VL: Dos.

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El resto del camino Erza nos explicó de que se trataba la misión, al parecer un nuevo gremio oscuro estaba causando caos en un pequeño pueblo cerca de Magnolia, la recompensa era extrañamente alta; pero permanecí en silencio sumida en mis pensamientos, tenía planeado usar el dinero para pagar la renta y lo que sobraba usarlo para los comprar los alimentos de casa, el resto lo guardaría en la cuenta de los Heartfilia para poder comprar la mansión.

No fui consciente de cuando llegamos al hotel, tampoco de cuando nos dirigimos al bosque donde se encontraba el gremio; el mal presentimiento seguía creciendo y me impedía pensar claridad o hacerle caso a las instrucciones de Erza.

— Lucy, ¿me estás escuchando? —miré a la pelirroja con vergüenza y me mordí el labio inferior— te noto perdida, ¿te encuentras bien?

— Sí, perdón, estaba pensando, ¿qué decías?

— Natsu, Gray y yo iremos al frente. Jet y Droy van a rodear el edificio y abrirán una salida por en la parte de atrás también evitarán que magos traten de escapar. Wendy, Levy y tú van a buscar al jefe y lo van a distraer hasta que nosotros acabemos. —informó. Asentí de acuerdo.

Nos seguimos acercando más y más hasta que Erza nos hizo una señal de permanecer en silencio, a los lejos divisé una gran fortaleza.

No entres, devuélvete.

Tragué saliva forzosamente e ignoré la voz. Observé como Jet y Droy empezaban a alejarse del grupo. Un ruido me sacó de mis pensamientos, era Natsu, quien había entrado al gremio rompiendo la puerta de esta y empezando a pelear. Solté una risita a ver como Erza y Gray entraban refunfuñados por la impulsividad del pelirrosa. Miré a mi equipo temporal y le señalé de seguirme.

Pasar por el campo de batalla fue de lo más fácil ya que todos estaban ocupados tratando de esquivar las espadas de Titania, el hielo de Gray y el fuego de Natsu. Al llegar al segundo piso un silencio sepulcral nos envolvió. Me tensé, me sentía observada.

Seguimos avanzando hasta llegar a lo que parecía ser la única puerta de aquel mugroso pasillo, miré a los lados antes de abrir posar mi mano en el pomo de la puerta.

— ¡Argh! —el gritó de Wendy interrumpió mi acción. Corrí hasta ella, que estaba en suelo tirada, me arrodillé a su lado y comprobé sus signos vitales. Estaba viva. Con alivio me levanté y agarré mis llaves.

— Levy, cúbreme la espalda. —la miré por encima del hombro mientras observaba atenta mi alrededor, sentía que nos observaban aunque a ojo humano no había nadie.

— No. —contestó borde mientras se miraba con desinterés sus uñas. La miré incrédula.

— ¿Qué? Levy estamos en territorio enemigo deja tus estupideces para después. —medio grité con rabia, desconcentrándome.

— ¿Estupideces? No son ningunas estupideces, quiero que te alejes de mi Natsu. —gritó con rabia.

— Y yo te dije que no lo haría, Natsu es mi mejor amigo, y si crees que te ganaras a Natsu con esa actitud estas muy equivocada, soy tan importante en su vida como él lo es en mi vida, Levy.

— Jajajajaja, me dan risa. —una voz tétrica se hizo presente entre nosotras, llevé mi mano hacia mi látigo y me sorprendí al no encontrarlo allí, tampoco estaban mis llaves.

— Muéstrate. —grité. Frente en mi apareció un hombre de cuerpo robusto y mirada maliciosa, tenía todo el cuerpo tatuado además de una cicatriz que iba desde su ojo izquierdo a la oreja.

— ¿Buscas esto? —en su mano estaban mis llaves junto a mi látigo. Me mordí el labio inferior, estaba en desventaja, el hombre tenía sin duda más fuerza que yo, además de que era totalmente inútil en el combate cuerpo a cuerpo. Miré a mi lado a Levy, quien seguía con el mismo desinterés.

De pronto el hombre se acercó con intención de atacarme, pude esquivar a mala penas. Pero el siguió, y a cada puñetazo que lanzaba me resultaba más difícil de esquivar. Sin esperármelo lanzó una patada que me llegó directo al estómago, mandándome a chocar con la pared. Respiraba difícilmente, aquel hombre tenía una fuerza inimaginable; con dolor en las costillas logré levantarme y ponerme en posición de pelea.

El hombre sonrío con malicia y se acercó nuevamente, lanzando varios golpes al alzar, los cuales yo recibía sin poder esquivar; no solo poseía una gran fuerza, también velocidad. Con horror miré como el enemigo se acercó a Levy y empezaba a atacarla.

A pesar de lo mal que se había comportado ella conmigo la entendía, solo estaba enamorada y cegada; y más importante aún, ella era parte de Fairy Tail, seguía siendo un miembro de mi familia. Yo solo debía ser paciente. Me mordí el labio inferior con impotencia, mis músculos ardían y no podía levantarme, sin embargo reuní todo el esfuerzo posible y con un dolor agudo me levanté. Me acerqué al enemigo y aprovechando su distracción salté encima de su espalda, lo que provocó que cayera con el encima de mí.

Como pude me agarré a él como una garrapata.

— Vete de aquí. —le dije con dificultad a Levy. Ella asintió sorprendida, empezó a correr hacia Wendy.

El hombre encima de mi cuerpo, sin esperármelo lanzó una bola llena de oscuridad hacia Levy.

— ¡Nooo! —grité con desgarro al ver como Levy caía al suelo con una grave herida en su espalda. A continuación el hombre desapareció con una carcajada maliciosa. Con dolor me arrastré hacia Levy y comprobé que seguía viva y consciente. Me arrastré más hasta llegar a mis llaves y mi látigo, las cuales el hombre había lanzado lejos al principio de la batalla.

Fruncí el ceño al analizar bien lo sucedido, Levy de alguna manera ayudó al hombre, no usó su magia, mucho menos trató de ayudarme cuando yo estaba peleando con él. Unas voces me sacaron de mis pensamientos.

— Lucy, Wendy, Levy, ¿están bien? —reconocí la voz de Erza, pero justo cuando intenté hablar o acercarme a ellos el cuerpo me falló y caí al suelo rendida aunque seguía escuchando las voces.

— ¿Quién les hizo esto? —preguntó Natsu.

— Fue Lucy... —escuché la voz de Levy antes de perder totalmente la consciencia.

¡Maldito Rubio!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora