Derek se detuvo frente al café con la cámara en sus manos y la cartera en su chaqueta diciéndole que tenía dinero suficiente para comprarse algo sin necesidad de hacer el ridículo pidiendo hablar con Stiles cuando el adolescente tal vez ni siquiera estaba de turno. Pensó en volver al Camaro y dejar su cámara pero entonces no tendría con que iniciar una conversación, en caso de tener alguna oportunidad, porque ni siquiera sabía si Stiles estaba ahí dentro y si estaba ahí dentro tendría que apañárselas para poder hablar con él de algo que no fuera su pedido.
La campanilla sonó en cuanto abrió la puerta, sin darle tiempo a decidirse realmente a entrar. Se vería muy ridículo si salía corriendo en ese momento, así que apretó la cámara en su mano izquierda y caminó directamente a la mesa más alejada.
Una mesera de ojos azules no tardó en aparecer con la mejor sonrisa que tenía plantada en su cara y una libretita en sus manos.
-¿Qué vas a pedir? –Preguntó la chica sin mirarlo directamente.
-¿Está Stiles? –Preguntó Derek de vuelta, sin despegar la mirada de la fotografía recién hecha por su cámara. Era obvio que estaba Stiles, Derek lo había visto desde el otro lado de la calle, con su sonrisa sincera mientras colocaba un par de tazas de café frente a dos empresarios que le ignoraban completamente.
-Eh –La chica apretó los labios –Le diré que lo buscas.
Derek movió un poco la cabeza y volvió a fijar su vista en la cámara. No pudo evitar ponerse a deslizar su índice cambiando las imágenes, en busca de la mejor de la noche.
Stiles estaba usando una camisa gris que le venía de maravilla y en lugar de llevar sus converse habituales tenía puestas botas. El delantal no le quitaba ni siquiera un poco de atractivo para las personas que realmente observaban lo que tenían frente a ellos. Derek en ese momento deseó ser el único sentado en el local, con su cámara lista para disparar en cuanto el adolescente se pusiera frente a él.
Pasaron cerca de dos minutos que para el estudiante se tornaron tediosos al sentir la mirada de la camarera constante sobre su persona, como si intentara buscar cualquier mal movimiento de su parte para llamar a la policía o para salir huyendo. Con ese rostro no podía deducir mucho, pero sí que podía prestar atención para darse cuenta del momento en que Stiles salió de detrás de la barra y caminó hasta su lugar. Automáticamente su postura se tensó y sus cejas se fruncieron.
Se reprendió mentalmente y trató de relajarse, con sus ojos clavados en la figura dentro de su cámara y no en el andar descuidado de su recién conocido modelo.
-Hola –Stiles le miró con una sonrisa pequeña y hasta algo contagiosa –Miriam me ha dicho que me buscas.
-¿A qué hora sales? –Preguntó, en cambio, el moreno, con sus ojos verdes clavados en los marrones del chico.
-En cuarenta minutos –La sonrisa del adolescente creció -¿Me vas a esperar y luego llevarme a cenar a algún lugar con mala pinta pero comida deliciosa?
-¿Quieres ir? –Si Derek no hubiera sido tan denso seguramente habría captado el sarcasmo y la broma en la pregunta de Stiles. Pero no lo era, desde niño siempre había sido algo asocial y con el paso de los años esa pequeña parte suya no había hecho nada más que crecer, elevarse tan alto como su ego y crearle una burbuja impenetrable.
-Oh –Stiles miró a los lados con la libretita moviéndose entre sus dedos de manera nerviosa –Si tú quieres, si no quieres no es necesario que lo hagas. Podemos quedarnos aquí o hablar en la banquita, como sea, para mí todo está bien, aunque en realidad tiene que estar bien para ti porque tú me buscaste y eso...
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STALKER
FanfictionDerek Hale no era un acosador, solamente era un estudiante que tuvo la suerte de encontrar un tipo de belleza demasiado extraña en un adolescente que ni siquiera sabía que la poseía.