la fotografía.
Costaba creerlo un poco, sí, pero así era. Derek Hale no era un acosador, solamente era un estudiante que tuvo la suerte de encontrar un tipo de belleza demasiado extraña en un adolescente que ni siquiera sabía que la poseía.
Y aunque acosarlo no había sido su primera intención, le había funcionado demasiado bien hasta ese punto porque una vez que le pidiera que posara el encanto se iba a ir, su sonrisa iba a ser más fingida, sus movimientos más premeditados, su mirada menos inocente y su forma de ser menos abierta. Ahora le había dicho, le había pedido permiso porque de vez en cuando si lo iba a necesitar en ciertos lugares, vistiendo ciertas ropas porque había mentido a su profesor, le había dicho que no lo acosaba, le había dicho que Stiles era su novio y tenía su completo consentimiento para hacerle ese tipo de fotos.
Fotografías que solamente alguien que realmente tuviera la confianza del adolescente podría tomar y Derek obviamente no entraba en ese grupo de personas.
Hasta ese día.
* *
*
-¿Para qué te quería ese chico? –Preguntó la señora Stilinski a mitad del desayuno. Mientras su esposo miraba el periódico y Stiles devoraba los hot cakes como si no hubiera comido en semanas.
-Quería que fuera su modelo –Respondió el adolescente buscando el sirope.
-¿Su modelo? –Claudia soltó su tenedor y miró a su hijo -¿Su modelo para qué?
-Estudia fotografía, quiere hacerme algunas fotografías para su tarea –Respondió Stiles haciendo una carita en su hot cake con el sirope –Nada del otro mundo, aunque si algo extraño, ya tenía algunas fotos mías. Bastante buenas, casi ni me reconozco.
-¿De qué chico estamos hablando? –John Stilinski dobló el periódico y lo dejó sobre la mesa.
-Derek Hale –Respondieron madre e hijo al mismo tiempo.
-No me agrada.
-No lo conocen –Stiles sonrió un poco –Yo tampoco pero me va a pagar, cien dólares por cada fotografía mía que quede en su galería.
-¿Y cómo te va a tomar las fotos? ¿Desnudo? Puede ser un pedófilo o un distribuidor de pornografía infantil –Claudia miró a su esposo y luego a su hijo. Algo de razón tenía que darle.
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STALKER
FanfictionDerek Hale no era un acosador, solamente era un estudiante que tuvo la suerte de encontrar un tipo de belleza demasiado extraña en un adolescente que ni siquiera sabía que la poseía.