Capítulo 5

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Tras unos días intensos y llenos de trabajo, por fin llega el fin de semana y con él algo de relajación. Rick enciende su equipo de música y se deja llevar por la canción que suena en ese momento, "How Deep is your love" de Calvin Harris&Disciples

Vierte agua en la cafetera y la coloca sobre el fuego para dejar que se caliente, esta noche va a cenar con una mujer que le ha devuelto las ganas de vivir aunque ella no sea consciente de eso. Se toma el café a la vez que lee las noticias en la tablet.

En el apartamento de Beckett...

La chica tiene su cama repleta de ropa, la cena es esa misma noche y no tiene claro qué es lo que va a ponerse; debería de llamar a Lanie y que le aconseje, ella es una experta en lo que relaciones y citas se refiere.

Marca el número de su amiga esperando una respuesta lo antes posible, sus dedos golpean la mesa en gesto de impaciencia; quizás siga durmiendo, es temprano y su amiga no es de las que madrugan. 

- ¿Kate? ¿Qué quieres?- Afortunadamente para la inspectora, su amiga contesta después del cuarto pitido.- Lanie, menos mal, te necesito, es sobre la cita de esta noche.

- ¿Y me llamas ahora? Estás loca.

- Me he dado cuenta de que apenas tengo ropa adecuada para una cita, por favor, ¿quedamos para comer?- un silencio se instala a través de la otra línea, Kate teme que su amiga se haya dormido sin haber colgado.

- Está bien, luego me paso por tu casa, no vuelvas a llamarme a estas horas, ¿entendido?

- Vale, muchas gracias.

Tanto Rick como Kate están nerviosos por la cita o cena o como quieran llamarlo; apenas se conocen, es cierto que estos días han cooperado para cerrar el caso y no ha ido nada mal para sorpresa de ambos pero una cita... Es totalmente distinto, sólo ellos en un restaurante de lujo.

A las afueras de la ciudad...

Varias personas pasean aprovechando el buen tiempo, Rick visita ese lugar todos los años desde que perdió a sus padres de forma trágica. Se arrodilla en el suelo y coloca las flores quitando las secas.

- Hola, papá, mamá...- es consciente de que no le van a contestar pero de alguna forma, sabe que sus padres le escuchan.- siento no haber venido antes pero he estado algo ocupado. He de confesar un par de cosas.- respira profundamente.- primero, hace una semana intenté quitarme la vida, lo sé, fue una decisión de cobarde. Segundo, no llegué a hacerlo porque un ángel apareció de repente, llenó mi corazón de luz y ahora no puedo dejar de pensar en ella. 

Deja de hablar al ver que una pareja de ancianos se cruza cerca de él, finge enviar un mensaje por el móvil, al ver que se alejan vuelve a hablar con la tumba de sus padres.- También hay algo más...he empezado a trabajar como asesor en la comisaría, pienso encontrar al hijo de puta que os asesinó, no pienso darme por vencido.

En el apartamento de Kate...

Lanie ha pasado por un restaurante chino para pedir comida, ahora come en la cocina de su amiga, la cual ha abierto una botella de vino para calmarse.

- ¿No crees que estás exagerando?- pregunta la forense al ver las manos de su amiga.- Tan sólo es una cena, ni que fueses primeriza en estas cosas.

- Pues casi, ¿tú sabes el tiempo que llevo sin salir con un chico? Vuelco mi tiempo libre en el boxeo, el trabajo; además, no me he sentido atraída por nadie.

- ¡Espera, espera!- Kate se arrepiente enseguida de lo que acaba de decir al ver la expresión de euforia de su amiga.- ¡¿Me estás diciendo que te gusta Castle?!

- No, no he dicho eso.- pero sus palabras no engañan a nadie, ni a ella misma, siente cierta curiosidad por ese hombre que se encontró en el puente de Brooklyn sin razón aparente.- No se lo comentes a nadie, o te mato.

- Seré una tumba pero dime, ¿qué es lo que te atrae de él? Es su cuerpo, ¿verdad?

- Yo no soy tan superficial como tú, no voy a mentir, me encantan sus ojos, tienen algo que me hipnotizaron.- Beckett se da cuenta de lo que está diciendo, ladea la cabeza.- ¡No, no puedo! Es una cena y punto. No voy a enrollarme con él.

- Claro que no.- Lanie le guiña un ojo, las dos empiezan a comer sin volver a nombrar al escritor, pero eso no quiere decir que no puedan pensar en él; al menos Kate.

Horas más tarde...

Rick sale de la ducha envolviéndose el cuerpo con la toalla, la música sigue sonando, se pone la ropa que ha escogido, no ha sido fácil. Después le dedica unos largos minutos a su pelo, elige un reloj a juego con los zapatos; termina con el perfume. Un último vistazo en el espejo antes de salir del loft en dirección al restaurante.

El taxi le deja en la puerta, quedaron en verse allí a las ocho, Kate se retrasa unos minutos. Rick mira su reloj una y otra vez, ¿es posible que le haya dado plantón? No, una mujer como ella no sería capaz, ¿o si? No sabe nada de ella, que es preciosa, inteligente, divertida, sexy y que trabaja en la comisaría 12; nada más.

- Hola.- Castle ha estado distraído y se gira al escuchar esa melodía que tiene como voz.- ¿Has esperado mucho?

- Que va...- éste se queda sin habla al ver a la mujer, no se parece en nada a la inspectora que interroga a los sospechosos y desenfunda su arma en una persecución.

- Richard, ¿te encuentras bien?

- Si, si, perdona es que...estás preciosa.

- Muchas gracias, no me ha resultado fácil escoger la ropa.- Kate tampoco pasa por alto al hombre, el color de la camisa es el mismo azul que sus ojos lo cual hace que le resalten todavía más.

- A mí tampoco, será mejor que entremos, no quiero perder la reserva.

El camarero les lleva hasta su mesa, varias personas se fijan en la pareja, la chica del vestido dorado con el pelo recogido hacia un lado y unos tacones de infarto con un hombre camisa y chaqueta.

- Se nota la calidad de este local, ¿lo frecuentas mucho?- Rick echa la silla hacia atrás para que Kate se siente.- Sólo cuando tengo que hablar sobre trabajo pero hoy he venido para relajarme, hemos tenido una semana dura.

- Te acabas acostumbrando, tienes que nacer para este tipo de trabajo.

- Y tú eres toda una experta, por lo que he podido observar.

- Sólo cumplo las normas y aplico las mías. 

Ambos pierden los nervios tras beber algo de vino, empiezan a hablar y a contar anécdotas sorprendentes y algunas vergonzosas. Nadie pensaría que acaban de conocerse y que tienen una química especial.

Nobody Loves Me Like YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora