VL: Uno.

790 35 0
                                    

Desperté a causa de un continuo ronquido en mi oreja derecha, intenté girarme pero un peso en mi estómago me lo impedía. Abrí los ojos, y giré la cabeza para observar con asco a Natsu con mechones de mi cabello en su boca y roncando. Levanté un poco la cabeza y me encontré una boca azul con un pescado en la boca durmiendo encima de mí.

Me llevé la mano a la cara e suspiré exasperada.

– Dios, otra vez no... –murmuré.

Tranquila Lucy. Inhala. Exhala. Inhala. Exhala. A LA MIERDA.

– NATSU ROSALIDO DEL JUAN DRAGNEEL PANPICHOCOCO. –grité, más solo obtuve que Happy abriera los ojos, gruñera y se acomodara encima de Natsu, quien me tiró de la cama. Abrí la boca indignada y me levanté.

Con toda la dignidad que me quedaba en aquel momento me dirigí al baño en busca del arma secreta versión 7.92; la agarré y con una sonrisa maliciosa empecé a pegarle a Natsu.

– ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! –gritaba Natsu como una niña, mientras Happy se retorcía de la risa, giré la cabeza brutalmente y lo miré con la misma sonrisa que hizo que él dejara de reír y se escapara por la ventana.

– ¡Estúpido gato! –gruñí y me concentré en Natsu, quien aprovechó mi distracción para esconderse debajo de la cama.

– Por favor, no me mates. –suplicó.

Produje un raro sonido con la boca y regresé al baño, donde me asee y me vestí. Al salir abrí mucho los ojos al encontrarme con la cocina echa desastre y Natsu escapando por la ventana.

– Lo siento, intenté hacer el desayuno pero no resultó –dijo con lágrimas en los ojos– Te espero en la estación de tren, hoy partiremos a la misión con el equipo de Levy.

Me arremangué la chaqueta, procedí a limpiar y a hacer un desayuno decente.

...

Miré el reloj y maldije en mi interior a Natsu, por su culpa estaba con 15 minutos de retraso. Erza me iba a matar así que aumenté la velocidad. Por alguna razón tenía un raro presentimiento sobre la misión, una corazonada me decía que no iba a resultar bien y la ba a caer.

Desde niña siempre había considerado la vida como un ring y muchas fases. A veces yo ganaba, otras ella pero siempre lograba levantarme, y seguir luchando con más fuerza. Además de que contaba con un gran apoyo a mi lado, tenía a Natsu, a Gray, a Erza, a Wendy, a Levy.

Levy...

Las cosas con ella últimamente estaban de lo más raras, me evitaba y cada vez que no encontraba como hacerlo me hablaba por cortesía y con una mirada de desprecio. Al principio pensé que solo era un mal momento ya que Gajeel se había ido del gremio junto a su pareja, dejando la magia como parte de su pasado; pero con el pasar del tiempo me di cuenta que no era así, era algo más que no estaba dispuesta a preguntarle pero sospechaba que tenía que ver con Natsu.

Todos mis pensamientos se disiparon cuando desde lejos divisé a todo el equipo junto a Jet, Droy y Levy, quienes se habían ofrecido a una misión junto a nosotros hace dos semanas. Sonreí y avancé el paso hasta llegar hasta ellos.

Luego de una larga riña de parte de Erza subimos al tren.

– Voooy a morirrrr. –balbuceó Natsu desde el suelo. Reí y lo acomodé en el asiento con ayuda de Happy, luego lo hice recostar su cabeza en mis piernas. Sentí algo intenso sobre mi cabeza y levanté la vista, encontrándome con la mirada cargada de odio y rabia de Levy.

Así que le gusta Natsu... –pensé.

La ignoré olímpicamente y me acomodé en el asiento, dispuesta a cerrar los ojos y dormir las 2 horas de tren.

No vayas Lucy, saldrás lastimada.

Escuché una voz susurrar, abrí los ojos pero lo único que encontré fue oscuridad.

Vas a caer.

La misma voz volvió a sonar, sonaba preocupada y si mis oídos no fallaban era una voz masculina.

Aún estás a tiempo, regresa...

Empecé a sentir como se me dificultaba respirar.

No confíes en ella, te va a herir, ellos te van a herir.

Empecé a alterarme y tratar de gritar, más me era imposible reproducir sonido alguno.

El que ama con pasión...

Abrí los ojos de golpe y tomé una gran bocana de aire.

–....Aborrece con furor. –terminé el refrán. Sentí mi garganta arder así que fui por un vaso de agua sin despertar a nadie, quedaban 30 minutos para llegar.

Al llegar a la cabina con comida me serví un vaso de agua, perdiéndome en el paisaje. Con el pasar de los minutos sentí una presencia detrás de mí, al voltear no había nadie; fruncí el ceño, aquella sensación en vez de provocarme medio o alguna otra cosa me brindó calidez. El sonido de la puerta abriéndose captó mi atención dando paso a Levy con una mirada seria.

– ¿Qué se te ofrece? –pregunté cordialmente.

– Quiero que te alejes de Natsu, Lucy. –reí sin gracia y la miré seriamente.

– ¿Por qué debería hacerlo?

– Es mío.

– Natsu no es ningún objeto –elevé la voz con rabia. ¿Qué tanto había cambiado Levy? Entendía que estaba enamorada, pero yo estaba segura de mis sentimientos, no había interés alguno más allá de una simple amistad por Natsu.

– Solo te lo estoy advirtiendo, aléjate de él.

– ¿Es una amenaza? Levy, te tengo un gran aprecio por ende ignoraré tus palabras, me parece incorrecto lo que estás haciendo, no tengo ningún interés romántico por Natsu, es mi mejor amigo, casi un hermano para mí, así que no puedo complacer tu... propuesta. –sonreí y me fui de aquel lugar cargando de tensión.

Regresé a mi puesto y me perdí nuevamente en mis pensamientos bajo la confusa mirada de los demás.


¡Maldito Rubio!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora