VC: Capítulo diez.

5.1K 424 10
                                    

[1 año después]

- Lucy - me llamó Yuki - ¿falta mucho? - gruñí.

- No, ya casi estamos llegando. No sé porque quisiste venir conmigo.

- Estaba cansando de vivir con esa vieja, quería un poco de aventura, así que aproveché y vine.

- Si Ozzan te escucha, te reduce en cenizas - me reí.

- Oye Lucy - miré al pelirrojo a mi lado - ¿Me aceptarán en Fairy Tail?

- No lo sé... la última vez que estuve por aquí fue el día que comencé aquella misión - apreté mis puños. Aún no le había olvidado.

- ¿Estás segura de querer volver?

- No, no lo estoy - miré la marca que aún posaba en mi mano derecha - pero siento que es mi deber, y que debo concluir este ciclo de mi vida. ¿Sabes? no sé qué pasará una vez entre. Siento que me falta algo por concluir, y que para poder avanzar debo quitar una piedra de mi camino. También que debo hacer avanzar a esas personas que siguen estancadas esperando mi perdón - Yuki iba a hablar pero le callé alzando un dedo

Miré al frente ya se lograban ver las casas de Magnolia.

Bien Lucy, allá vamos.

(...)

- ¡Natsu! - gritó Levy, entrando al gremio.

- ¿Qué? - él la miró mal; le desagradaba la presencia de Levy.

- ¡Vamos a una misión! - corrió hacia su amado y lo abrazó por la espalda. Natsu llegó a su límite y la empujó lejos de él.

- ¡Basta! ¿Acaso no ves que no te soporto más? Qué el maestro te dejó quedar en el gremio, no significa que nosotros perdonamos lo que le hiciste a Lucy - gritó, sintiendo su garganta arder con solo mencionar el nombre de su vieja amiga.

En el gremio se instaló un silencio sepulcral, que fue interrumpido por un puño al impactar con una de las mesas.

- ¡No mencionen ese nombre! - gritó el rubio, con los ojos rojos y llenos de lágrimas que él rehusaba a dejar salir.

Natsu lo miró pidiendo excusándose con la mirada, no sabía que el rubio estaba en el gremio; sabía lo mucho que le dolía a él en especial el solo pronunciar su nombre.

Él no le creyó.

Él la dejó marchar.

Y se arrepentía.

Mucho.

En la mente de aquel rubio no existía la esperanza, la había perdido, perdió una mujer maravillosa.

Aún recuerda ese doloroso día en el qué todo salió a la luz.

⇤ Flash back

Sting se encontraba bebiendo en la barra, un sentimiento de angustia albergaba en su interior desde hace varios días, como si algo malo estese por suceder. Habían pasados tres meses desde que se había separado de Lucy, el maestro era el único que sabía lo que en verdad había pasado y solo se abstuvo a contestar con un: "Sting, cuando te des cuenta de la verdad, ruega que no sea demasiado tarde, si hay algo peor que la desconfianza de nuestros seres queridos es la traición de ellos".

Sting quedó confundido a esas palabras, pero le hizo caso omiso.

Su mayor error.

Sin tan solo hubiese sabido interpretar aquellas palabras...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por unos vasos cayendo al suelo y la puerta siendo abierta bruscamente.

¡Maldito Rubio!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora