Nobody Loves Me Like You

Prólogo

Rick Castle, hombre de 30 años, redactor de un periódico normalillo, sin familia, amigos y soltero, decide que no tiene motivos para seguir viviendo, nadie se daría cuenta de su ausencia.

Éste camina evitando a las personas, sus ojos se clavan en el suelo observando la cantidad de porquería que la gente tira al suelo sin pensar en los daños que ocasionan al medio ambiente.

Rick se detiene en el puente de Brooklyn, llega algo exhausto pero lo consigue. El mar permanece tranquilo, como si le estuviese esperando. El hombre agarra la barandilla y admira el hermoso paisaje que se encuentra ante él.

- Ya está, todo ha terminado.- susurra para sí mismo, los coches circulan de manera normal, ignorando lo que está a punto de pasar.

Rick se dispone a voltear la barra metálica pero de repente, una chica con los auriculares puestos se acerca hacia él. No quiere que nadie le vea quitándose la vida, demasiado doloroso.

- Hola.- saluda ella deteniéndose para beber agua y estirar los músculos antes de proseguir la marcha.

- Hola.- responde él totalmente embobado por esa mujer, pelo castaño recogido con una goma, cuerpo esbelto y ojos de un color avellana.

- No suelo ver a muchas personas por aquí, ¿te has perdido o algo?

- No, simplemente estaba paseando, quería tomar el aire.

- ¿En el puente de Brooklyn? Bueno, ¿quién soy yo para juzgar? Será mejor que siga con mi ruta.- La joven le dedica una sonrisa amistosa antes de continuar con la marcha.

Castle rechaza por completo la idea del suicidio, esos ojos le han devuelto las ganas de vivir, ¿cómo se llamará esa chica?