Nobody Loves Me Like You

Capítulo 17

Beckett se despierta, como siempre, antes que el sol. Realiza su ejercicio matutino por Central Park, algunas personas le imitan y aprovechan esas primeras horas para poder mantenerse en forma.

Rick se levanta sobresaltado y enseguida se arrepiente pues un fuerte dolor recorre su espalda todavía dolorida. Éste se da cuenta de la ausencia de Kate, ella le comentó que todas las mañanas se va a hacer footing. 

Castle quiere ser un buen anfitrión, su madre le enseñó a comportarse como un caballero para cuidar de una mujer. Pone algo de música mientras comienza a preparar el desayuno; deja unas toallas secas en el baño para cuando Beckett regrese.

Al cabo de diez minutos...

El portero abre la puerta a la inspectora, dándole los buenos días otra vez, Kate se lo agradece con una sonrisa, apenas puede hablar; hoy ha hecho más kilometros de lo habitual.

- ¿Rick?- ésta se asoma a la habitación.- ¡Estoy en el baño, enseguida salgo!- el estómago de Beckett empieza a rugir, el delicioso aroma le conduce hasta la cocina dónde la comida le espera.

- ¡Buenos días! ¡He preparado el desayuno, espero que tengas hambre después del ejercicio!

- Castle, yo sólo me tomo un café y fruta o un bollo, esto es...- sus ojos recorren la mesa, hay tortitas con sirope de chocolate, tostadas, zumo de naranja recién exprimido, etc.- increíble.- termina diciendo Kate.

- Quiero tratarte cómo te mereces, come lo que te apetezca, estás en tu casa.- se va a arrepentir de esto pero Beckett coge una tortita y se sirve un poco de zumo.

- Rick, ¿cómo te encuentras hoy? Anoche estuviste hablando en sueños, más bien, gritando.

- Es posible que tuviese una pesadilla con Jared Martínez. Pero estoy bien, no te preocupes.- Beckett observa el rostro exhausto de Rick.- vamos, no hagas eso.

- ¿Hacer qué?- pregunta ella tras darle un bocado a una tostada con mantequilla y mermelada.- No sé de qué me estás hablando.

- Me miras con lástima y sabes que lo detesto, vale, estuve a punto de suicidarme y me han disparado, no es para tanto. Te prometí que no haría más locuras.

- Y, sin embargo, interceptaste una bala por mí. Eso cruza la línea de locura.

- Te salvo la vida y encima te quejas, que desconsiderada por tu parte.- Rick finge enfadarse cruzando los brazos cual niño pequeño.

- Venga, sabes que estaba bromeando, voy a darme una ducha, ¿te apuntas?

- Será un placer.

Ambos crean un camino con la ropa, tirándola al suelo hasta llegar al baño, Rick gira el grifo para que caiga el agua caliente; Kate le ayuda a quitarse la venda para poder limpiar lo que queda de herida.

Los músculos de Beckett se relajan con el contacto del agua, sintiendo por primera vez desde hace meses una paz infinita, las manos de Rick acarician su cuerpo con suavidad.

- Eres perfecta, Kate.- ésta le besa, buscan la pasión, el amor que ocultan en el trabajo lo liberan bajo los chorros de hidromasaje.

Al finalizar la ducha...

Ambos se visten tras una larga y reconfortante ducha con final feliz, Beckett revisa los mensajes de su móvil, escucha las llamadas que sus compañeros le han dejado sobre el caso que llevan ahora. Los contesta y enciende su portátil para trabajar desde el loft.

- Veo que tus descansos duran muy poco.- comenta Castle yendo hacia su despacho también para continuar con su novela.- mi trabajo es lo primero, Rick, aunque no te voy a engañar; lo de la ducha ha estado muy bien. Te has lucido.

- Una bala no puede conmigo, se necesita algo más para dejar totalmente K.O.

- Cuidado con lo que dices Castle, no tientes a la suerte.- ambos comienzan a trabajar en completo silencio, dejando que los dedos tecleen con ímpetu.

A las pocas horas, los dos coinciden en hacer una breve pausa para comer algo y dormir una siesta de media hora para hacer la digestión. Rick duerme apoyando su cuerpo en el sofá y Kate sobre él, completamente relajada y feliz por compartir estos momentos con su compañero.

- Rick.

- ¿Uhm?- Beckett dibuja círculos imaginarios en el pecho de él.- Lo he estado pensando y...quizás no sea una idea tan mala la de vivir juntos. El escritor levanta la cabeza para mirarla, incrédulo ante lo que acaba de escuchar.

- ¿Lo dices en serio? No quiero que lo decidas por mi estado, sabes que esto es temporal.- Kate se acerca todavía más.- Rick, tú me gustas, muchísimo. Ya no somos adolescentes, tenemos que pensar en un posible futuro juntos, lo mejor es probar la convivencia, ¿no te parece?

- Tienes razón, entonces, ¿es cómo un período de prueba?

- Exacto.

Rick se levanta emocionado por la noticia, busca en la cocina los ingredientes para hacer sus famosos brownies.- ¿qué estás haciendo?- Pregunta ella confusa.- esto hay que celebrarlo, y no nada mejor que mi famosa receta de brownies con avellanas.

- ¿Te vas a poner a cocinar ahora? No tienes remedio, ¿verdad?- sus palabras son ignoradas, ya que el escritor comienza a sacar los ingredientes.- ¿Necesitas ayuda?

- Sería maravilloso poder hacerlos contigo sobre todo porque...- Castle le tira un poco de harina a la ropa.- podremos divertirnos con esto.

- Con que esas tenemos...te vas a arrepentir.- Beckett no duda en devolverle el golpe, la cocina empieza a ensuciarse pero a ellos les da igual; cualquiera que vea la escena vería a un par de adolescentes con la cara blanca.

Su momento se ve interrumpido por el timbre, Kate es la que abre encontrándose, para su sorpresa, a su mejor amiga. Lanie reprime una carcajada al ver el rostro de su amiga.

- ¡Madre mia Beckett! ¡Menudas pintas! ¿Qué estáis haciendo?

- ¡¿Quién es Kate?!- Pregunta Castle desde la cocina.- ¡Lanie, qué sorpresa! ¡Pasa!- En ese momento, éste mete la bandeja en el horno y pone el temporizador.

- Lanie, ¿qué te trae por aquí?- Las dos amigas se sientan en el sofá.- se me hace raro no verte por la comisaría, ¿esta situación va a durar mucho?

- Hasta que Castle se recupere del todo, pero siempre puedo hacer una escapadita para tomar algo contigo, ¿Rick?

- Tranquila, yo estaré bien, alguien tiene que comerse todos los brownies, me acordaré en verano.