VC: Epílogo.

5.5K 442 49
                                    

[ tres años después ]

Un rubio de ojos azules corría rápidamente hacia su casa, o más bien, hacia la mansión Heartfilia D'Eucliffe.

- Espero que estés bien - murmuró Sting entre jadeos.

Una vez llegó hacia la mansión se apresuró hasta llegar a la habitación desde donde salían unos aullidos desgarradores, cuándo abrió la puerta se encontró con que Sparkie trataba de derribar el muro que le impedía salir con desesperación.

Sting, confundido, se encaminó hacia el interruptor que abría un agujero en la pared, abriéndolo y dejando salir al enorme animal, quien salió corriendo apenas pudo.

POV SPARKIE ( esto es raro )

La escuchaba llamarme.

Me era imposible no reconocer la voz de la mujer que me salvó hace 4 años, me cuidó y me alojó en su casa por todo este tiempo.

Aumente la velocidad, sin importar que mis hueso me dolían por la repentina actividad física.

Con mis ágiles ojos de águila divisé una enorme fortaleza a unos 3 km. Aullé en acto de presencia.

Pocos minutos después llegué a lo que parecía ser una la puerta principal de la fortaleza, con mis ojos busqué otro entrada, sin embargo, no había nada, solo unos magos mirándome con asombro y terror.

Tranquilízate Spakie, ya voy... - escuché de nuevo su dulce voz en mi cabeza.

Me senté, moviendo mi cola de un lado a otro, con tranquilidad, a la espera.

Pasaron unos 10 minutos antes de que las puertas de la fortaleza se abriesen, dejando a la vista una larga cabellera rubia y unos ojos de color chocolates brillosos debido a las lagrimas retenidas.

Aullé de alegría.

Lucy se acercó a mi lentamente, bajé mi cabeza central, la cual ella acaricio suavemente.

- ¿Nos vamos? - preguntó, asentí. Lucy se un salto se acomodó en mi lomo.

...

POV LUCY

Era libre, por fin.

Por suerte Yuki me había tenido al tanto de toda las novedades del gremio, me alegré mucho cuando supe que la hija de Natsu y Lisanna, se llamaba como yo, Lucy. Sentí como Sparkie ralentizaba el paso, le había pedido que me llevara a la mansión, quería vestirme apropiadamente para la sorpresa de esta noche.

Cuando llegué a casa me dirigí a mi antigua habitación, no sin antes asegurarme de que Sting no se encontrase, apenas abrí la puerta unos brazos me rodearon.

- Volviste - susurró, reí y correspondí su abrazo.

- Una maga celestial siempre cumple sus promesas.

Lisanna se separó de mi y me sonrió.

- Bueno, vamos a cambiarte, tienes que estar perfecta para esta noche.

....

En aproximadamente dos horas me encontraba totalmente arreglada. Lisanna me había cortado de nuevo el pelo, dejándolo como estaba antes de irme. (NO ME VA DE DESCRIBIR LA VESTIMENTA, MIREN EN MULTIMEDIA)

- Lucy, llegó la hora - me anunció Lisanna a través de la puerta que nos separaba, me miré en el espejo antes de salir.

Lo que pasó pasó, pero uno puede verlo de una manera, de otra, de mil maneras. Algunos sobreviven a un naufragio, otros se ahogan en un vaso de agua. Podemos convertir la tragedia en una comedia o en un melodrama, eso es una elección. Uno elige como contarse la historia. Podes ponerle la melodía que más le guste a tu canción: Alegre, melancólica, pop, vos elegís. Vos elegís como queres que suene tu historia. Tu canción es la manera en que vos contás y cantas tu vida. Tu canción es esa melodía que aparece para sacarte a flote, es tu esencia, los ojos con los que ves la historia de tu vida, es esa canción que te recuerda quien sos. Tu canción es la que te salva, te despierta, la que siempre suena a pesar de todo. Porque tu canción es la que vos mismo escribiste desde lo más profundo de tu corazón.

Sin pensarlo dos veces agarré entre mis manos el micrófono, la melodía empezó a sonar y el telón cayó.

La vida tiene sus penas
Sus cosas para olvidar
Y a cambio mil cosas buenas
Como este amor
Que te invita a soñar

Las ilusiones, las esperanzas,
Que abren caminos de par en par
Y las canciones que nos alcanzan
Para empaparnos de felicidad

Pero por suerte siempre brilla el sol
Y siempre brillará
Y la esperanza ya no se irá

Pero por suerte siempre brilla el sol
Y siempre brillará
Y la esperanza mía nunca morirá
Y la esperanza mía nunca morirá
Y la esperanza mía nunca morirá

La vida tiene sus penas
Sus cosas para olvidar
Y a cambio mil cosas buenas
Como este amor
Que te invita a soñar

Las ilusiones, las esperanzas,
Que abren caminos de par en par
Y las canciones que nos alcanzan
Para empaparnos de felicidad

Pero por suerte siempre brilla el sol
Y siempre brillará
Y la esperanza ya no se irá

Pero por suerte siempre brilla el sol
Y siempre brillará
Y la esperanza mía nunca morirá
Y la esperanza mía nunca morirá
Y la esperanza mía nunca morirá

Abrí los ojos que hasta ahora estuvieron cerrados y miré hacia el gremio, que me miraba con una sonrisa y con ojos llorosos mientras aplaudían fuertemente. Sonreí, un agarre firme me hizo voltear, no tenía que ser inteligente para saber quien era, sin dejarme saludar o pronunciar palabra juntó nuestros labios.

Movía sus labios con ternura sobre los míos, mientras sus manos se posaban en mi nunca, profundiza el beso más aún. Poco a poco el beso se tornó más apasionado, más demandante... su lengua entró a mi cavidad bocal, bailando un dulce vals con la mía. Sentí mis manos temblar, las cuales estaban instaladas en su pelo rubio. Me vi obligada a separarme por falta de aire.

Lo miré a sus ojos azules brillosos, perdiéndome en ellos...

- ¿Por siempre? - susurró contra mis labios.

- Por siempre - pacté mi palabra con otro apasionado beso.

FIN.



¡Maldito Rubio!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora