¡Maldito Rubio!

VC: Capítulo tres

Sting entró tratando de no provocar ruido alguno a la habitación de la rubia, temiendo despertarla.

Una vez adentro y después de confirmar que seguía durmiendo, se acercó lentamente, agarró un marcador negro que se encontraba en la mesita de noche de la bella durmiente. Y bueno, ustedes sabrán qué fue lo que siguiente que pasó.

Un Sting casi desnudo volando la ciudad.

Les explico, Lucy tiene buenos reflejos además de un perfecto olfato, así que sintió el olor a tinta y el olor asqueroso de Sting -o así lo definiría ella-, desde que entró en la habitación.

-¡Maldito rubio! -se escuchó la voz de la rubia por toda la ciudad, odiaba que la despertaran, y Sting osó hacerlo, merecía un castigo y la rubia se encargaría de eso.

Lucy bajó las escaleras y una vez en la sala, cerró la puerta con seguro para asegurarse que Sting no entrara de vuelta a la mansión, pasó por cada habitación, cerrando de paso todas la ventanas, menos una.

Dejándole dos opciones al pequeño cazador de dragones:

1. Entrar por la ventana de Sparkie .

2. Dormir afuera.

Y para hacer una obra de caridad sacó un poco de comida de la de su "pequeña" mascota, dejándola en un plato afuera de la puerta, por si Sting tenía hambre y luego regresó a dormir.

POV STING.

Esa maldita rubia me las pagará, menos mal que son las 3 de la mañana, por ende las calles de Magnolia están vacías, así me evito la vergüenza de ser señalado por las personas, sería raro ver un rubio en boxer y descalzo vagando por las calles ¿no?

Una vez llegué a la mansión traté de entrar pero todas las puertas y ventanas estaban cerradas. Rodeé la casa y la única ventana abierta era la del perro enorme, y ni loco entraba ahí. Fui a la puerta principal y divisé un plato con algo de comida, por lo menos Lucy había sido amable.

Agarré un poco en la mano y me dispuse a comer, tenía un raro sabor pero era comestible. Sin pensarlo dos veces y con el estómago lleno me quedé dormido hecho bolita encima del tapete frente a la puerta.

POV YO.

Eran las 6 de la mañana y en Magnolia apenas salía el sol, en una mansión en especial se veía un rubio dormido frente a la puerta de esta, mientras adentro se veía una rubia dormida profundamente en su cama king size, y bueno también había un perro de 3 cabezas dormido en su habitación, y aun nos seguimos preguntándonos cómo carajos entro ahí adentro pero bueno, omitamos ese detalle.

Lucy fue la primera en despertar y después de bañarse, cambiarse, darle comida a su perro y desayunar fue a ver al rubio idiota.

En la primera cosa que se fijó fue en el plato de comida, que estaba -casi- vació, y sin poder evitarlo se le escapó una enorme carcajada, despertando a Sting de golpe, el cual miró confuso a la rubia que seguramente moriría de la risa, ya que se encontraba en el piso, con los ojos llorosos y gritando como -lo que es-, una loca desquiciada apenas salida del manicomio.

-¿Qué te pasa idiota? -preguntó ya exaltado y aburrido Sting, llevaba unos 10 minutos así.

-Tte ccomiste la cccomida que tte ddejé anoche -logró articular, sin dejar de reír.

-Sí, ¿que con eso? -preguntó confuso, para después abrir los ojos como plato-. ¿Qué era eso?

-Lla ccomida dde Sparkie -dijo dejando de reír, para después de unos pocos segundos reír de nuevo al ver al rubio vomitando en un arbusto.